Es fácil que todos los andaluces hayan querido sentirse un poco gitanos alguna vez, aunque sea en una verbena cuando suenan Los Chunguitos.
Es muy probable que todo aquel que se acerque a estas líneas no recuerde nada de cuando estaba en el útero de su madre.
Decía Fito que lo que en octubre es verdad era mentira en septiembre y es justo lo que ha ocurrido con la ley impulsada por el Ministerio de Igualdad que encontró en Irene Montero a su máxima impulsora.
Lo bueno de atentar contra una obra de arte es que por lo menos la sección cultural de los diarios y los telediarios, hoy tan denostada, se amplía.