Vivencias y recuerdos

Cuando pasas la barrera de los setenta años, empiezas a hacer balances de vida y a catalogar vivencias y recuerdos de las experiencias vividas.

 Y, sobre todo, a evaluar actitudes, hechos, acciones, comportamientos e historias, como si el juicio positivo o negativo que ahora podamos tener de ellos, pudiera influir en la resolución que entonces tomamos o de suavizar sus consecuencias negativas. Sientes ciertamente, añoranzas y nostalgia de algunos pasajes de tu vida, sobre todo de los más antiguos y que rememoran escenas y recuerdos de aquel paraíso que fue la infancia, única, irrepetible e intransferible. De otro, te sientes aliviado y complacido de haberlos superado en su momento, y con ellos, miedos, complejos y dudas. Incluso, ahora tienes la sensación de que todos ellos te fueron dando sabiduría, fortaleza y experiencia. Otros, en fin, que te permiten constatar que, el tiempo pasa volando y que en realidad sólo ha sido como un relámpago fugaz, entre un puñado limitado de acontecimientos reseñables, positivos y negativos y donde concluyes que, la mayoría no son más que etapas que van marcando ese paso del tiempo. Lo que en absoluto significa que pasemos o debamos pasar la mayor parte de nuestra vida "intentando matar el tiempo", que es el mayor bien que tenemos y que, antes, al contrario, ya se encarga él de ir matándonos a nosotros, sino de aceptar y entender, que no todos los días puedan ser "excelentes y festivos" ni de lucha total contra lo aciago y negativo, aunque trabajemos para ello.

 Confortablemente tranquilo, constato también que, en mi vida no han existido episodios que hayan supuesto insoportables infiernos, reales o psíquicamente sentidos, aunque tampoco, días de éxtasis supremo o de confort y disfrute espiritual absoluto. Si bien, esto no significa para nada que sienta o entienda que, he tenido una vida mediocre vulgar y anodina, sino que por el contrario y desde mis limitaciones, he intentado y creo que, a veces conseguido, darle sentido y continuidad a lo vivido, con valores, logros y fracasos. Como hombre "renacentista", que me siento y apasionado de todas las disciplinas, ciencia, astrofísica, historia, arte, literatura, antropología...desde mi realidad limitada, siempre tuve algún motivo para soñar y siempre tuve algún sueño que me motivará para vivir. 

 El compromiso con la gente, me llevó al activismo militante y a la participación política

 Como en tanta gente, creo que mi vida ha sido una permanente evolución: desde la fe al agnosticismo; desde la radicalidad política, a la moderación; desde el racionalismo marxista a la racionalidad afectiva. Remedando a Groucho, aunque sin el esperpento, diría que, "si no me gustan unos principios, los cambio por otros, pues sólo el inmovilismo, es fanático e irracional.

 El compromiso con la gente, me llevó al activismo militante y a la participación política en el medio donde desarrollaba mi trabajo: el municipalismo, (veinte años de brega en el ayuntamiento) y en el sindicalismo agrario y la promoción del cooperativismo, donde constaté, después de treinta años de actividad ininterrumpida, que no había conseguido mejorar el mundo, como de forma idealizada, había imaginado. Pero sí pude verificar con el tiempo que, tanto trabajo y esfuerzo no había sido baldío: si poco pude cambiar del mundo exterior, si había conseguido cambiarme a mí y siento que para mejor. Las luchas por la causa política, me hicieron más fuerte, me volvieron más sabio y me hicieron más prudente, empático y solidario. Y sobre todo, me ha hecho asumir sin envanecerme ni desanimarme, los logros y los fracasos, los éxitos y las derrotas los pasajes brillantes, luminosos y excelsos y otros menos brillantes, miserables o mezquinos, que "de todo ha habido en la viña del Señor". Todos pertenecen a mi vida y todos los asumo y reivindico.

