Cervantes, Alhama y las alhameñas Cenotia y Elena de Céspedes


Miguel de Cervantes, el inmortal autor de El Quijote, estuvo, al menos, dos veces en Alhama y, más aún, a pesar de prácticamente evitar toda alusión en sus obras y escritos a Granada, cuando abundan los dedicados a Málaga, Córdoba y, por supuesto, Sevilla, como escribe Daniel Eisenberg, editor del Boletín de la Cervantes Society of America, "para confirmar la magia, el misterio, el encanto que rodeaba Granada, hay el más importante, y casi el único, granadino en las obras de Cervantes. Se trata de la maga Cenotia, de Alhama, que aparece en Persiles, 11, B. Controla la hermosura. el tiempo, la riqueza. Es también la mujer de mayor carga erótica de todas las suyas, por lo general castas o casadas".


Andrés García Maldonado
Presidente del Patronato de Estudios Alhameños




 Antonio Arenas, en su permanente buscar e indagar sobre todo aquello en lo que simplemente pueda aparecer el nombre de Alhama, ya nos ofreció hace dos años, un amplio comentario al respecto, por medio de esta misma Publicación del Patronato, acercando la cuestión a los alhameños.

 Ahora, con ocasión del cuarto centenario de la primera edición de la inmortal obra "El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha", creemos lógico sumarnos a los actos y conmemoraciones que se están celebrando por doquier, especialmente por el mundo de habla española, ya que, se quiera o no, hay hechos que, en alguna medida, comenzando por las razones culturales, nos obligan a ello y, más aún, si tenemos en cuenta lo anteriormente indicado.

 Mi buen amigo Antonio Jiménez -"que buen señor a pesar de los vasallos que no saben que ser antes que envidiosos y cortos de luces y grandeza espiritual"-, incansable presidente del Centro de Estudios Axárquicos, en la edición especial que llevó a cabo de "El Capitán Cautivo" de Cervantes, con ocasión de! Cuatrocientos cincuenta aniversar.io del nacimiento del escritor, en el estudio preliminar que efectuó, nos concreta y documenta, con el rigor y profundidad que le caracteriza, el paso de Cervantes por la misma ciudad de Alhama, primero hacia finales de septiembre de 1594, procedente de Vélez-Málaga y camino de Loja y, después, en la primera quincena de octubre de ese mismo año, procedente de Granada y camino de Vélez-Málaga.

 Como varios autores apuntan, aunque hasta ahora no se ha encontrado documentación que concrete las poblaciones que pudieron ser, Miguel de Cervantes "visitó pueblos de toda Andalucía y algunos del reino de Granada a los que antes le había llevado sus andanzas de comisario de los proveedores de flotas para el aprovisionamiento y requisa de las armadas de las Indias y de la Invencible", entre los que podía encontrarse Alhama, tanto por su posible importancia como por ser •camino tanto usual como obligado entre Granada y Málaga. En aquellos años de 1587 a 1593. Después de esto fue cuando su amigo Agustín de Cetina, contador del Rey, consigue para él el nombramiento y cargo de comisionado del cobro de atrasos de tercias y alcabalas que al tesoro de Su Majestad se debían en el reino de Granada.

 Refiriéndonos a este paso de y hacia Vélez-Málaga es importante, como nos expone Antonio Jiménez - quien nos lo comentará personal y directamente a los alhameños con ocasión de los actos que tenemos programados para principios del próximo otoño-, el que nuestra hermana de Vélez, en buena medida, se encuentra entre las circunstancias realmente curiosas y de interés en relación a Miguel de Cervantes y su obra cumbre: "No por la particular cuota de que Vélez-Málaga pudiera aportar a Don Miguel, en proporción con la los otros pueblos, aldeas, ventas y caminos y trochas de Andalucía, sino por la directa, concreta y fatal culpa veleña en el mismísimo encarcelamiento de Cervantes en Sevilla donde así engendra el Quijote, si hemos de hacerle caso a don Miguel, como todos los biógrafos actuales, cuando escribe en el arranque del Prólogo: Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir el orden de naturaleza; que en ella cada engendra su semejante." Y así, “que podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío sino la historia un hijo seco, avellanado, y lleno de pensamientos nunca imaginados de otro bien como quien se engendra en cárcel, donde toda tiene asiento y donde todo ruido tiene su habitación".

