El encuentro de los “Bastida-Moya”, una celebración multitudinaria con la Sierra de Tejeda como testigo

José Mari Bastida, lleva 45 años trabajando en París, y desde siempre había soñado con reunir a su numerosa familia en Alhama.

 José Mari Bastida, un oriundo de Alhama que el sábado, 24 de junio, cumplió 70 años, y lo quiso celebrar de una forma muy especial. Concretamente se propuso reunir a más de un centenar y medio de familiares a los que invitó en el restaurante Cortijo Moyano, donde convivieron durante parte de la jornada parientes venidos de distintas partes de España y Francia.

 Este Bastida, hijo de una humilde y numerosa familia (son diez hermanos) nació en Alhama, pero siendo muy pequeño emigró con su familia al País Vasco donde vivió hasta los 21 años. Tras hacer el servicio militar y viajar a Australia y Estados Unidos, regresó a España para trabajar en Torremolinos de cocinero, hamaquero y camarero. Hace 45 años que se estableció en París donde se ha jubilado como portero de un edificio céntrico, próximo a la Torre Eiffel. «Mi familia no se creía que se podía hacer este encuentro y con la ayuda de mis primas se ha podido conseguir», afirmaba feliz mientras veía a todos disfrutando de un buen rato y entre ellos a su pariente José Cortés Bastida, que el 10 de julio cumplirá los 78 años y su nieta Marta Roldán Cortés, que todavía no ha cumplido los cinco meses.

 El encuentro se iniciaba con muchos besos, abrazos y apretones de manos a las puertas del ayuntamiento seguido de la recepción de los asistentes en el salón de plenos por parte del concejal de Cultura y segundo teniente de alcalde, Juan Calderón, que les dedicó unas palabras de bienvenida. A continuación, realizaron un pequeño recorrido turístico de la mano de Alejandro Bullejos, técnico de la Oficina de Turismo, que incluyó la visita de la exposición de acuarelas de JM Larios y la recién inaugurada sede del Legado Brazam en Alhama, además del Centro de Artesanos del que formaba parte Antonio Bastida, un miembro de esta saga y la iglesia del Carmen donde se encuentra actualmente la patrona de Alhama cuya capilla y cripta visitaron.

 Posteriormente el grupo se desplazó hasta el Cortijo Moyano donde pasaría el resto de la jornada en animada charlas conversaciones entre los presentes que bien podía alcanzar, según el cálculo del organizador, las 170 personas, entre adultos y niños. Aquí los invitados quisieron sorprender a José Mari y, además de cantarle la tradicional canción de cumpleaños, le hicieron objeto de varios regalos, como un álbum de fotos familiares, un libro en el que las familias presentes le habían expresado sus agradecimiento y felicitaciones y un presente para que realice un buen viaje. Su deseo volver a Alhama para siempre.

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