Somos coleccionistas de subidas a la Maroma, nuestra cima emblemática la que nos impulsa al esfuerzo físico y mental más personal y también de grupo.
La subida desde Sedella es nuestra cuarta ruta, hacia ella, el próximo año ya buscaremos la siguiente, La Maroma es que engancha, allí descubres lo que puedes llegar a afrontar con tu esfuerzo, una vez arriba has superado todo, el dolor de piernas, las bajadas de animo, el vértigo. En suma, esa parte del esfuerzo que se convierte en una terapia tanto personal como de grupo, y ves que más gente, desde otros lugares han logrado lo mismo que tu, y sin quererlo te hermanas con ellos, disfrutando de un paisaje único y de una gran satisfacción.
El sendero que sube desde el pueblo axarqueño de Sedella, fue abierto hace un par de años por los alumnos de un taller de empleo que ha puesto en valor esta viejas veredas, antiguamente utilizadas para el trasiego de personas y mercancías hacia nuestra comarca, los arrieros, los “trasperlistas” y los pastores, eran quienes las utilizaban.
Además de reconstruirla y limpiarla, han restaurado algunos elementos de gran valor etnográfico como una calera al pie del cerro Fuerte, la vieja choza del guarda, un molino de harina y una antiquísima era de suelo de loza pizarrosa que sirvió para “sacar”, lo poco que por estas altivas tierras se podía sembrar sobre todo lentejas y habichuelas “morillas”, ya que el terreno cultivable eran básicamente bancales de poca superficie.
El pasado día cinco de Mayo, nuestro autobús partió de Alhama a las siete y veinte de la mañana, por el camino recogimos a algunos compañeros de Zafarraya que nos esperaban en las Ventas, en total nos juntamos treinta personas, dispuestas a pasar un día de senderismo completo y aventurero.
La llegada a Sedella, fue sobre las nueve menos cuarto de la mañana, las carreteras para acceder a este bonito pueblo malagueño son de infarto, en algunos tramos debido a su estrechez, nuestro autobús parecía mucho más un helicóptero que un vehículo terrestre, pero la tranquilidad y destreza de nuestro buen amigo Federico, que se está convirtiendo, ya es nuestro chófer casi particular, solvento sin ningún tipo de problema, aquellas “estrechuras”, claro que no nos encontramos ningún vehículo en sentido contrario de nuestra envergadura sino “a ver”, solo nos encontramos en sentido contrario la estampa de un verdadero arriero por el arcén, y ya casi llegando al pueblo.
Sedella, es una población de origen morisco, su entorno y sus empinadas y tortuosas calles nos dejan la impronta de este origen. Está ubicado a una altitud de 698 m sobre el nivel del mar y junto a las sierras de Tejeda y Almijara en su ladera Sur, y en él en la actualidad viven sobre una 500 personas. (www.sedella.es).
Podéis ver más información sobre la verea y su limpieza en este vídeo:
{videobox}Jdet8c0beos||width=560, height=440{/videobox}
En este pueblo también existe un Centro de Visitantes de nuestro compartido Parque Natural.
Es muy interesante, y por qué no, en una de esas mañanas domingueras que nos apetece darnos una vuelta en coche, es una buena visita y luego una pequeña excursión al puente romano, cercano al pueblo y unas cervezas con sus tapas en sus barecillos. ¿Qué os parece?
Nuestra ruta comienza justo en un bar…… no seáis “mal pensaos”, no, es que detrás del bar del cabrero, que así se llama, comienza este sendero, está señalizado con cartelillos informativos, en varios tramos, no tiene balizas. Al principio coincide en trazado con el GR-242, que es el sendero que atraviesa la Sierra por esta parte sur desde Periana hasta la cueva de Nerja, pero son pocos metros, justo al llegar hasta el molino restaurado este ya se pierde, hay que tener cuidado porque un poco más arriba del molino, el sendero entra en un camino forestal que está atravesado por una cadena junto a un desvío a la derecha, el camino bueno es el del carril de la cadena, aquí el cartel informativo está destruido, ya sabéis…. El gracioso de turno, ya hemos dado cuenta de este cartel a los responsables para que lo pongan nuevo.
Este primer tramo va ascendiendo entre huertos, olivos, almendros y tierras de labor cercanas al pueblo, esa mañana un paisano se afanaba trabajando en su huertecillo, a nuestro paso, con el que intercambiamos unas palabras y el, a su faena.
