Y las ‘Niñas de los claveles’ volvieron a encontrarse, pero en esta ocasión con sus parejas


 Precisamente pasada esta feria de septiembre se han cumplido cincuenta años de la primera expedición, algunas de ellas con tan sólo catorce años.




 Los encuentros forman parte afectiva del recuerdo, del tiempo vivido y compartido por diferentes circunstancias que se nos presentan a lo largo de nuestra vida, bien sea con los compañeros de escuela, instituto, carrera, mili, aventuras, trabajo, deportes, generaciones, etc. En este caso es el recuerdo de aquellas, entonces niñas, que para sacar el ‘peón’ se dedicaban a la recolección de claveles, un trabajo nada fácil, con muchas horas al día y en condiciones laborales precarias, y que les marcaría para siempre como las “Niñas de los claveles’.

 En 2009 se reencontraron por primera vez, y ahora, seis años después lo han vuelto a hacer, pero ahora con sus maridos, fue el pasado 23 de agosto, domingo, y precisamente en este 2015 se cumplen cuarenta años desde que las primera salieran de Alhama para efectuar este trabajo, ya que fue pasada la feria de septiembre de aquel 1965 cuando partiría la primera expedición a las que luego seguirían otras.

 Comentaban: “Nos alegremos todas de volvernos a encontrar, parecía como si no hubiese pasado el tiempo, mucha complicidad, había algo muy especial entre todas, y los maridos también revivieron aquellos años de juventud. Fue muy bonito, un segundo encuentro emocionante, y con la lectura del cuento de Conchi Castillo creo que a todos una lagrimilla se escapó. Terminamos con el propósito de volvernos a reunir, esperemos que las que no pudieron estar lo hagan en el próximo encuentro”.

Lugar de trabajo: Valle-Niza
Cantidad de alhameñas trabajando al mismo tiempo: Sobre 60
Sueldo medio semanal: 300 pesetas (algo menos de 2 euros)
Trabajo: Recolección y tratamiento de claveles.

El cuento que contó Conchi:

 

 Hace muchos años resulta que en Alhama pasó lo que en el cuento de Hamelín, que al sonido de una flauta el pueblo sin niños se quedó. Pues muy parecido fue lo que en Alhama sucedió, un pueblo donde nunca pasaba nada, un buen día una noticia sorprendió, dos autocares llegaron, de la Costa del Sol venían, dispuestos a llevarse de Alhama todas las mocitas que había, cortar claveles sería nuestro trabajo, entre flores todo el día, era maravilloso íbamos a salir del pueblo, a la costa, cerca de la playa a trabajar, atrás dejaríamos la casa, la familia, nos íbamos a independizar.

 Cuando a nuestro destino llegamos ganas nos dieron de volver, qué desilusión cuando vimos el sitio donde nos teníamos que meter. Pronto nos acostumbramos, sin apenas conocernos una gran familia todas llegamos a ser, risas y bromas no faltaban, y aunque muy ‘jarticas’ de trabajar, siempre teníamos tiempo, como niñas, de ponernos a jugar.

 Llegaba el fin de semana y el domingo los novios venían, todo eran carreras la casa salón de belleza se volvía, ¡cuántas vivencias compartidas!, nostalgia de tiempos que no volverán, y seguro que todas siempre vamos a recordar.

 Muchos años pasaron y algunas no nos volvimos a ver, hasta que un día se nos ocurrió volvernos a encontrar cuarenta años después, fue un día inolvidable y lleno de emoción, algo muy especial sentimos muy dentro del corazón, prometimos volverlo a repetir y hoy seis años después de nuevo estamos aquí, nos alegramos volver a encontrarnos, y juntas recordar, el tiempo de nuestra juventud que ya no volverá.

 El tiempo en balde no pasa, y aunque seamos madres, tías, abuelas… y tengamos otros deberes, nosotras seremos siempre LAS NIÑAS DE LOS CLAVELES.

Conchi Castillo

 

Las fotos del encuentro del 23 de agosto 2015 
















Las fotos de grupo se pueden pulsar para ampliar