La ley del silencio

 Sin llegar a los extremos de la omertá siciliana (el que habla, muere, el que calla vive), la ley del silencio está firmemente establecida en nuestros usos y costumbres de ácratas vocacionales.

Trabajo, pero dignidad

Una cierta melancolía se ha adueñado de mí, tal vez por la lluvia o acaso por el chaparrón de disparates e imbecilidades que salen de la boca de nuestros gobernantes. No lo sé.

No nos olvidemos de la Candelaria

 Igual que cada uno de nosotros es quien es por su biografía personal, su historia y sus circunstancias, en los pueblos ocurre otro tanto de modo que Alhama es la suma de su pasado y su presente.

¿Por qué no se callan?

 Ya tienen el Boletín Oficial del Estado para dejar constancia de las leyes que su mayoría absoluta les permite legislar (para una minoría muy minoritaria, por cierto).

El síndrome de Alejandro

 Como suelo hacer con harta frecuencia, para desespero de los incautos que se asoman a mis miradas, entro hoy en materia de la que mi ignorancia es oceánica y mi saber diminuto charquillo.

Estamos solos

 

 Esa es la triste realidad a la que debemos hacer frente: No podemos contar ni con los Magos de Oriente para que nos traigan los regalos, ni con “dioses, reyes ni tribunos” para que nos traigan la salvación.

La gran familia, ¿2014?

 Según el calendario estamos en los últimos días de este año 2013 del que pocos recuerdos buenos podemos tener los sufridores españoles, que somos casi todos menos una minoría privilegiada.

Deuda de gratitud

 

 Tengo una gran deuda contraída con Alhama y con los alhameños, lógicamente con algunos más que con otros; pero en todo caso es una de esas deudas impagables por que es de gratitud.

Efectivamente, los mercados no son gilipollas

 Aunque suelo enriquecer mi lenguaje oral con algún que otro vocablo malsonante, en mis escritos procuro siempre eludirlos, el titular de la mirada de hoy lo ha escrito prácticamente Cristóbal Montoro al afirmar que “el PP volverá a ganar las elecciones porque los mercados no son gilipollas”.

Felicidades Nicolasa por esos 35 años

 

 Naturalmente soy firme partidario de reformar la constitución especialmente en lo que respecta a la jefatura del estado, que no creo que deba ser hereditaria como lo es una finca o una empresa.

Lo natural es ser fascista

 Resulta profundamente cómodo creer que mi patria, mi bandera, mi religión, mi ideología, mi territorio, mi lengua, mi cultura, mis tradiciones, etc. son las mejores del universo, y que mi líder indiscutible es el mejor de los posibles, que mi país ha sido bendecido por Dios y todos los demás territorios en que se divide el planeta están puestos ahí para mi uso y disfrute.