El sendero desde su principio no da tregua, siempre en subida desde los 698 metros hasta los 2065m de la Maroma, en diez kilómetros, el desnivel acumulado es de 1.370 metros, o sea una buena excursión. En estos primeros metros, discurre por tres cerros cercanos al casco urbano , el del Tablón, el de la Pita y el cerrillo de la Portada, para acceder al camino forestal que en zigzag, nos fue llevando hasta el cerro del Molino, en una de estas curvas de la subida, nos encontramos la choza restaurada del guarda, utilizada por estos, ya hace años como refugio, y para eso se ha restaurado, solo hay que entrar y dejarlo al utilizarlo todo igual que te lo encuentras, como detalle os comunico que hay una escoba justo detrás de la puerta, se puede encender fuego dentro y con sacos de dormir pueden acomodarse, al menos seis personas.
Aquí hicimos un reagrupamiento, el sendero lo merece, entre pinos, algunas encinas y un sinfín de plantas aromáticas, que daban ese toque primaveral en estos primeros kilómetros de subida.
Pasados unos minutos, otro “tirón”, a 1.143 metros de altitud estaba el Collado de la Monticara, es el final de camino forestal, y donde daba comienzo la auténtica vereda, el trazado de la misma nos va subiendo con algo ya de esfuerzo, son tirones largos , con algún repecho que otro, pero cómodos, entre pinares y con el profundo barranco del río Encina a nuestra derecha, que nos iba dando unas preciosas vistas de los terrenos serranos por los cuales ya transitábamos, y de frente la vista de una enorme pared casi inexpugnable, que aparece lejana e inalcanzable, la falda Sur de la Sierra Tejeda, nuestro objetivo.
Poco a poco íbamos ascendiendo, nos encontramos al lado del sendero, un punto de agua, la fuentecilla del Niño Dios, donde pudimos llenar los bidones, de agua fresca.
Algo más arriba, nos encontramos una vieja calera, al lado de la vereda, en la ladera del próximo punto por donde ascender, el cerro del Fuerte, donde el sendero se vuelve arenoso en todo su tramo, con piedra suelta y con trazado más difícil hasta que llegamos a un collado, dando cara al pantano de la Viñuela, al barranco del Saltillo a nuestra izquierda y a la zona serrana de la fuente la Rábita de Canillas.
La dificultad iba en aumento, hasta llegar a la parte más difícil del recorrido, que fue, la subida a través de una imponente barranquera, por donde discurría la última parte del sendero que da acceso a la zona de “los Volaeros”, por donde pasa el último tramo de subida natural hacia la Maroma desde el Robledal, ya que el sendero que traíamos entronca con este al final de esta barranquera.
El grupo fue llegando a este punto, fue lo más difícil, pero poco a poco y uno a uno, íbamos llegando y acto seguido, mochila fuera y a descansar, para una vez todos juntos, afrontar el último tramo hasta arriba. Este punto era un trasiego de senderistas, unos hacia arriba y otros hacia abajo y lo típico, ¿por dónde habéis subido?, ¿de dónde sois vosotros?, ¿cómo está el tramo ese desde Sedella?, en fin la gran familia senderista, unos dando información y otros recibiéndola.
Ya desde aquí La Maroma está a escasos cuarenta y cinco minutos, donde coronamos a las cuatro horas y media de salida desde Sedella, hacia algo de frio, el sol llevaba toda la mañana entre nubes, cosa que agradecimos porque subir por esta cara sur y con el sol, le fuera agregado más dificultad a esta subida por el calor, así que lo agradecimos.
Arriba lo de rigor, la comida en los vivacs, para protegernos del viento, la visita obligada a la sima de más de cuarenta metros de profundidad de la que sacaban la nieve y la contemplación de la maravillosas vistas a toda la zona de la Axarquía hasta el mar, la zona de la Comarca de Alhama y hasta los confines del horizonte, lastima de la bruma existente, que no dejaba disfrutar de estas vistas con claridad.
