Este viernes, 23 de febrero, el Patronato de Estudios Alhameños, impodrá a título póstumo su medalla de honor a la recientemente desaperecida pintora alhameña Ana Espejo, y acto seguido se inaugurará una exposición en su recuerdo.
22/02/2007.- A las ocho y media de la noche del viernes 23 de febrero está prevista la sesión pública extraordinaria del Patronato de Estudios Alhameños, en el salón de actos del ayuntamiento de Alhama, en la que impondrá la medalla de honor a uno de sus miembros recientemente desaparecida, la pintora alhameña Ana Espejo Espejo.
Acto seguido, a las nueve de la noche en la galería del Patio de Carmen, se inaugurará una exposición en su memoria, con pinturas de ella misma y de un buen número de sus alumnos, a los que inculcó una nueva visión de Alhama a través del arte como Rosi Castillo Gutiérrez, Teresa Crespo Rivera, Sara Espejo Castillo, Teresa Espejo Espejo, Maria del Carmen Fernández Villegas, Carmelina Gálvez Castañeda, Silverio Gálvez Morales, Maria Teresa García Casasola, Carmen López Márquez, María del Carmen Martínez Jiménez, María Molina Jiménez, Juana Rivera Espejo, Teresa Rodríguez Sánchez y Rosario Ruiz Rodríguez.
Acto seguido, a las nueve de la noche en la galería del Patio de Carmen, se inaugurará una exposición en su memoria, con pinturas de ella misma y de un buen número de sus alumnos, a los que inculcó una nueva visión de Alhama a través del arte como Rosi Castillo Gutiérrez, Teresa Crespo Rivera, Sara Espejo Castillo, Teresa Espejo Espejo, Maria del Carmen Fernández Villegas, Carmelina Gálvez Castañeda, Silverio Gálvez Morales, Maria Teresa García Casasola, Carmen López Márquez, María del Carmen Martínez Jiménez, María Molina Jiménez, Juana Rivera Espejo, Teresa Rodríguez Sánchez y Rosario Ruiz Rodríguez.
IN MEMORIAN
ANA ESPEJO, MEDALLA DE HONOR DEL PATRONATO
ANA ESPEJO, MEDALLA DE HONOR DEL PATRONATO
La mañana del pasado 6 de septiembre será tristemente inolvidables para la querida familia Espejo, para muchísimos alhameños y para el mismo Patronato de Estudios Alhameños, nos llegaba la dolorosa noticia de la muerte de un familiar muy querido, de una paisana entrañable y de una miembro participativa en ese querer Alhama sea desde donde y como sea posible: Ana Espejo Espejo.
Su vida, desde la misma niñez, fue un ejemplo de personalidad para exponer y mantener sus ideas y sentimientos y de alta generosidad ante la adversidad y los momentos difíciles, propios o familiares. Primeras letras y estudios con las Mercedarias de Alhama,, bachillerato en las Carmelitas de Padúl y, tras el cierre de este colegio, con doña Ángeles, pasando después a las Teresianas de Granada.
Magisterio en Málaga y cuando está a punto de iniciar su sueño de estudiar Bellas Artes, las circunstancia que a cada esquina plantea la misma vida, le hacen pasar cuatro años de entrega y generosidad, amor por supuesto a su hermana, en Madrid.
Volverían tiempos mejores y contrae matrimonio, con quien había estado siempre enamorado de ella, el bueno de José Maria Palacios, y llegarían tres hijos que, no sólo porque lo afirmara ella, sino porque es así, poniéndose en evidencia que de tales palos tales magnificas astillas, Francisco, Inés y Salvador.
Su trabajo en la Tesorería General de la Seguridad Social, su residencia en Málaga y, como ya escribimos, de buenas a primeras, dedicada a su esposo e hijos así como a su quehacer laboral, coge un pincel y comienza a hacer realidad uno de los sueños de su vida, pintar. Y no sólo lo hace, por cierto, muy bien, superándose en cada una de sus obras y recibiendo el reconocimiento de críticos y publico, en importantes exposiciones colectivas y en las individuales que llevó a cabo a gran nivel, sino que piensa en los demás y abre una “academia artística” que hace posible el aprendizaje de bastantes alhameñas que, gracias a ella, se deciden a pintar, las que ahora, con emoción y gratitud, vuelven a recordar y homenajear a su maestra y amiga, con la exposición que se inaugurará el próximo día 23 de febrero.
El Patronato de Estudios Alhameños, de la que era Miembro de Número, en sesión especial extraordinaria, celebrada a los tres días de su muerte, a propuesta de su presidente, acordaba por unanimidad, tras exponerse el sentir de todos por su fallecimiento y las cualidades que la distinguían y caracterizaban, su amor a Alhama, su labor pictórica, su entrega por cuanto pudiese beneficiar a esta tierra, así como la ejemplar labor llevada a cabo en pro de la promoción de la actividad artística, concederle a título póstumo su máxima distinción, como es su Medalla de Honor, con categoría cordón oro, que se entregará a su familia, en la persona de su esposo, en acto público que tendrá lugar el indicado día 23 de febrero, a las ocho y media de la tarde, en el salón de actos del Ayuntamiento de Alhama, precediendo ello a la inauguración de la exposición.