 Concretamente, los cobros que tenía que efectuar don Miguel de Cervantes en esta comisión real encomendada eran 2.459. 989 maravedís, los que correspondían a un total de siete partidas, la mayor de ellas la de la Casa de la Moneda de Granada, que ascendía a 859.134 maravedís, y la menor la de Baza que eran 34.000, la de Alhama-Loja ascendía a 174.885 maravedís. Concretamente la de Vélez-Málaga, que sería la que después le traería de cabeza y acabaría con él en la cárcel, era de 277.049 maravedís. En el cuadro que reproducimos del estudio preliminar citado de Antonio Jiménez, observamos las cantidades en concreto y cuales se cobraron.

 La carta real de nombramiento de esta función recaudadora concretaba, además de numerosas consideraciones sobre los cobros, que se iría con "vara alta de la justicia real", requiriéndose a las personas que habían de pagar sin que se les pudiese poner dificultad y, si éstos se negaban, tenían que efectuar la cobranza en sus personas y bienes, así como en las de los fiadores, las ejecuciones y diligencias necesarias hasta que abonasen lo debido, así como los salarios de los días que en ello emplease, por lo que si era necesario se tenía que llegar a la venta y remate de los bienes de los deudores, todo ello con declarada anuencia del Rey, que garantizaba a los que los adquiriesen. Lógicamente, se ordena a justicias, tribunales y audiencias que prestaran entero favor y ayuda a estos comisionados, debiendo cumplir sus mandatos al respecto escribanos, alguaciles y demás personas de los concejos y administraciones.

 Y a pesar de todo esto, las cuentas no le cuadraron a don Miguel y, como escribe Luis Astrana Marín, no miremos "con enfado esta sucesión de números, pues de su involucración por los contadores , sobrevino la célebre prisión de Cervantes en Sevilla. Y de la prisión se engendró el Quijote. Ved la transcendencia del asunto y -~ necesidad de esclarecerlo para tan. buena fama. ¡Oh felix culpa! (Exclamará alguien), si ella dio origen al libro portentoso".

 .,.Como nos expone Antonio Jiménez, tras no pocas investigaciones, lo cierto fue que don Miguel no pudo justificar el no haber cobrado la cuenta de Vélez-Málaga, "la evidencia última es que no pudo cubrir el descuadre entre sus depósitos y el alcance total de la Comisión", lo que, en definitiva, originó, tras no pocas idas y venidas y duras vicisitudes -donde se pone bien en evidencia la administración y justicia que existía así como la catadura moral de no pocos jueces-, el encarcelamiento de Cervantes entre finales de septiembre y principios de octubre de 1597, tres años después de haber pasado de o para Alhama desde Vélez-Málaga, lo que también pone en evidencia "la agilidad remota y tradicional de nuestra justicia y administración", permaneciendo en prisión hasta el mes de abril del año siguiente, 1598.

 En lo que a su paso por estos pueblos de Granada y Málaga se refiere, siguiendo el diario de ruta, magníficamente descrito por Antonio Jiménez, " ...Con la Real carta del 23 de agosto en la faltriquera, lo más probable es que don Miguel, primero se fuese a Esquivias, como apunta Astrana, a festejar con su mujer, Catalina, el nuevo empleo. De allí, bajando: Toledo, Malagón, Despeñaperros, Jaén o Úbeda. Lo cierto es que ya en el reino de Granada: el 7 de septiembre, está en Guadix; el 9, en Baza; el 12, en Granada (tiene problemas con la Casa de la Moneda, volverá); de inmediato, en la línea recta hacia el Mediterráneo, Motril, Salobreña y Almuñécar; pasa a Vélez-Málaga ("se encuentra la tierra apretada", deja el cobro para la vuelta; continua para Alhama y Laja; otra vez en Granada, donde soluciona la partida de la Casa de la Moneda y le cursa la carta del 8 de octubre que conocemos y de la que no esperó respuesta, por querer volver pronto a Vélez-Málaga (era el hueso que le quedaba), dadas las dificultades que había podido detectar en el primer intento para el cobro de las partidas veleñas". A Vélez-Málaga llegaría el 11 ó el 12 de octubre, por lo que pasó por Alhama el 1 O ó el 11 de octubre de 1594.



