Creo que fue Borges el que pensaba que era triste tener apego a las cosas, porque las cosas no saben que nosotros existimos.
“Hay gente que vale más por lo que calla que por lo que dice”, (frase atribuida a Oscar Wilde).
Se cuenta que el simpático ministro Solis Ruiz preguntó en las Cortes franquistas: “En definitiva, ¿para qué sirve hoy el latín?
Andan, desde hace tiempo, las derechas y las ultraderechas (cada vez se hace más difícil diferenciarlas) de aquí y de allende los mares soliviantadas con Francisco.