Con ocasión del Día internacional de la mujer trabajadora, el CIAG organizó este domingo 8 de marzo una nueva visita guiada por las calles de Alhama en las que se desenvolvió la infancia y primera juventud de Elena Céspedes.
La ruta, guiada y contada por Inma, del CIAG, se inicia con la audición del texto que sobre esta mujer transexual escribió Cervantes y prosigue, a lo largo de poco menos de una hora, recorriendo lugares emblemáticos de nuestro pueblo, como la Iglesia de la Encarnación, la Calle Llana, en la cual sus portadas blasonadas nos hablan de casas señoriales y solariegas en las que los esclavos ocupaban el sótano, casi como animales, la calle Las Peñas, donde se cree que pudo nacer, o el Hospital de la Reina, para recordarnos que Céspedes ejerció una parte importante de su vida como médico cirujano y hombre por voluntad y decisión propia. Y esta decisión fue la que le llevó a tener problemas con la inquisición , momento en el cual , junto a al antiguo edificio de la Cárcel, en la actualidad sede del CIAG termina este recorrido por la vida de este alhameño, que como tantos otros, tuvo que escapar de Alhama en busca de nuevos horizontes en los que procurarse no sólo el sustento sino, sobre todo, la posibilidad de vivir en consonancia con lo que los instintos piden ,aunque para ello haya que hacer caso omiso del cuerpo.
Siempre guiados por Inma nos vamos adentrando en la vida de este paisano que nació mujer, esclava e hija de esclava y que gracias a su tesón y su firme decisión de vivir de acuerdo a sus apetencias llegó a ser mercenario contra los moriscos alzados en armas contra las injusticias en la rebelión de las Alpujarras, en tiempos de Felipe II, reputado cirujano y, esa es mi opinión, sobre todo un hombre libre, pese a la condena impuesta por la Inquisición de trabajar en los hospitales de manera forzada, creo que Céspedes fue un hombre libre por que libremente eligió serlo pese a tenerlo todo en contra.
En esta fecha del Día de la mujer trabajadora, sea bienvenida esta iniciativa que nos acerca a la figura de una mujer, que luchó en tiempos extremadamente difíciles para llegar a ser lo que quiso ser, aunque eso le supuso afrontar la condena de la inquisición a doscientos azotes y trabajos forzados en hospitales, como cirujano, por delitos como, por ejemplo, el de sodomía.
Interesante ruta guiada que nos recuerda que en nuestro pasado hay también historias apasionantes, como las de Elena o Eleno de Céspedes. O, simplemente, Céspedes, que es la forma en que decidió, en un momento de su vida que era como se iba a llamar en adelante.
Ante la gran acogida de esta visita, según nos informa la Asociación de Termalismo de Andalucía, se prevé repetir la ruta temática sobre este personaje, previa reserva contactando con el email a
Redacción gráfica: Prudencio Gordo.