Tal vez cogí el tren equivocado. ¿O es que este tren camina marcha atrás?
Tal vez cogí el tren equivocado. ¿O es que este tren camina marcha atrás?
Ante mis ojos, caminos y veredas por las que nadie pasa. Calles vacías, por las que ahora el tiempo perezoso se arrastra.
El ejemplar de esta semana trae un inédito poema de La Gata sin nombre y un breve ensayo de Silverio el Tigre, este sitúa al “yo” poético del poema en torno a principios del siglo XV, dice que el “yo” del texto lleva a cabo una visión.
Se llenarán bulevares, avenidas, plazas, paseos… con el paso pausado de los viejos con los chiquillos jugando con el correteo de los perros.
Como sabéis, el licenciado en la vida Don Pedro y catedrático de la libertad, siempre alterado por el estado del Ibex 38, de acá para allá en su su BMW Serie 4 paquete Asno M.
Canta alondra y el río, calla, despertando, con su vida, dulces sueños, en su más dulce alborada.
Quien trabaja, tiene una paga y horario que en contrato fija. Tú, siempre lo hiciste por nada y, sin horas, en noche y día…
Y otra vez la cuesta arriba. Y otra vez doblar la espalda. Lo mismo que hizo ayer, lo mismo que hará mañana.
Ames a quien ames, quieras a quien quieras, lo importante es una correspondencia mutua, si estás enamorado o enamorada ¡feliz día!
Se llama Merceditas. Es la hija de Frasco y de Teresa. Solo tiene once años y hoy ya no va a la escuela. Camina calle arriba con un cesto en la mano y un niñito rechoncho en la cadera.
Llenadlo de simples alegrías, de sonrisas limpias, de miradas con ojos brillantes. De abrazos porque sí, porque nos da la gana porque nada ni nadie nos lo manda.