
Cualquier circunstancia -una larga noche de vigilia, por ejemplo- puede convertirse en una encrucijada que determine un cambo de vida radical. Esta es la crónica del momento en el que un muchacho (del que obviaremos su identidad por expreso deseo de la familia) optó por dejar a un lado sus convicciones para salvar su vida y la de los suyos.