El tesoro cotidiano


 
 Lo tenemos tan a mano que, quizá por ello, obviamos a menudo su incalculable valor.

Un pastor auténtico


 
 Puede que José sea el último pastor que vive como se hacía en los tiempos de nuestros bisabuelos. Renunció a todo, siendo un muchacho, para dedicarse en cuerpo y alma a sus animales. La suya es una historia que merece la pena conocer.

De Frigiliana a la sierra de Játar: una familia de cabreros trashumantes



 Bautista decía que él era cabrero y no pastor, porque -"ya se sabe, no es lo mismo"- los pastores guardan ovejas, los vaqueros, vacas, y los cabreros como él y su familia, guardan cabras.

Manuel, un resinero por tradición



 Dicen que de casta le viene al galgo. Manuel heredó el oficio -la tercera generación de resineros, tras su padre y su abuelo- antes de ser capaz de decidir por sí mismo.

'Un sitio con piedras, chorreras y tíos muertos'



 Aquellos chicos no imaginaban que una de sus travesuras cambiaría para siempre la historia de su comarca; ha pasado más de medio siglo y la aventura que ellos iniciaron, continúa.

"El Honor Es Mi Divisa". Un día para recordar (Epílogo)



 El feliz epílogo a dos historias que coincidieron una vez, en tiempo y lugar, y que el rodar de los años hizo caminar por senderos distintos.

"El Honor Es Mi Divisa". Detrás de cada hombre… (y II)

  La vida cotidiana -la luces y las sombras, lo sabido y lo ignorado- de la esposa de un guardia civil del cuartel de La Resinera, en la España del general Franco.

"El Honor Es Mi Divisa": Recuerdos de un guardia civil (I parte)

 José Antonio, militar en tiempos de Franco, describe cómo era la vida de un guardia civil dentro de la antigua Casa Cuartel de La Resinera de Fornes.

Un largo viaje: de Prados de Lopera a Huerto Alegre

 

 Muchos hemos estado allí alguna vez, con nuestros niños; pero quizá pocos conocemos los pormenores de ese "viaje". Y es que algunas casas, como las personas, también guardan una pequeña -o gran- historia tras de sí. 

Caminando sin dejar rastro

 Reflexiones sobre nuestro compromiso individual con la defensa activa de los espacios naturales protegidos.

La vida sencilla de Thea

 
 
 Tras recorrer medio mundo, Thea y su marido David decidieron quedarse a vivir para siempre en un pueblecito de la sierra almijareña.