El poeta latino Horacio, en su Arte Poética, destaca la importancia de los ojos en la adquisición de conocimientos y es que a través de la vista percibimos con más exactitud la esencia de las cosas: “Las cosas que entran por los oídos impresionan el ánimo con menos vigor que las que están expuestas a unos ojos fieles y que el espectador contempla por sí mismo.”
El poeta latino Horacio, en su Arte Poética, destaca la importancia de los ojos en la adquisición de conocimientos y es que a través de la vista percibimos con más exactitud la esencia de las cosas: “Las cosas que entran por los oídos impresionan el ánimo con menos vigor que las que están expuestas a unos ojos fieles y que el espectador contempla por sí mismo.”
La forma afirmativa de la ataraxia aparecería más bien en su clásica versión española: el sosiego.
La nuestra, además de “civilización de las máquinas”, es llamada también “civilización de las imágenes”, digo de las imágenes exteriores, fotografías, cine, televisión…, no de las que nacen de nuestra interioridad, fruto de la actividad creadora y alimento potente del pensamiento.
Alhama es una ciudad retraída a precisos límites y calculada soledad, desnuda de moros y anécdota épica, llena sólo del fulgor permanente de su propia hermosura, lúcida y preciosamente degustada para el poeta. La poesía y el misterio se nutren en esa tierra y al mismo tiempo trascienden al mundo, se universalizan.
La presentación del libro “Antonio Montiel, el pintor del alma”, del que es autora la catedrática, filóloga e investigadora María Jesús Pérez Ortiz, quien mantiene en “Alhama Comunicación” la sección “Palabra en el Tiempo”, ha constituido un total e inigualable éxito, como era de esperar por biografiado y escritora.
Salvador Rueda nació en el seno de una familia de humildes labradores, el 2 de diciembre de 1857 en Benaque (Málaga), término municipal de Macharaviaya, aldea pintoresca que ofrece a la vista un maravilloso paisaje de valles y cumbres.
Según cuenta la leyenda, los dioses provocaron el diluvio porque los hombres hacían ya demasiado ruido. Cabe preguntarse cuál sería su reacción ante el mundo en que vivimos.
El término sefardismo deriva de Sepharet, nombre de un lugar de la cautividad hebrea mencionado por el profeta Abdías, y que en la Edad Media pasó a significar España y Portugal. Sefardim ( “sefarditas” ) se llamaron los judíos establecidos en África Noroccidental y los descendientes de aquellos que, expulsados en 1492 de la Península Ibérica, se difundieron por todo el vecino Oriente.
Fueron numerosas las ocasiones, durante mi trayectoria profesional y, anteriormente, en aquellos ya lejanos años estudiantiles en la Universidad de Granada, en que tuve la suerte de conocer de cerca a este gran hombre, gloria de las letras españolas.
Será el jueves, 30 de noviembre, en el Real Club Mediterráneo de Málaga, a las 8 de la tarde.
José María de Salamanca y Mayol, hijo del médico epidemiólogo José María de Salamanca y Paz y de María Polonia Mayol y Baso, vino al mundo en Málaga un 23 de mayo de 1811. Su padre, acusado de afrancesado por personajes envidiosos, tras la vuelta de Fernando VII al poder, pasó algún tiempo en la cárcel. Esta situación hizo que el futuro marqués de Salamanca conociera el miedo a la persecución por las ideas liberales de su familia.