El II encuentro de emigrantes alhameños vuelve a emocionar

  En un sencillo acto exento de protocolo los emigrantes alhameños e hijos adoptivos de Alhama volvieron a recibir el cariño de nuestro pueblo, su pueblo.

 El salón de actos se quedó pequeño para dar acogida a los 67 participantes y familiares que los arroparon, Domingo 14 de agosto, ocho y media de la tarde, Pepe Espejo Espejo, “Pepe el Gañan”, presidía un acto que si por algo se caracterizó es por la ausencia total de protocolo, algo que estas gentes a las que se homenajeaba no necesitan, el cariño de nuestro pueblo, representado por Rafael Ochoa Villarraso, y Álvaro Molina Crespo que como anfitriones y maestros de ceremonia hicieron entrega, junto a Pepe Espejo, de los diplomas y obsequios ofrecidos por el Ayuntamiento a los participantes al acto.
 
 Rafael Ochoa Villarraso, pronunció las palabras de bienvenida y agradecimiento a los presentes y disculpó la no asistencia del alcalde por problemas de agenda.
 
 El autor intelectual de este encuentro “Pepe el Gañan”, con su estilo directo, llano y con sabor a autenticidad dijo que “Alhama se merece este tipo de eventos y que somos más los alhameños que estamos fuera, que los que hay aquí”. Tal vez no le falte razón.
 
 Previo a la entrega Juana Benítez dio lectura aun poema escrito por su madre, Juana Villarraso en el que, desde su perspectiva de hija de la emigración, manifiesta su amor por Alhama y el deseo de que alguna vez sea capaz de ofrecer trabajo a todos sus hijos sin excepción.
 
 Seguidamente cada uno de los congregados para recibir el diploma acudió a recogerlo, con la emoción reflejada en la cara, en el gesto y en las palabras, sencillas, humildes, y sinceras con las que cada cual agradeció el detalle, con breves poemas improvisados, palabras emocionadas y la alegría por este reconocimiento de su patria chica.
 
 Finalizó el acto con la despedida de Rafael Ochoa que agradeció nuevamente la presencia de todos y manifestó el deseo de volver a verlos el año próximo.
 

En Alhama de Granada
 
En Alhama de Granada
vieron mis ojos la luz
y en lo mejor de mi vida
tuve que dejar el sur.
 
Barcelona me acogió
tierra llena de emigrantes,
gentes que miran al sur
con los ojos anhelantes
y en la memoria el recuerdo
de otras gentes y paisajes.
 
Aunque resido en el norte
yo siempre miro hacia el sur,
Andalucía y mi Alhama
el pueblo en el que nací
y la tierra que me llama.
 
Nunca hubo pan para todos
en esta mi tierra amada
ni lo hubo en mis tiempos
en mi juventud dorada
ni todavía lo hay
en tiempo de mi otoñada.
 
Espero que sea algún día
tierra de pan para todos
y que nadie aquí nacido
tenga que salir de Alhama
a buscar ese futuro
que aquí se le denegara.
 
(Juana Villarraso Correa)

Fotos: Prudencio Gordo.