Metafórico e imaginado jardín, por supuesto.
Metafórico e imaginado jardín, por supuesto.
El domingo pasado fui uno de los que se equivocaron votando por la opción que según las encuestas era ganadora.
Creo que existe un límite del ruido digital al que una persona se puede exponer, sobrepasado el cual, resulta peligroso.
No era el buen Guillermo de Occam navajero ni barbero pese a haber pasado su navaja metafórica a la historia de la filosofía.
Pasamos los españoles por ser gente ruidosa en exceso, y basta entrar en un bar algo concurrido para ganarnos la fama holgadamente.
Nuevamente la actualidad me obliga a escribir algo que no hubiera querido escribir.
Siempre ese inevitable último viaje a un incierto destino nos sorprende demasiado pronto. No es una cuestión de edad, porque no hay edad en la que sea imposible vivir y gozar de ello.
Soy andaluz y hasta donde puedo rastrear mis orígenes, mis bisabuelos, desciendo de gente nacida en Andalucía.
Que no son modos de ganarse el sustento, sino más bien modos de ir por la vida, de comportarse y de afrontar lo que venga.
En algunos países de lengua española llamarían a este titular “trucho”.
Sé que lo dijo Casado porque aún no es totalmente igual que Rivera, pero al tiempo.