- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

El regalo por antonomasia que se impuso en el cumplido de visita a los enfermos, fue… ¡la lata de melocotones en conserva!
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Siempre habíamos pensado que sólo podía haber un mundo feliz, si ganaban “los nuestros”; luego, donde ganaban “los nuestros”, no podía haber un mundo infeliz.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Sí hay en todo El Llano un eslogan, mensaje, o frase que tenga un especial contenido y significado para su gente, éste sería sin duda alguna el de “Las Tres Marías”.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

No puedo entender que, siendo todos trabajadores del mundo, pueda esto ser verdadero racismo, hacia las trabajadoras y trabajadores de la otra parte.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Estos nuevos okupas constituyen ya una verdadera mafia organizada, con sus asesores a sueldo, sus consultoras y constituidos ya como una verdadera inmobiliaria.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

A la muerte de Felipe Martín Chica, mi amigo del alma.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Inicio este relato con una breve historia de mi maratón hospitalario entre los 74 y 77 años.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Parece que fue ayer, pero cuando ajusto la cuenta "por lo fino", resulta que me salen casi los setenta años.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

La compasión y la caridad, son dos valores que ahora se cotizan a la baja.
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

Este verano, aprovechando las mejores noches de nuestro peculiar verano, y por razones que no vienen al caso, decidí dormir en una de esas tibias noches de julio, en mitad del Llano, a la intemperie y en la tierra, que ahora llamo "mi motor", y antes era "la haza de Los Pilancones".
- Detalles
- Escrito por: Juan Miguel Ortigosa Palma
- Categoría: El campesino inquieto

El otro día, una persona de la que me fío bastante, y que sabe bien de lo que habla, me dijo muy serio: 'Juan Miguel, tienes un corazón que no te cabe en el pecho".