 Después ya vino la incorporación al mundo, Europa, Mercado Común, mundial de fútbol, la Expo, Olimpiadas… 

 Dicho todo esto, quisiera ahora hacer un compendio sin orden, concierto o relación cronológica, que a modo de pequeños "flash" o destellos, puedan ilustrar los recuerdos que gestionan toda una vida, que, de forma sencilla, que no frívola, puede verse reflejada en este "fraseario" de anécdotas, historias, realidades, vivencias y circunstancias, de toda una época, una vida, una comunidad, unas costumbres y una situación económica, política, laboral y social. Quizás con tan poco, podamos reflejar todo lo que pretendo: acercarnos un poco a la historia y a los acontecimientos, de los últimos ochenta años en nuestro Llano y en nuestros pueblos. Me viene al recuerdo:

 * Cuando aún andaban rodando por las mesas de las casas, las "cartillas de la ración", que recordaban "hambrunas" más severas.

 * Cuando las tiendas "del fiao", salvaron hambres y el pan del día se "apuntaba con reolas".

 * Cuando funcionaban las semanerías, facilitando las pequeñas compras familiares, que se pagaban luego con aportaciones semanales en dinero o especias.

 * Cuando los reyes magos eran sordos o tontos, porque nunca se enteraron, aunque se lo repetí mil veces en mis cartas y en mis oraciones, que mi gran ilusión era una "bici" pequeña.

 * Cuando nuestras madres se enorgullecían "de que sus hijos no habían pasado nunca hambre". (¡Qué sabrían ellas!).

 * Cuando medio pueblo pedía "¡un poquito de pan, por Dios!", y el otro medio respondía "¡perdona por Dios!"

 * Cuando era un manjar el "tocino de la soha", con granos de pimienta incrustados.

 * Cuando un cántaro de agua del Pilar, era un lujo que costaba bastante, del único dinero del que se disponía entonces: el tiempo.

 * Cuando las inyecciones las ponían la Cecilia de Juanico Pulligones, la Concha de la Elilla, Joseillo el de las Cabras y Antonia la Hameña. 

 * Cuando "El Follero" le echaba una "saeta" nueva a tu trompo y le pagabas las dos perras gordas, ahorradas durante la semana.

 * Cuando la gente se enganchaba a los lacrimógenos seriales radiofónicos, Cristal, Amarrosa o Simplemente María, Pepe Iglesias "El Zorro", Boby Deglané y Matías Prat.

 * Cuando los niños del Llano veíamos por primera vez el mar y pensábamos: "¡qué grande y sin niebla!".

 * Cuando en los años cincuenta íbamos al nuevo cine del pueblo, y los más ricos, hasta se llevaban el brasero de carbón con ellos.

 * Cuando el trigo al "depósito" el estraperlo y "el pan amasao" en las casas para toda la semana.

 * Cuando "comprar "porhunto", era "comer de balde". 

 * Cuando las madres nos "purgaban" semanalmente con aceite de ricino y nadie las acusaba de torturadoras.

 * Cuando toda la cobertura sanitaria del Llano consistía en "la iguala médica" que tenía la gente de los tres pueblos, con don Antonio, médico de Ventas.

 * Cuando en San Marcos se iba en carros de mulos, a Las Alcaicerías y andando a Lucena.

 * Cuando el tren marcaba horarios, costumbres y destinos, en Las Ventas y una parte del Llano.

 * Cuando Zarra marcó su legendario gol a la Pérfida Albión.

 * Cuando Consuelo cosía los vestidos para las mozuelas y Arturo, el sastre, confeccionaba los trajes para los mocitos.

 * Cuando a los niños del Llano nos parecía que Ventas C. de F. militaba poco menos que en la "primera división", con: Fatigas, Manolo el de Las Delicias, Valerio, Millona, Pepón; Garceta, Laurilla; Demetrio, Cleto, Cirilo y Alberto El Nono. ¡Y además, con equitación completa!

 * Cuando los bares por antonomasia eran: la posada de María Tedoro, Juandes, Placidones y Batatero o Eliseo, en la plaza, La Parrala en El Barrio y Antonio La Fonda o "Grabiel", en El Pilar. En Ventas, La Juana y El Rinconcillo.

 * Cuando los quintos no se medían por la talla, sino por la "hangada" que harían aquella noche.

