Manuel Miranda Moreno uno de los karatekas alhameños más laureados.
En su haber varios campeonatos de Andalucía y campeón internacional (Andorra) en kumite (combate) competidor duro, fuerte y resolutivo, noble y simpático.
Manuel se ha ganado la admiración de todos por su fortaleza, su espíritu y su carácter. No solo destaca en su habilidad técnica y estratégica, sino que su forma de competir refleja los valores de respeto y humildad que caracterizan al verdadero karateka.
Para conmemorar su logro y su entrega, el sensei del Club Alhama Ippon, Antonio Mateo, ha plantado un pino en su honor, siguiendo su propósito de plantar un árbol por cada alumno que ha alcanzado el cinturón negro en el club desde los inicios, cada nuevo "kuro obi" este acto ecológico, a la vez que simbólico, que une el arte marcial con el respeto por la naturaleza. “Los árboles en cuestión son pinos, cuya característica es la de tener hoja perenne, como perenne es mi admiración y amor por todos vosotros,” expresa el sensei al realizar cada plantación. Este gesto, lleno de simbolismo, honra tanto el esfuerzo personal de cada alumno como el valor de dejar un legado duradero.
El pino que lleva el nombre de Manuel será un recordatorio constante de su perseverancia y de la constancia que le ha permitido alcanzar este hito en su vida. La hoja perenne del árbol refleja su compromiso inquebrantable y la dedicación con la que ha abordado su formación en karate. A lo largo de los años, Manuel ha demostrado que la disciplina y el trabajo arduo rinden frutos, y su ejemplo motiva a las generaciones que vienen detrás. Este árbol, firme y creciente, representa no solo su fortaleza como karateka, sino también su conexión con unos compañeros, en el deporte y en la vida, que lo valoran y lo admira.
Con el tiempo, este pequeño bosque de pinos plantados en honor a los cinturones negros del club seguirá creciendo y se convertirá en un símbolo vivo del esfuerzo, la humildad y el amor por el karate que cada uno de ellos ha dejado en Alhama y comarca.