
Luis Hinojosa y su hija Maribel presentan un libro que recopila cerca de 200 letras de este cante único que se bailaba al pie del candil en los cortijos, cuando apenas quedan personas capaces de transmitirlo.

El salón de actos del ayuntamiento de Alhama registró un lleno el pasado 24 de octubre, la razón: la presentación de "El fandango de Alhama de Granada", un libro que nace de la urgencia por preservar una tradición que se apaga con quienes la conocieron. La obra, editada por el Patronato de Estudios Alhameños con el apoyo de la Diputación Provincial, es fruto del trabajo de Luis Hinojosa Delgado y su hija Maribel Hinojosa Arias.

Raúl Gálvez: "No solo debemos defender la historia, sino también el patrimonio inmaterial"
Raúl Gálvez Morales, presidente del Patronato de Estudios Alhameños, abrió el acto explicando que desde la asociación siempre han creído que deben defender no solo la historia y el patrimonio material, sino también las costumbres y la singularidad de este cante tan alhameño. Destacó que el libro se ha realizado con ilusión, y que esa misma mañana lo habían presentado en los centros educativos del municipio: el Colegio Público Tendilla, el Cervantes y el Instituto de Alhama.
Raúl tuvo palabras especiales de reconocimiento tanto para los autores como para la Diputación Provincial y sus diputadas Pilar Caracuel y Ana, que cuando les trasladaron la iniciativa hace un año la acogieron con entusiasmo. También agradeció al concejal de Cultura Juan Calderón y recordó que el Patronato es beneficiario de las subvenciones a asociaciones sin ánimo de lucro para la Velada de los Romances, que el próximo año celebrará su trigésima edición el 9 de agosto.

Luis Hinojosa: "Si importante es conocer la historia del país, no menos importante es conocer la de nuestra propia familia"
Luis Hinojosa Delgado, coautor del libro, comenzó su intervención agradeciendo la colaboración de la Diputación, del Patronato y de todas las personas que aportaron su conocimiento cantando, bailando, tocando o compartiendo letras. Tuvo un recuerdo especial y emocionado para Eusebiano, Diego y Nicolás, antiguos cantadores de fandango con los que comenzó, para Federico, que le enseñó la música, y para las parejas que en su día bailaron ante las cámaras de Canal Sur.
Pero fue al compartir una anécdota personal cuando el acto se tiñó de emoción. "Uno de mis hijos me pidió datos sobre mis padres, mi abuelo y ascendientes en general. Caí entonces en la cuenta de que de mi abuelo materno ni siquiera sabía el nombre completo". Aunque no eran de Santa Cruz, murieron cuando su madre era muy niña y ella también murió joven, aquel hecho le inquietó y le hizo pensar que tan importante como conocer la historia del país o de la humanidad es conocer la historia de la propia familia y las circunstancias que han hecho que cada uno sea quien es.
Decidió entonces investigar y escribir para su hijo su propia historia familiar. "En la contraportada de ese libro se puede verse: 'En los paisajes de nuestro propio entorno, las personas más cercanas a nosotros protagonizan la historia que más nos importa y que a veces nos es tan desconocida'", explicó.
Consciente de la importancia de lo cercano, de lo que nos identifica, Luis intentó durante sus años como docente que sus alumnos conocieran la historia de Alhama, su peculiar vocabulario de pueblo agrícola, que participaran en el carnaval y que conocieran el fandango de Alhama. Muchos de aquellos estudiantes aprendieron a bailarlo, aprendieron su música, lo llevaron a otras tierras y en varias veladas de fin de curso del Colegio Conde de Tendilla se cantó y se bailó. "Nuestra intención con este trabajo es simplemente poner nuestro granito de arena para que esta joya de nuestro folclore no caiga en el olvido, que los niños y jóvenes de hoy la conozcan, la bailen, la canten, la toquen y que ellos a su vez, en su momento, lo transmitan a las generaciones venideras".

