“Es agradecida Alhama con sus hijos y lo es desde la persona de más edad, hasta ese niño sentado en los hombros para no perder ni un detalle de ese acto que seguramente no entienda, pero del cual tal vez en años venideros sea protagonista”.
Y junto con el rotativo madrileño, solos se quedan los Blasillos, las Blasas, Vicente y Concha, los funcionarios, las mazizorras de increíbles muslámenes…
Me dirijo a usted para solicitar su amable colaboración para con nuestros investigadores Erickson Maajharonen y Eiman Pollalisentz, antropólogos de amplio prestigio universal que han decidido estudiar los aspectos más antropológicamente interesantes de esa gran fiesta popular que es al Carnaval de Alhama, una de las pocas realmente tradicionales que quedan en esa parte del sur de Europa.
Como no tengo apetencias exquisitas en lo que respecta a la literatura, no tengo inconveniente ninguno en leer novela policíaca, es más la leo con verdadero placer.
Manda la tradición que en estas fechas en las que estamos nos felicitemos y deseemos lo mejor de lo mejor y no seré yo el que abogue por romper una tradición.