“Hay gente que vale más por lo que calla que por lo que dice”, (frase atribuida a Oscar Wilde).
Se cuenta que el simpático ministro Solis Ruiz preguntó en las Cortes franquistas: “En definitiva, ¿para qué sirve hoy el latín?
Andan, desde hace tiempo, las derechas y las ultraderechas (cada vez se hace más difícil diferenciarlas) de aquí y de allende los mares soliviantadas con Francisco.
Debería usted estar al tanto de lo que pasa cuando llueve, porque me consta que los encargados han remitido todos los informes pertinentes.
Esa es la sensación que tengo últimamente, la de que ya nada es como solía ser y que los referentes a los que me aferraba para flotar en el inmenso océano que es la vida parecen haberse diluido.
Hace bastantes años, en tiempos pre internet, una periodista española bastante prestigiosa escribía que, mientras uno de sus hijos abría uno de los regalos de reyes, otro le decía: “Jódete, es un libro”.
Especialmente desde que Fraga Iribarne organizó las cosas para que Landa López Vázquez y Martínez Soria protagonizaran infinitas películas.