Octubre de 1971: con un pelado de quinto recién licenciado, me incorporo por fin al que ha de ser mi trabajo durante muchos años: la escuela.
Y, en su honda ternura sufrida / borda el sueño en ese pequeño, / que hoy, es la razón de su vida, / desvelo y entrega en su esfuerzo…
Mi poema, dedicado en especial prender el amor por la lectura, lleva en su más profundo sentido el efecto noble de ir creciendo en valores que conlleva una buena lectura.
Han pasado los años, / pero nunca borraron tu recuerdo.
Sí recuerdo de mis padres, / su entrega de amor, conmigo, / así, quiero yo, educarle / y, que se duerma, un poquito…
Y en sus momentos de silencio / cuando se hielen sus sonrisas / tú serás con fuego, el leño, / aliviando su triste herida…
Que detengan los cañones / que están vomitando muerte. / Paren los tanques de acero / que aplastan la libertad.
Este año triple celebración para los alhameños, por Andalucía, Alhama y su Carnaval.
Hoy quiero regalarte / algo como mi amor, indestructible.