El sentimiento y dolor por la pérdida de Ana lo ha sido de cuantos tuvimos la suerte de conocerla y tratarla. Un ejemplo, desde el afecto, con la mayor sencillez pero con inmenso cariño, Ángeles Velasco le ha dedicado un poema que, con el título En memoria de Ana, dice:
Su vida, desde la misma niñez, fue un ejemplo de personalidad para exponer y mantener sus ideas y sentimientos y de alta generosidad ante la adversidad y los momentos difíciles, propios o familiares. Primeras letras y estudios con las Mercedarias de Alhama,, bachillerato en las Carmelitas de Padúl y, tras el cierre de este colegio, con doña Ángeles, pasando después a las Teresianas de Granada.
Magisterio en Málaga y cuando está a punto de iniciar su sueño de estudiar Bellas Artes, las circunstancia que a cada esquina plantea la misma vida, le hacen pasar cuatro años de entrega y generosidad, amor por supuesto a su hermana, en Madrid.
Volverían tiempos mejores y contrae matrimonio, con quien había estado siempre enamorado de ella, el bueno de José Maria Palacios, y llegarían tres hijos que, no sólo porque lo afirmara ella, sino porque es así, poniéndose en evidencia que de tales palos tales magnificas astillas, Francisco, Inés y Salvador.
Su trabajo en la Tesorería General de la Seguridad Social, su residencia en Málaga y, como ya escribimos, de buenas a primeras, dedicada a su esposo e hijos así como a su quehacer laboral, coge un pincel y comienza a hacer realidad uno de los sueños de su vida, pintar. Y no sólo lo hace, por cierto, muy bien, superándose en cada una de sus obras y recibiendo el reconocimiento de críticos y publico, en importantes exposiciones colectivas y en las individuales que llevó a cabo a gran nivel, sino que piensa en los demás y abre una “academia artística” que hace posible el aprendizaje de bastantes alhameñas que, gracias a ella, se deciden a pintar, las que ahora, con emoción y gratitud, vuelven a recordar y homenajear a su maestra y amiga, con la exposición que se inaugurará el próximo día 23 de febrero.
El Patronato de Estudios Alhameños, de la que era Miembro de Número, en sesión especial extraordinaria, celebrada a los tres días de su muerte, a propuesta de su presidente, acordaba por unanimidad, tras exponerse el sentir de todos por su fallecimiento y las cualidades que la distinguían y caracterizaban, su amor a Alhama, su labor pictórica, su entrega por cuanto pudiese beneficiar a esta tierra, así como la ejemplar labor llevada a cabo en pro de la promoción de la actividad artística, concederle a título póstumo su máxima distinción, como es su Medalla de Honor, con categoría cordón oro, que se entregará a su familia, en la persona de su esposo, en acto público que tendrá lugar el indicado día 23 de febrero, a las ocho y media de la tarde, en el salón de actos del Ayuntamiento de Alhama, precediendo ello a la inauguración de la exposición.
El sentimiento y dolor por la pérdida de Ana lo ha sido de cuantos tuvimos la suerte de conocerla y tratarla. Un ejemplo, desde el afecto, con la mayor sencillez pero con inmenso cariño, Ángeles Velasco le ha dedicado un poema que, con el título En memoria de Ana, dice:
Ana Espejo se llamaba
y de todos conocida
el Señor se la llevó
en lo mejor de su vida.
Su muerte fue una sorpresa
para todos sus paisanos
yo pienso como se quedaría
su marino, hijos, madre y hermanos.
Pero ella desde el cielo
pedirá por su familia
para que puedan soportar
este dolor que les ha dado la vida.
Como un pequeño homenaje
yo quiero decirte Ana, a ti:
como tus cuadros hay pocos
por lo menos para mi.
Donde tienes a tu madre
pintada haciendo ganchillo
parece fotografía
bueno como los de Murillo.
Tus pinceles en el Cielo
pintarán mil maravillas
los ángeles estarán
a tu vera de cuclillas.
Siempre te recordaremos
y rezaremos por ti
para que tú allá, en el Cielo,
seas eternamente feliz.
Hasta siempre Ana,
querida e inolvidable
amiga y paisana.
Ángeles Velasco
Su lugar en Ausencias
El ayuntamiento de Alhama de Granada ilustraba el calendario 2007 con pinturas de Ana y sus alumnos y alumnas, como homenaje a esta entrañable alhameña. En portada figuraba el que ella misma donó al propio ayuntamiento y peside la sala de comisiones.