 En lo referente a Cenotia, "la hechicera alhameña en una obra de Cervantes", como titulaba Antonio Arenas su artículo publicado en la edición de esta Publicación Anual del patronato del 2003, escribe Cervantes en su obra "Los trabajos de Persiles y Segismunda" –capítulo octavo del segundo libro- (1617): "Mi nombre es Cenotia, soy natural de España, nacida y criada en Alhama, ciudad del reino de Granada; conocida por mi nombre en todas las Españas, y aun entre otros muchos, porque mi habilidad no consiente que mi hombre se encubra, haciéndome conocida mis obras. Salí de mi patria, habrá cuatro años, huyendo de la vigilancia que tienen los mastines veladores que en aquél reino tienen del católico rebaño, Mi estirpe es agarena; mis ejercicios, los de Zoroastes y en ellos soy única".

 Antonio en ese artículo se preguntaba el porqué Cervantes elegía Alhama como lugar de nacimiento de la hechicera Cenotia y, con lógica, apuntaba distintas razones. Ahora, a las mismas, hay que añadir otra que consideramos quizás la más cercana a la decisión del inmortal autor de tener presente a Alhama para este personaje de la última obra que escribió.

 Y esa posibilidad nos viene dada al conocer y profundizar en la obra del doctor Maganto Pavón sobre Elena de Céspedes, para la que el Patronato está efectuando gestiones para su publicación dado el gran interés general de la misma. Elena de Céspedes paisana nuestra, que vino al mundo hacia mediados del siglo XVI en nuestro pueblo, de origen morisco y nacida esclava, que se convirtió en la primera cirujano mujer que se conoce y que se hizo famoso, como Eleno de Céspedes, primero por sus cualidades como médico, y, después, como Elena de Céspedes, por su proceso. Como recoge el insigne médico e investigador Emilio Maganto Pavón, Jerónimo de Huerta, célebre médico de Felipe 11, ya en 1599 , en su traducción de la obra de Plinio "Historia Natural", refiriéndose a los hermafroditas y a las mujeres que se transforman en hombre, escribe textualmente: "De mujeres mudarse a hombres no es cosa fabulosa ... aunque algunos han dicho que de ninguna suerte lo es, sino invención y engaño, como fue el que sucedió en Castilla con aquella esclava andaluza, llamada Elena de Céspedes, la cual dejado el hábito de mujer fingió muchos años ser hombre, y mostraba serlo, aunque mal tallado y sin barbas, con cierto artificio engañoso, y era tan al natural, que después de averle mirado algunos cirujanos, y declarado ser hombre, de casó en Ciempozuelos, lugar del conde de Chichón. Pero al fin supo el Santo Oficio de la Inquisición la verdad del caso y descubrió el engaño que avia y asi dicen que pudo averle en los que están referidos".

 Insisto, alhameña, de estirpe agarena, nacida esclava, famosa como médico que se hacía pasar por varón y, además, con un proceso por parte de la Inquisición que alcanzó gran notoriedad en su tiempo, "no solo a nivel de la calle -escribe el doctor Emilio Maganto- sino que debió ser muy comentado y discutido puertas adentro del Santo Oficio creando entre sus miembros un mar de vacilaciones. En España no había antecedentes similares y la ambigüedad y firmeza de tan controvertido personaje que fingiéndose varón durante años se había atrevido a transgredir las restrictivas normas de conducta impuestas a la mujer, cometiendo múltiples delitos y llegando incluso a casarse por la Iglesia con otra, no era nada habitual. Es más, el caso estaba fuera de toda lógica.

 No obstante a su gravedad, el problema que se les planteaba a los jueces no era juzgar a la acusada de violar las normas de conducta exigibles a la mujer, los presuntos delitos de herejía y hechicería, e incluso el de sodomía. El verdadero problema para el Santo Oficio en este caso habría sido el juzgar la ambigüedad o el presunto hermafroditismo de Elena y decidir qué hacer con una mujer que afirmando ser varón reclamaba su autoridad y derechos dentro de una sociedad patriarcal; que con su esfuerzo había conseguido títulos y prebendas aparentemente fuera de su ámbito de competencia y que tras haber sido condenada tenía el reconocimiento popular".

 Como observará el lector, la cuestión es interesantísima. En un trabajo que estamos preparando, muy avanzado ya, abundamos al respecto de la relación entre Cervantes y Alhama. Aunque ya de entrada, como adelantaba, afirmaba y recogía en escritos publicados hace más de doce años, Miguel de Cervantes y Saavedra, el autor de la obra cumbre de la Literatura Castellana, estuvo en Alhama e hizo mención de la misma, en contra de lo afirmado "solemnemente" por alguien de que "Cervantes, ni estuvo, ni escribió nada relacionado con Alhama".