
Hoy quise hacer un alto en el camino y me sentí feliz. Feliz por tantas cosas que la vida me ha dado. Feliz porque quisiste caminar a mi lado.
Este año, Señora, me quedé esperando en mi ventana. Esperando tu paso, como todos los años.
En su borriquilla, con sandalias de goma, pantaloncillo corto, y sombrero de paja va dejando el pueblo atrás.