La foto de grupo dio el punto final a esta estancia a 2065 m de altitud, nos quedaba por delante una dificultosa bajada, y poco a poco comenzamos el descenso, partimos a eso de las dos y media de la tarde, la bajada tuvo también su dificultad, había que hacerlo con sumo cuidado, sobre todo en los tramos de la barranquera y el descenso por el tramo del cerro del Fuerte, pero poco a poco llegamos hasta el comienzo del carril forestal de la Monticara, donde algo mas relajados, poco a poco descendimos hasta comienzo del sendero, justo detrás del bar del Cabrero, donde y hasta una hora prudente, estuvimos echando unas “birras”, dándonos la enhorabuena por las nueve horas de ruta, con los respectivos descansos incluidos, donde recorrimos veinte kilómetros y ochocientos metros. Conversando entre tapa y tapa, que por cierto la asadura frita con tomate, de lo mejor, aunque cada cual ya tenía su tapa favorita. Tras unos cuarenta minutos de descanso y cervezas, terminamos despidiéndonos de sus camareros y cocineras hasta la próxima, nos fuimos para el autobús, donde nuestro amigo Federico, estaba pacientemente esperando, enfrascado en sus tareas de mantenimiento de su vehículo, al cual ya le tenemos el mismo cariño como al coche propio.
Una jornada, muy completa, en la que ya visualizamos otras rutas para otra temporada por esta zona serrana, con la idea de convertir las subidas a la Maroma, en travesías, pero eso ya para otras ocasiones y como siempre caminando.
En este pueblo también existe un Centro de Visitantes de nuestro compartido Parque Natural.
Es muy interesante, y por qué no, en una de esas mañanas domingueras que nos apetece darnos una vuelta en coche, es una buena visita y luego una pequeña excursión al puente romano, cercano al pueblo y unas cervezas con sus tapas en sus barecillos. ¿Qué os parece?
Nuestra ruta comienza justo en un bar…… no seáis “mal pensaos”, no, es que detrás del bar del cabrero, que así se llama, comienza este sendero, está señalizado con cartelillos informativos, en varios tramos, no tiene balizas. Al principio coincide en trazado con el GR-242, que es el sendero que atraviesa la Sierra por esta parte sur desde Periana hasta la cueva de Nerja, pero son pocos metros, justo al llegar hasta el molino restaurado este ya se pierde, hay que tener cuidado porque un poco más arriba del molino, el sendero entra en un camino forestal que está atravesado por una cadena junto a un desvío a la derecha, el camino bueno es el del carril de la cadena, aquí el cartel informativo está destruido, ya sabéis…. El gracioso de turno, ya hemos dado cuenta de este cartel a los responsables para que lo pongan nuevo.
Este primer tramo va ascendiendo entre huertos, olivos, almendros y tierras de labor cercanas al pueblo, esa mañana un paisano se afanaba trabajando en su huertecillo, a nuestro paso, con el que intercambiamos unas palabras y el, a su faena.
El sendero desde su principio no da tregua, siempre en subida desde los 698 metros hasta los 2065m de la Maroma, en diez kilómetros, el desnivel acumulado es de 1.370 metros, o sea una buena excursión. En estos primeros metros, discurre por tres cerros cercanos al casco urbano , el del Tablón, el de la Pita y el cerrillo de la Portada, para acceder al camino forestal que en zigzag, nos fue llevando hasta el cerro del Molino, en una de estas curvas de la subida, nos encontramos la choza restaurada del guarda, utilizada por estos, ya hace años como refugio, y para eso se ha restaurado, solo hay que entrar y dejarlo al utilizarlo todo igual que te lo encuentras, como detalle os comunico que hay una escoba justo detrás de la puerta, se puede encender fuego dentro y con sacos de dormir pueden acomodarse, al menos seis personas.
Aquí hicimos un reagrupamiento, el sendero lo merece, entre pinos, algunas encinas y un sinfín de plantas aromáticas, que daban ese toque primaveral en estos primeros kilómetros de subida.
Pasados unos minutos, otro “tirón”, a 1.143 metros de altitud estaba el Collado de la Monticara, es el final de camino forestal, y donde daba comienzo la auténtica vereda, el trazado de la misma nos va subiendo con algo ya de esfuerzo, son tirones largos , con algún repecho que otro, pero cómodos, entre pinares y con el profundo barranco del río Encina a nuestra derecha, que nos iba dando unas preciosas vistas de los terrenos serranos por los cuales ya transitábamos, y de frente la vista de una enorme pared casi inexpugnable, que aparece lejana e inalcanzable, la falda Sur de la Sierra Tejeda, nuestro objetivo.
Poco a poco íbamos ascendiendo, nos encontramos al lado del sendero, un punto de agua, la fuentecilla del Niño Dios, donde pudimos llenar los bidones, de agua fresca.
