Sinopsis: Agosto del 36. Durante el doloroso peregrinar de Blas Infante de prisión en prisión, siempre al borde de la muerte, aparecen las imágenes que cruzan su mente: retazos de su propio pasado, figuras, recuerdos, ensoñaciones En medio de la oscuridad, del hacinamiento, de aquellos días terribles defratricidas luchas, frustratorias de vidas y esperanzas; en medio de todas esas sombras aparece, en un contrapunto conceptual, la brillantez de una serie de escenas de cuidada plasticidad, libres de la esclavitud que imponen el tiempo y el espacio, y libres también de la brutal separación entre lo real y lo imaginado.
Todo ello configurando una trama que pretende ser apasionante y singular, como la vida de su protagonista, y como el propio título de la película. Se trata de que, de una manera amena, a veces desgarrada, y con frecuencia emocionante, el espectador vaya adquiriendo, a lo largo de la película, una visión global no solo de la figura de Blas Infante, sino también de su época y de todo aquello a lo que dedica su vida.
Crítica: La película recrea la vida del escritor y político Blas Infante, gran impulsor del movimiento andalucista durante la Segunda República y firme defensor de un nacionalismo pacífico y abierto, que fue asesinado por falangistas al poco de comenzar la Guerra Civil. Al hilo de su dramático proceso de detención y muerte, se recuerda su culta formación juvenil, sus esfuerzos por hacer llegar la justicia al medio rural, su complejo pero edificante matrimonio y su entusiasta dedicación a la política, junto a destacadas personalidades como los hermanos Álvarez Quintero.
Generosamente financiada por la Junta de Andalucía, la película ofrece una brillante ambientación, una puesta en escena eficaz —a pesar de su frialdad académica— y unas esforzadas interpretaciones a cargo de un reparto notable. En él sobresale la actriz teatral y televisiva Marisol Membrillo, que debuta en el cine con una sensacional caracterización de Angustias, la esposa de Blas Infante. Sin embargo, todos estos valores quedan rebajados por culpa de un guión deslavazado y de interés irregular, que acusa una construcción más televisiva que cinematográfica. El caso es que se acumulan demasiadas tramas, se profundiza poco en las más interesantes —sobre todo en la crisis matrimonial del protagonista— J.J.M.
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Ficha técnica
Título: Una pasión singular Dirección: Antonio Gonzalo País: España Año: 2003 Duración: 105 min. Género: Drama, sobre hechos históricos
Reparto Daniel Freire: Blas Infante Marisol Membrillo: Angustias Juan Diego: Alejandro María Galiana: Ginesa Manuel Morón: Pedro Vallina Manuel de Blas: Pedro Parias Antonio Dechent: Comatas Raquel Infantes: María Castilla Manuel Caro: Doctor Otros actores: Carlos Álvarez-Nóvoa, Alex O'Dogherty, María Alfonsa Rosso, Roberto Quintana, Francisco Olmo, Juan Motilla, Mariano Peña, Macarena Gómez, Antonio de la Torre, José Luis García Pérez, Sebastián Haro, Antonio Morales, Víctor García, Pedro Álvarez-Ossorio, Kiko Bueno, Ana María Trigo, Ángeles Infante.
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Productora: A.G. Films, Imagen Line S.A.
Casting: Laura Cepeda Departamento artístico: Antonio Estrada, Baldomero Montero, José Manuel Quiñones, María José Romero Departamento editorial: Antonio Álvarez, Esperanza González, José Fontes Dirección: Antonio Gonzalo Dirección artística: Federico G. Cambero Efectos especiales: Luis Monje Efectos visuales: Marco Checa Garcia, Óscar Perea Marcos, Ricardo G. Elipe, Ricardo Gómez Fotografía: Teo Delgado Guión: Antonio Gonzalo, Antonio Onetti Maquillaje: Agustín Cabiedes, Eva Romera, Jorge Hernández, Juan Espinosa Montaje: José Salcedo Música: Javier Cámara (I) Producción asociada: Eduardo Pérez Climent Sonido: Daniel de Zayas, Fernando Pocostales, Jaime Fernández, Javier Fernández, Jorge Marín, José Luis Moral, Rafael Jiménez Vestuario: Delfín Prieto, Joaquín Montul Pedro Moreno
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