No me llega la camisa al cuerpo



Desde ayer por la noche, exactamente.

Querido Silvestre




Te llamo así en homenaje al desafortunado gato de mi infancia de espectador de las desgracias de diversos felinos.

El chico del adiós



Lo del chico lo escribo en un arrebato de autoconfianza y por aquello de emplear el título de una magnífica comedia romántica.

Volver la vista atrás



Es un ejercicio sano, de vez en cuando, por supuesto.

Sobre lo divino y lo humano



Supongo que muchos de mis pocos lectores, pensarán que es éste arduo tema para desarrollar en el breve espacio de poco más de un folio.

Soy un firme partidario de la austeridad



De la austeridad personal que me permite cambiar cachivaches, artefactos y lujosos viajes por tiempo.

Querido Alfonso



Leo que has firmado un manifiesto de apoyo al rey emérito.

Viene de camino



Siempre está por llegar, o a punto de llegar.

En defensa de Juan Carlos



Que, a fin de cuentas, no ha hecho nada que no hubiese hecho cualquiera en su lugar.

Hasta las narices



Utilizo por deferencia al lector y correcta urbanidad la palabra más suave, claro.

Pero no las últimas tardes con Marsé



“Diecisiete años tiene mi criatura”