Algo más arriba, nos encontramos una vieja calera, al lado de la vereda, en la ladera del próximo punto por donde ascender, el cerro del Fuerte, donde el sendero se vuelve arenoso en todo su tramo, con piedra suelta y con trazado más difícil hasta que llegamos a un collado, dando cara al pantano de la Viñuela, al barranco del Saltillo a nuestra izquierda y a la zona serrana de la fuente la Rábita de Canillas.
La dificultad iba en aumento, hasta llegar a la parte más difícil del recorrido, que fue, la subida a través de una imponente barranquera, por donde discurría la última parte del sendero que da acceso a la zona de “los Volaeros”, por donde pasa el último tramo de subida natural hacia la Maroma desde el Robledal, ya que el sendero que traíamos entronca con este al final de esta barranquera.
El grupo fue llegando a este punto, fue lo más difícil, pero poco a poco y uno a uno, íbamos llegando y acto seguido, mochila fuera y a descansar, para una vez todos juntos, afrontar el último tramo hasta arriba. Este punto era un trasiego de senderistas, unos hacia arriba y otros hacia abajo y lo típico, ¿por dónde habéis subido?, ¿de dónde sois vosotros?, ¿cómo está el tramo ese desde Sedella?, en fin la gran familia senderista, unos dando información y otros recibiéndola.
Ya desde aquí La Maroma está a escasos cuarenta y cinco minutos, donde coronamos a las cuatro horas y media de salida desde Sedella, hacia algo de frio, el sol llevaba toda la mañana entre nubes, cosa que agradecimos porque subir por esta cara sur y con el sol, le fuera agregado más dificultad a esta subida por el calor, así que lo agradecimos.
Arriba lo de rigor, la comida en los vivacs, para protegernos del viento, la visita obligada a la sima de más de cuarenta metros de profundidad de la que sacaban la nieve y la contemplación de la maravillosas vistas a toda la zona de la Axarquía hasta el mar, la zona de la Comarca de Alhama y hasta los confines del horizonte, lastima de la bruma existente, que no dejaba disfrutar de estas vistas con claridad.
La foto de grupo dio el punto final a esta estancia a 2065 m de altitud, nos quedaba por delante una dificultosa bajada, y poco a poco comenzamos el descenso, partimos a eso de las dos y media de la tarde, la bajada tuvo también su dificultad, había que hacerlo con sumo cuidado, sobre todo en los tramos de la barranquera y el descenso por el tramo del cerro del Fuerte, pero poco a poco llegamos hasta el comienzo del carril forestal de la Monticara, donde algo mas relajados, poco a poco descendimos hasta comienzo del sendero, justo detrás del bar del Cabrero, donde y hasta una hora prudente, estuvimos echando unas “birras”, dándonos la enhorabuena por las nueve horas de ruta, con los respectivos descansos incluidos, donde recorrimos veinte kilómetros y ochocientos metros. Conversando entre tapa y tapa, que por cierto la asadura frita con tomate, de lo mejor, aunque cada cual ya tenía su tapa favorita. Tras unos cuarenta minutos de descanso y cervezas, terminamos despidiéndonos de sus camareros y cocineras hasta la próxima, nos fuimos para el autobús, donde nuestro amigo Federico, estaba pacientemente esperando, enfrascado en sus tareas de mantenimiento de su vehículo, al cual ya le tenemos el mismo cariño como al coche propio.
Una jornada, muy completa, en la que ya visualizamos otras rutas para otra temporada por esta zona serrana, con la idea de convertir las subidas a la Maroma, en travesías, pero eso ya para otras ocasiones y como siempre caminando.
Nuestra próxima salida, ruta número 14 |
||
Recomendaciones para nuestros socios para esta ruta número 14 del 19/5/2013 - Llevar ropa y calzado adecuados para la práctica del senderismo. - Llevar comida y agua. - Llevar siempre encima vuestra tarjeta federativa, es muy importante. - Se recomienda llevar también siempre en vuestra mochila: toalla y un chubasquero o cortavientos. - Se recomienda llevar unas gafas de sol y crema protectora. - Se ruega estricta puntualidad a la hora de la salida de esta ruta, es muy importante.. NOTAS: Los socios, que a última hora, y que por cualquier circunstancia, no pudieran venir a esta ruta, se os pide que lo notifiquéis antes del día 17 de mayo, por los canales habituales. Se irá en autobús hasta el pueblo de Játar y al término de la ruta el autobús nos recogerá en el pueblo de Cómpeta, el precio es de 3 euros. Sólo para socios. |
||
|
||