
Nuestra ruta nos va llevando por esta vereda saliendo de Alcaucín en tremenda cuesta y pasando por las viejas canteras de grava hasta el puerto de la Loma de Canillas (630 m.s.n.m.).
Entrando al camino que nos desviaba del que baja hacia la cortijada de Torresolana, ella, la luna, nos envolvió en ese halo al que cantaba Víctor Manuel en su hermosa canción de principios de los ochenta del pasado siglo a la luna de luz plateada que inundaba los campos hasta el infinito.
El pasado viernes ocho de agosto se realizó la quinta ruta nocturna, con la participación 131 senderistas de todas las edades, lo que la convirtió en la más participativa de las que se han realizado.