Un año más la generación del 73 se reunía y esta vez muy especialmente, porque éste ha sido el año de los cuarenta.
Han cumplido 40 abriles y qué mejor forma de celebrarlo que con los de la generación, con quienes tantos momentos se han compartido.
Tras una organización previa de un par de meses, tras ponerse de acuerdo en fecha, forma y lugar de celebración, llegaba el gran momento que era el sábado 23 de noviembre.
Decidían celebrarlo con una cena en el restaurante asador Pato Loco, y comenzaban a las nueve de la noche, y como había tanto que contar les dieron la una, las dos, las tres y las cuatro…
Como siempre que se reúnen, recordaron muchas anécdotas de la infancia y de la adolescencia, muchos momentos y experiencias que a todos les encantó rememorar de nuevo.
Y es que para eso están las buenas amistades, para recordar los buenos momentos vividos y compartidos. Al menos una vez al año, hay que recordarlos.
Pasaron una gran velada con un apetitoso menú, un buen servicio, una agradable compañía y un buen ambiente.
Se hizo tan corto que ya están pensando en el próximo reencuentro del año que viene.