 * Cuando las contrataciones de jornaleros o peones, se hacían en la Plaza, con una copa de aguardiente seco y un chumbo fresco.

 * Cuando en las cuadrillas, después de "cortar el traje" a todas las mocitas y mocitos en edad de merecer, se comía el gazpacho, todos en el mismo plato, con vinagreras y sopas de aceite con una raspa de bacalao.

 * Cuando sentado, quieto y entelerido, sin mover ni un dedo de la mano, retabas a tranquilizar a las lombrices intestinales, el peor suplicio de mi infancia.

 * Cuando acertabas con el vestido de la feria, sin morirte de frío ni de calor y domando tus zapatos de Segarra, encargados a Las Paulinas. 

 * Cuando la feria de Ventas traía nieblas, (lo que era un año sí y otro también) y las mocitas veían con espanto, arruinarse sus permanentes y ponérsele los pelos como escarpias.

 * Cuando a veces, la diversión quedaba reducida a misas, novenas, triduos, vía crucis, las flores de mayo y el rosario de la Aurora, que solía acabar siempre mal.

 * Cuando los hombres, "se vestían por los pies y así nos fue durante los próximos cincuenta años.

 * Cuando las canciones duraban mucho más de un año en candelero, con Machín, Nat King Cole, J. Sepúlveda o José Guardiola.

 * Cuando la escuela era de "los niños con los niños y las niñas con las niñas", con leche en polvo, mantequilla y queso, de los americanos.

 * Cuando Federico Martín Bahamontes ganaba su primer "tour".

 * Cuando el Madrid ganaba todas las copas de Europa.

 * Cuando llovía, nevaba, caían chuzos de punta y se anegaba El Llano cada año.
 
 * Cuando vimos el primer partido de fútbol por la tele-nieve, y "hasta a veces se veía al portero botar la pelota".

 * Cuando en El Llano se sembraban los primeros tomates.

 * Cuando por las tardes veíamos en la tele, Guillermo Tell, Bonanza y la Casa de La Pradera y por la noche a Frank Joham en Noche del Sábado. 

 * Cuando en plena campaña de siega, El Llano se quedaba desierto ente cuatro y siete de la tarde, porque peones y patronos acudían puntuales a la tele de los bares y cafés del Llano, para ver torear a Manuel Benítez, "El Cordobés” y su salto de la rana. 

 * Cuando el gol de Marcelino a Rusia, que nos dio la Copa de Europa.

 * Cuando el hombre pisó la Luna, aunque todavía algunos no se lo crean.

 * Cuando en El Llano superamos por primera vez la renta de las ciudades.

 * Cuando amaneció luminoso un domingo 15 de octubre de 1972 y mi Conchi y yo lo aprovechamos para casarnos.

 * Cuando "a los más espabilados de la izquierda", nos llamaban al "cuartelillo", acusados de estar haciendo la "reforma agraria" en el Llano y no era el Día de los Inocentes.   

 * Cuando murió el dictador y amaneció una pancarta que decía: "Pueblo, ha nacido la esperanza".

 * Cuando estalló la fiesta de la democracia, con sus luces y sus sombras, sus sueños y sus fantasmas, pero con libertad para todos.

 * Cuando "El Llano Unido", dio una lección al mundo, de lucha y reivindicación agraria, con la llamada, "guerra de las lechugas".

 * Cuando la ETA. intentaba asfixiar la credibilidad de la izquierda, con sus macabros asesinatos.

 * Cuando los que nunca habían encendido ni una cerilla, de repente se sintieron "quemados" y decepcionados por la política y por la democracia.

 * Cuando el coronel Tejero, quiso asesinarla y un grito de congoja y miedo, recorrió todos los pueblos de España.

 * Cuando se consolidaba la democracia, con la alternancia al poder de la izquierda.

 Después ya vino la incorporación al mundo, Europa, Mercado Común, mundial de fútbol, la Expo, Olimpiadas… (hasta posteriormente se ganó un mundial de fútbol y entre todos, derrotamos a ETA) Desde allí, lo recordáis mejor que yo. Idlo anotando para que podáis pasar testimonio y testigo a las generaciones futuras.

Juanmiguel, Zafarraya.