La movilidad laboral, la España vacía y por qué no voy a votarle a las derechas



De toda la vida se ha llamado emigración a eso de dejar tu tierra y salir a buscarte la vida. O el jornal con que pagar con qué mantenerla.

 De manera que el consejero Rogelio Velasco tampoco es que haya descubierto nada nuevo. Me gusta, eso sí, que se refiera solo a la mano de obra, es decir a quienes ganan su sustento con sus manos y su sudor. Queda absolutamente claro que su gobierno tripartito es para las clases acomodadas y de ahí para arriba. Los menestrales a tirar millas que en Andalucía “hay sitios maravillosos para vivir y falta mano de obra”. Que alquilar en esos “sitios maravillosos” un pisito diminuto le da una dentellada monstruosa al sueldo que ganes que te lo deja temblando, a Don Rogelio debe de parecerle un detallito sin importancia.

 Alentar que uno deje su patria chica trae como consecuencia que las escuelas pierdan niños, que los centros de salud pierdan pacientes, que los pequeños comercios locales pierdan clientes, que las oficinas bancarias pierdan impositores. Lo cual es una muy buena forma de generar desempleo y desertización de zonas rurales con escasos servicios, poco trabajo y ningún futuro.

 Y como yo quiero futuro para mi municipio y mi Comarca de Alhama, nuestra Comarca de Alhama, esta vez también le voy a votar a los socialistas, no porque las personas que forman la lista a las municipales me caigan todas estupendamente bien, porque también hay otras candidaturas en las que van gente amiga, sino porque estoy convencido de que serán capaces de trabajar para evitar el éxodo de la mano de obra alhameña, apuestan claramente por servicios públicos de calidad y estoy absolutamente convencido de su absoluta honradez, en palabras de Felipe González, “podrán meter la pata, pero nunca meterán la mano”. Naturalmente con esto no intento sugerir que en las restantes candidaturas sí haya quien la pueda meter, yo respeto la presunción de inocencia. Únicamente digo que en la lista que lidera Jorge Guerrero me consta la honradez de todos ellos, en su mayor parte, “mano de obra”.

 Me consta que de salir elegidos con una mayoría suficiente para poder gobernar harán todo lo posible para evitar que Alhama se siga vaciando de gente o para que servicios esenciales y especialmente necesarios, como el que ofrece “El Lucero” no tengan que apelar a la solidaridad de la gente de Alhama para sufragar proyectos absolutamente necesarios.

 También estoy convencido de que intentarán que lo que hasta la fecha son simples aumentos de patrimonio, hablo del cine y el Vadillo, se conviertan en espacios públicos para el disfrute de toda la ciudadanía. En eso confío y por eso voy a votarles. Y lo voy a hacer desde el absoluto convencimiento de que no lo hago pensando en mi situación ni mi interés personal, sino en el de toda la gente de mi municipio y de la Comarca de Alhama. Gane quien gane el domingo, yo me voy a quedar exactamente igual, pero Alhama puede ganar o perder una magnífica oportunidad de no seguir ese camino hacia la España vacía, vacía de gente, vacía de servicios, vacía de cultura, vacía de futuro y vacía de esperanza.

 Si una vez más me equivoco y sigue gobernando la derecha, al día siguiente de las elecciones les felicitaré y le daré el pésame al pueblo de Alhama, pequeña maldad no tan mala como ese “¡Que se toquen los huevos! O como el “Habrá que esperar que se mueran todos los andaluces” de Dragó ante una pasada victoria del PSOE.

 Como estoy retirado del mercado de trabajo de “mano de obra” y mis pocas necesidades las puedo cubrir sin mucho ahogo no tendré que practicar la movilidad laboral, ni me va a dar por exiliarme a Ulán Bator, que es el sitio más lejano y aburrido que se me ocurre. Aquí me quedaré. Pero con un poco de ayuda de mis amigos y de los votantes, espero quedarme en un pueblo que se sume al mapa rojo que espero que sea el que nuevamente salga de las urnas.