Será en el salón de actos del Ayuntamiento de Alhama, el jueves 31 de julio a las 20:00 horas
Un sinuoso camino blanco corta en dos mitades el denso pinar que tapiza la ladera de una montaña. Orillan ese camino tres casitas enfiladas –de las que sólo aguantan unas paredes de piedra vieja– que estuvieron ligadas entre sí, durante generaciones, por las familias que las habitaron. Esta es su historia.
(Continuación de la historia de María Quirosa Navas). La inmanencia de una mujer compasiva, voluntariosa y discreta, cuyo leitmotiv fue la entrega a los demás.
Unos manuscritos originales de Enrique Urbano Sánchez (“Fermín”), el último guerrillero de Sierra Almijara, salen a la luz más de un cuarto de siglo después de haber sido escritos.
María Quirosa Navas se educó, como la mayoría de las mujeres de su tiempo, en la creencia de que las mejores cosas de la vida son para compartirlas, y ella convirtió esa creencia en su piedra de toque y propósito de vida.
Esta carita churretosa pertenece a Luís. Tiene seis años y vive, junto a sus padres y sus hermanos, en el cortijo de la Loma Ubares, construido sobre un remoto altozano de la Almijara granadina.
El delegado de Sostenibilidad presenta la iniciativa donde se recopila relatos sobre este enclave para celebrar el 25 aniversario del entorno como Parque Natural.
Dos Almijaras antagónicas existen a la par: una es verde, tangible y espléndida, bien conocida por los amantes de los espacios naturales. La otra –oculta a plena vista– es hosca, lóbrega e inerte, de una quietud absoluta; forma parte del mundo subterráneo de las minas.
José Planas López fue el arriero más humilde y a la vez el más icónico de todos los que unieron con su afán los pueblos de Málaga y Granada, a través de las veredas históricas que hoy se integran en el Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.
Existió un histórico sendero empedrado que unía la Comarca de Alhama de Granada con la Axarquía malagueña, conocido como el Camino de Ezequiel.