Un emocionante encuentro de las que fueron trabajadoras de la COINFA

 Casi medio centenar de ellas se reunieron el pasado sábado 19 de noviembre, más de veinte años después de que esta cooperativa de confección dejara de funcionar, tras treinta años de actividad.

 Fue el pasado sábado, 19 de noviembre, cuando las que habían sido socias o trabajadoras de la extinta COINFA se reunieron para rememorar el tiempo que habían estado en esa cooperativa de confección, unas coincidieron en los años de trabajo y otras no, pero a todas le unía el haber pasado por ella, y, ahora, más de veinte años después de que la empresa se disolviera tocaba tener un momento para el recuerdo, para hablar de los malos y buenos ratos pasados delante de aquellas máquinas, que en principio sólo eran de punto, para pasar luego a la confección.

 La COINFA (Cooperativa INdustrial Femenina Alhama) supuso para Alhama, no solamente el inicio de trabajo femenino en una organización, también un factor económico importante para la economía de la época, empezó a mediados de los sesenta y se disolvió a mediados de los noventa, por lo que pasó por todos los avatares de una transición económica y de mentalidad, al tiempo que también se democratizaba la sociedad.

 La historia es rápida de contar, aunque no así las horas de trabajo que supuso su puesta en marcha, su readaptación a las nuevas normativas que iban surgiendo con los cambios de planes y políticas en el mundo del trabajo, así como los problemas que tuvieron que superar a lo largo de todo este tiempo, y hasta que fueron vencidas por ellos, lo que supuso el final de la misma, pero atrás quedaron años de mucho trabajo , muchas horas y algo de beneficio en las economías familiares que dependían de las ‘tricotosas’.

 Como ocurre en los encuentros, el momento más emocionante es el del comienzo, cuando empiezan a llegar gente que no se veía desde hace años, en ese momento embargan las emociones que luego son recordadas y dan base a charlas y animadas conversaciones, en lo que se recuerda sobre todo la alegría de los años vividos, y ya importa menos lo sufrido, es momento de disfrutar el ínstate que se tiene entre amigas y antiguas compañeras.

Palabras, cumpleaños y brindis

  Y así ocurrió en este, en el que se reunieron 47 de las muchas que pasaron por la COINFA, algunas ausencias por la distancia, y otras porque ya no están entre nosotros, como se encargaría Manoli Ramos de recordar en sus palabras preparadas para la ocasión, con la ilusión que le hizo, junto a Paqui Morales, Oti Fernández, Inés Ruiz y Paqui Ríos de preparar este día, toda ellas emocionadas e inquietas para que saliera todo bien, como salió, hasta los improvisados y coloquiales gritos animosos que se escucharon a lo largo del encuentro.

 Como también emocionante fue ver juntas a cuatro de las veteranas que iniciaron la cooperativa en aquellos años sesenta, como lo son Rosi Castillo, Dori Martín, Mari Carmen Pinos y la propia María Pinos que fue la ‘sorpresa sorprendida’, ya que en estos días también celebra su ochenta cumpleaños y, queriendo tener ella un detalle con las que fueron sus compañeras, obsequiándoles con unos dulces, su compañeras, sabedoras de esta efeméride ya le habían preparado un detalle y un ramo de flores por tal motivo. Fue un momento de emoción para María y el momento perfecto para ese brindis entre amigas.

 También se había preparado para todas las asistentes un detalle-recuerdo del encuentro, en complicidad con Foto-Sel, se les hizo una foto de grupo, como es lo normal en estos casos, pero no sabían que esa misma foto se la llevarían enmarcada,  en un bonito y práctico portarretratos al terminar el encuentro, rotulada con el motivo que las había reunido ese día.

 Así transcurrió ese sábado que se han prometido repetir, ya que algunas no pudieron estar por la distancia, o porque las fechas no eran las más apropiadas para desplazarse por motivos de trabajo o familia, pero fuimos testigos de un encuentro lleno de alegría en el que todas disfrutaron y se pusieron al día de sus cosas, y que sin duda este primero puede ser motivo para que haya un segundo, porque, al menos, se lo pasaron estupendamente.

 Gracias también por el detalle que tuvieron con nosotros.