
Aunque los clientes de la posada eran mayoritariamente arrieros que venían de la Axarquía, también los había procedentes de otros lugares, que, como aves migratorias, llegaban en épocas determinadas según el género que ofrecían o el servicio que prestaban. Eran recoveros, buhoneros, segadores, ‘tocaores’, afiladores, estraperlistas… y Pepe Negro.