“Recuerdo el primer tiro, el primer tiro que sonó en Jayena, tenía 9 años. Recuerdo que yo escuchaba los silbidos de las balas, y pensaba, eso son los pajarillos, volando para la alameda, y eran las balas que silbaban entre las calles”.
De izquierda a derecha: Antonio Triguito, Federico Arias, Manuel Callejas, Francisco Medina, Ignacio Ramos, José Antonio Cominos, e hijo de José Antonio Cominos. (último de la derecha no identificado)
Federico Medina Arias, había nacido un caluroso día de agosto de 1927, para ser más preciso el día 12. El 23 de marzo de ese año el poeta Antonio Machado había sido elegido para ocupar un sillón en la Real Academia Española. El 21 de mayo Charles Lindbergh realizaba el primer vuelo transoceánico de la historia. El 28 de junio se fundaba la aerolínea Iberia y ese año Hermann Hesse publicaba El lobo estepario.
Federico nació en un hogar humilde y campesino, hijo de Francisco Medina Moreno y Carmen Arias Rivas. Las primeras palabras que salen más de su corazón que de su boca a mis preguntas son: “desde que yo recuerde fueron todo fatigas, yo no pisé la escuela, ni pisarla”. Lo que sabe de escribir y leer lo aprendió como comenta él “de su cuenta”. Comienza su relato, y lo hace con un profundo sentimiento de agridulce dolor, y una exquisita moderación, como intentando dar a su memoria, la neutralidad más honesta posible. Cada palabra que de su ser sale es sosegada, tranquila, sin rencor, pero dolida, a veces esa voz se le rompe, y traga saliva y continua con su relato, y a cada palabra suya, su rostro expresa más ligereza, como si todas las palabras que tanto tiempo ha guardado, atadas a su memoria, fueran una losa, que hoy levanta poquito a poquito y palabra a palabra a palabra para liberarse.
Federico en labores del campo en el Vacal
Aquel 25 de julio de 1936 es una fecha señalada en el calendario de su existencia, que le marcó para toda su vida. Apenas unos días antes se había producido el golpe de estado militar, que daría inicio a la guerra civil española. “Recuerdo el primer tiro, el primer tiro que sonó en Jayena”, (impresiona escucharlo, y como recuerda al detalle los hechos, tenía apenas 9 años Federico), eran las doce de la mañana, ahí en el haza de las Eras estaban Dionisio, mi “papa” y yo. Ellos estaban haciendo guardia, la guerra ya había explotado, era el día de Santiago, el 25 de julio, y dice Dionisio, Paco un tiro, anda coño tienes los tiros ‘metíos’ en las orejas, (responde Paco, el padre de Federico), cuando de repente se lió aquel tiroteo de los civiles, habían sido los civiles los que entraron en Jayena. Yo salí corriendo para mi casa, por la orilla de la acequia, vivíamos en la vera de la acequia, yo escuchaba los silbidos de las balas, y pensaba, eso son los pajarillos, volando para la alameda, y eran las balas que silbaban. Todo el día de Santiago estuvieron los tiros por las calles de Jayena, hasta que se quedaron con el pueblo los civiles, eso fue el día de Santiago. Recuerdo que la guardia civil encerró a 22 hombres en la cárcel en el cuartel. Muchos nos fuimos a la sierra, huimos para no caer en las manos de los “civiles”. Recuerdo que el alcalde republicano se llamaba Alejandro. Luego llegó la FAI; nosotros mi padre, mi madre, mi hermana y yo estábamos refugiados en la cueva Márquez, uno que le decían Antonio Cominos, estaba en el Cerro “El Ángel”. Y le decía a mi “papa”, lo recuerdo como si lo estuviera oyendo ahora mismo, “que Jayena está ardiendo”, era la FAI que había entrado en Jayena, estuvieron tres días a tiros, creo que era el 17 de agosto cuando los guardias civiles se retiraron para el Padul. Las fechas se difuminan en el horizonte de la lejanía de la memoria de Federico.
Según consta en el Archivo Histórico Nacional en la Causa General de Granada, Sevilla, Córdoba y Huelva, Pieza principal de la provincia de Granada ramo separado de Jayena, Fechado el 15 de junio de 1942, entre el 6 y 7 de agosto de 1936, cuatro personas reconocidas como residentes y vecinos de Jayena murieron a manos de la FAI, y siete no residentes, en total 11 muertos. http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/4624485
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“Todos los que estábamos en el monte bajamos al pueblo, ya los presos estaban en libertad, cuando nosotros llegamos, ya estaba oscureciendo, había doce o trece casas ardiendo, de los muertos que yo recuerdo en la calle a Andrés Navas, El Tocinero, y un hombre de Arenas del Rey.
A nuestra llegada al pueblo un “FAI”, se acercó a mi padre y le preguntó, ¿tú eres Federico Medina Moreno? Si dice, mi padre. Pues vente conmigo responde el “FAI”, pero acabamos de llegar, no os preocupéis, nos dijo el “FAI”. Al poco rato mi padre con cuatro o cinco repartiendo, nos dejaron mucho pan y jamón.
Cuando la mayor parte de la milicia de la “FAI” se marchó de Jayena, nos cuenta Federico:” quedó uno en Jayena llamado “Pedro el FAI”, un verdadero criminal. Hizo todo el daño que pudo.
Federico Medina Arias en la actualidad
Es el 25 de enero de 1937 cuando los rebeldes vuelven a tomar Jayena, ya con escasa oposición, tras la toma de Agrón el día antes y Fornes ese mismo día. De aquel día Federico nos cuenta “, entraron los falangistas en Jayena, cuando más llovía y nevaba. El pueblo estaba vacío. Por el miedo muchos huyeron en “desbandá”, hacia Málaga o donde podían. Entraron sin pegar un solo tiro, pero fusilando, que yo me acuerde a: Jerónimo Rivas Ordoñez, Adolfo Rivera y Guillermo Rivera en el Tesoro, a “Bastián el de la Rubia”, en la plaza a Alejandro, en el callejón de “Cañeras” a Demetrio Espadas con dos de Játar, y los enterraron en “El Puente Verde”. También a un hombre por ser carabinero lo mataron, lo enterraron en el cercado de la Ermita, era un buen hombre y católico.
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