Ando, lo confieso sin rubor, cabizbajo, melancólico y apagado tras el nombramiento de Juan Manuel Moreno Bonilla como nuevo líder indiscutible e indiscutido del PP andaluz.
La razón de estos mis pesares no es otra que la de que había hecho mis quinielas, como cada hijo de vecino y, lógicamente, mi caballo ganador no ha sido elegido -bendecido por la mano de Rajoy. Diré que mi candidata preferida era Carmen Crespo, que es andaluza, fue alcaldesas de su pueblo, Adra y es la delegada del gobierno central en Andalucía, que ya sé que no es un currículo muy amplio; pero si vamos a eso, el del elegido tampoco es para tirar cohetes. E incluso el hecho de ser el actual secretario de estado de Servicios Sociales e Igualdad, lo que se traduce en que es el responsable de los recortes en esas materias, digamos que no es precisamente algo que nos tranquilice mucho a las gentes andaluzas, al menos a los que sí abogamos decididamente por políticas sociales y de igualdad reales.
Naturalmente antes de ponerme a opinar a la buena de Dios me he preocupado de enterarme, por varios medios digitales que abarcan todas las tendencias ideológicas en una trayectoria que va de derecha a izquierda para tener sólidos argumentos para poder escribir con un mínimo de conocimiento. Y lo que he sabido es que este Moreno Bonilla es recomendado de Soraya Sáenz de Santamaría y que su nombramiento parece ser que obedece a enfrentamientos entre ella y Cospedal. He sabido también que se rumorea que tiene ciertos negocios pendientes de resolver en Málaga, negocios, totalmente legales y lícitos aclaro, en los que sería socio de Jorge Moragas, actual Jefe de Gabinete del Presidente del Gobierno. Es decir que a Moreno Bonilla venir a Andalucía le puede convenir, pese a ser un casi desconocido por estas tierras, pero este hándicap lo tiene resuelto, que dicen los expertos en hacer líderes, que ellos con un año tienen bastante: ”Aunque los expertos en mercadotecnia política sostienen que para perfilar un candidato ante el electorado no es preciso más de un año, lo cierto es que Moreno no va sobrado de tiempo precisamente para consolidar una imagen pública.” Así de clarito se expresa el ABC de Sevilla en su edición digital del jueves 13 de febrero.
De lo que deduzco en mis delirios que nos quieren vender un producto que “va a sorprender porque se trata de una persona que guarda mucho dentro y que tiene ganas de tirar adelante con nuevas ideas y de aunar esfuerzos entre todos", en palabras de Carmen Crespo publicadas en Europa Press, también del 13 de febrero y que cuenta, para alegría de los expertos en mercadotecnia política con una imagen no del todo desagradable y unos orígenes humildes, es nieto de un jornalero andaluz e hijo de emigrantes a Barcelona circunstancias estas que harán que el trabajo de vender el producto sea más fácil.
Personalmente sospecho que se trata de un intento de Rajoy y sus consejeros de poner al mando del cortijo andaluz a alguien que sepa tener mano dura y tijera afilada con la gente andaluza que hasta ahora no han permitido un gobierno del PP. Puede que alguna vez ocurra, pero al menos que el candidato se nombre en Andalucía, no en Madrid. Qué menos.