Estoy convencido de que uno sólo logra público reconocimiento en nuestro pueblo cuando lo sacan en el carnaval; por eso escribo estas líneas de agradecimiento, que creo que serán compartidas por todos mis compañeros de Alhama Comunicación.
Emoción, honda satisfacción y legítimo orgullo es lo que sentimos los integrantes de este medio al ver públicamente recompensado nuestro esfuerzo y entrega con el reconocimiento a nuestra labor que supuso esa aparición de “Otra Alhama Comunicación (el grupo de máscaras de la foto)” en la tarde del Domingo de Piñata. Entendemos que supone reconocer nuestra entrega a Alhama, nuestro trabajo desinteresado por nuestra Comarca, sus gentes, cultura y tradiciones y nuestro compromiso decidido por los valores de tolerancia, respeto, democracia y progresismo.
No es la primera vez que he dicho que Alhama Comunicación es un medio privado con vocación de servicio público y defensor de la sanidad, educación, públicas y de calidad, cultura y protección a los discapacitados y de quienes más lo necesitan, de nuestros comercios y empresas, de nuestra gente en definitiva que son lo que realmente importan, así como volcado en la defensa de las políticas progresistas que apoyan estos principios consagrados en los corazones de la buena gente, la que trabaja, la que sufre, la que paga impuestos y a la que miserablemente desde el desprecio de la derecha más rancia, reaccionaria, integrista y facha les están recortando sus derechos y sus libertades más básicas y elementales, con la complicidad de quienes desde nuestros propios pueblos apoyan estas políticas de opresión al ser humano, al necesitado, al enfermo, al estudiante, al anciano…., de ser fuerte con el débil, y débil con el fuerte y con el poder retrógrado.
Por tanto, ver que nuestro trabajo, nuestra entrega y nuestra aportación a dar a conocer un poco más el nombre de Alhama son públicamente reconocidos nos ha supuesto un altísimo honor que no creemos merecer, aunque agradecemos. No creemos merecerlo porque en definitiva hacemos lo que queremos hacer, lo que nos gusta y lo hacemos con la total libertad que nos da no depender de nadie, de ningún partido, credo u organización con lo cual lo que escribimos es únicamente lo que pensamos honestamente, porque, además, no aspiramos a nada, ni cargos, ni puestos ni prebendas. Pero sí agradecemos ver recompensada nuestra tarea con el cariño, el afecto y el reconocimiento de nuestros paisanos y amigos, que son, en definitiva, a los únicos que debemos algo: Sin los miles de lectores que cada día entran en nuestra página, nuestro trabajo no tendría ningún sentido.
Es por ello que este reconocimiento a lo que hacemos nos lleva a intentar poner el listón más alto: somos conscientes de la repercusión de nuestros escritos y de nuestras fotos y públicamente decimos que asumimos el reto de seguir profundizando en los valores de la democracia, la tolerancia, el pluralismo, el laicismo y, en síntesis, todos los valores que se asumen en la línea editorial de Alhama Comunicación y que, entendemos son los valores que conforman una sociedad más humana, justa y solidaria.
Una vez más, debo decir en mi nombre y en el de todos mis compañeros de Alhama Comunicación que el homenaje que se nos hizo el Domingo de Piñata nos ha conmovido, alegrado, y ¿por qué no decirlo? “Nos ha llenado de orgullo y satisfacción” (SM Pilones). También nosotros tenemos nuestro corazoncito y queremos que nos quieran, y que por muchos años “se nos siga viendo el plumero”.
No es la primera vez que he dicho que Alhama Comunicación es un medio privado con vocación de servicio público y defensor de la sanidad, educación, públicas y de calidad, cultura y protección a los discapacitados y de quienes más lo necesitan, de nuestros comercios y empresas, de nuestra gente en definitiva que son lo que realmente importan, así como volcado en la defensa de las políticas progresistas que apoyan estos principios consagrados en los corazones de la buena gente, la que trabaja, la que sufre, la que paga impuestos y a la que miserablemente desde el desprecio de la derecha más rancia, reaccionaria, integrista y facha les están recortando sus derechos y sus libertades más básicas y elementales, con la complicidad de quienes desde nuestros propios pueblos apoyan estas políticas de opresión al ser humano, al necesitado, al enfermo, al estudiante, al anciano…., de ser fuerte con el débil, y débil con el fuerte y con el poder retrógrado.
Por tanto, ver que nuestro trabajo, nuestra entrega y nuestra aportación a dar a conocer un poco más el nombre de Alhama son públicamente reconocidos nos ha supuesto un altísimo honor que no creemos merecer, aunque agradecemos. No creemos merecerlo porque en definitiva hacemos lo que queremos hacer, lo que nos gusta y lo hacemos con la total libertad que nos da no depender de nadie, de ningún partido, credo u organización con lo cual lo que escribimos es únicamente lo que pensamos honestamente, porque, además, no aspiramos a nada, ni cargos, ni puestos ni prebendas. Pero sí agradecemos ver recompensada nuestra tarea con el cariño, el afecto y el reconocimiento de nuestros paisanos y amigos, que son, en definitiva, a los únicos que debemos algo: Sin los miles de lectores que cada día entran en nuestra página, nuestro trabajo no tendría ningún sentido.
Es por ello que este reconocimiento a lo que hacemos nos lleva a intentar poner el listón más alto: somos conscientes de la repercusión de nuestros escritos y de nuestras fotos y públicamente decimos que asumimos el reto de seguir profundizando en los valores de la democracia, la tolerancia, el pluralismo, el laicismo y, en síntesis, todos los valores que se asumen en la línea editorial de Alhama Comunicación y que, entendemos son los valores que conforman una sociedad más humana, justa y solidaria.
Una vez más, debo decir en mi nombre y en el de todos mis compañeros de Alhama Comunicación que el homenaje que se nos hizo el Domingo de Piñata nos ha conmovido, alegrado, y ¿por qué no decirlo? “Nos ha llenado de orgullo y satisfacción” (SM Pilones). También nosotros tenemos nuestro corazoncito y queremos que nos quieran, y que por muchos años “se nos siga viendo el plumero”.