Mística fáctica

Ya recé a mi Dios, que es el Dios de Spinoza, / que es un Dios, tan magnánimo y piadoso / que, ni premia, ni castiga, ni se inmola, / ni ha catedrales, ni pompas, ni oros.

Aprender a olvidar (y III)

Cuanto nos hubiéramos ahorrado en España si los prepotentes, inútiles y patrioteros militares de finales del siglo XIX, hubieran olvidado a tiempo sus ínfulas de potencia imperial.

Las maravillas del pensamiento simbólico

Las personas, los animales y las plantas, como seres vivos, tenemos cosas en común: estamos formando de células y para nuestro desarrollo, transformamos en energía agentes externos. 

Aprender a olvidar (II)

El grave conflicto que El Llano en su conjunto, tiene planteado con la inmigración masiva, pero en concreto, más agudizado con la inmigración marroquí, exige soluciones inmediatas.

¡Gracias a Dios!

“Todos los occidentales y originarios del mundo desarrollado, que os creéis los -reyes del mambo-, sois en realidad bastante torpes…”.

Aprender a olvidar (I) “Mientras no olvidemos lo que fuimos, no seremos lo que deseamos”

La vida es evolución y cambio, pero no puede evolucionar el que se aferra como a un viejo dogma a sus antiguos principios.

Años de "pío”, siempre fueron “lucíos”

Ayer puse una palabra para nuestro diccionario. Una palabra que, aunque nuestra, hoy no conoce casi el 99% de nuestros jóvenes y no demasiados de nuestros adultos.

Democracia y participación

Si no hay participación ciudadana, podrá haber libertades formales, pero no habrá democracia.

Carta a un altruista ingenuo

No hay cosa que me cause más desasosiego ni frustrada rabia que, observar en los documentales de la televisión como un león devora a un búfalo.

"Hacer buenas migas"

Esta frase o dicho, es una expresión del mundo rural y también muy de nuestro Llano que, creo que aquí la entendemos todos, también los más jóvenes: llevarse bien con alguien, tener una buena relación afectiva con otra u otras personas, tener buen "feeling" con alguien, que se dice ahora.

Los genes y el caparazón

Cuando Darwin y Mendel publicaron sus trabajos de "Evolución biológica por selección natural" o "Las leyes de la herencia" en los que, el causante original de su evolución, determinación o transmisión, el gen, aún no se conocía ni siquiera superficialmente, qué fuera ese "bichito", al que sólo se conocía por sus efectos.