Maribel Hinojosa: "Siento una cuádruple responsabilidad hacia el fandango de Alhama"
Maribel Hinojosa Arias tomó la palabra para explicar la estructura del libro, pero antes quiso hablar del porqué y el cómo. "Anoche mismo mi padre y yo estábamos en casa comentando, y yo le decía que sentía una responsabilidad, una cuádruple responsabilidad en cuanto al fandango de Alhama". La primera, porque aunque sea en parte "panciverde", su corazón es alhameño. Se crió allí con muchos de los asistentes, que la vieron más bajilla de lo que es ahora, y su corazón pertenece a Alhama.
La segunda responsabilidad es por respeto a las generaciones anteriores. La tercera, como conocedora de esta música que hoy en día se está extinguiendo. Y la cuarta, como hija de su padre, habiendo aprendido desde pequeña esos valores del conocimiento de lo cercano. "Con esa responsabilidad se me genera un compromiso: conocer esta parte de este patrimonio inmaterial que tenemos en Alhama, transmitirlo a otras generaciones y conservarlo".
El libro nació como un trabajo académico. Maribel estudió el grado de Historia y Ciencias de la Música, y en la asignatura de Etnomusicología, que relaciona el entorno sociocultural con la música que se practica, les pedían hacer un trabajo sobre una música de su entorno que conocieran de primera mano. "Entonces tiré de una recopilación que mi padre había hecho ya de letrillas, que es la parte más interesante del trabajo. El grueso ya lo había hecho mi padre y yo, aprovechando un poco de eso, le di un poco de forma y así nació este libro".
El método utilizado fue la entrevista colaborativa, hablando con gente que ha vivido y conocido el fandango de primera mano. "En bibliotecas no hay nada de fandango de Alhama, sí hay de los fandangos en general con el mismo papel que tiene el fandango de Alhama o que tuvo, pero nada de fandango de Alhama".
Maribel agradeció al Patronato, al Ayuntamiento, a la Diputación, a María Peula que hizo el diseño del libro, pero sobre todo "a todos y cada uno de los que estáis aquí esta tarde, porque sois cada uno un granito de arena para que esto no se pierda, porque simplemente con conocer que existió ya es un gran paso".
"Se daba un palo al candil, se apagaba y todo el mundo a su casa"
Luego confesó que iba a hacer "una pequeña jugada" al público. "Yo os he dicho que conociendo yo el fandango de Alhama me generaba un compromiso, pues ese compromiso es el que quiero generar en vosotros". Para ello explicó de dónde viene el fandango de Alhama y cuál es su marco social, que es lo más interesante.
Las raíces del fandango tienen varias teorías. El sufijo "ango" parece llevar a un origen africano, otras teorías apuntan a composiciones árabes, y la más certera parece ser que viene de las Américas. En su origen, el fandango era solo para las clases nobles y se bailaba en los salones. El que llega a nosotros es el fandango popular, que se popularizó en el siglo XVIII y pertenece a los bailes de candil, extendidos por toda Andalucía e incluso Extremadura.
"¿Por qué se llamaban bailes de candil? Pues porque se hacían al pie del candil, porque no había luz eléctrica". Tenían características comunes que compartía también el fandango de Alhama. Había una persona que era la autoridad, no necesariamente formal, sino simplemente una persona mayor que estuviera vigilando. Los fandangos se hacían como fiestas informales en las veladas de invierno, cuando no se podía ir al campo porque llovía o se hacía de noche muy pronto, improvisadas en una casa o en la plaza del pueblo.
"Siempre había una persona que vigilara porque siempre había cosillas..., eso ha pasado siempre. A lo mejor se organizaba con la idea de una petición de mano o de celebrar algo, y siempre había ahí una persona mayor vigilando, que el muchacho no se acercara mucho a la muchacha, que era lo que solía pasar". Cuando esa persona consideraba que se acababa la fiesta, "se le daba lo que se llamaba el palo al candil. Se daba un palo al candil, el candil se apagaba y se acababa la fiesta y todo el mundo a su casa. Ahora se enciende la luz de la discoteca, antiguamente se apagaba y todo el mundo para su casa".
Las letras eran en su mayoría improvisadas. Ocurría que un cantador improvisaba una letra y si había otro hábil le respondía, generándose entre ellos un diálogo. "Ahí se hacía catarsis un poco de las historias de cada uno. Podía terminar bien y otras veces terminaba mal, pero ahí estaba la persona pendiente". También había letras de carácter popular que la gente conocía, pero todas se transmitían oralmente, de boca a boca, de generación en generación. Por eso no hay nada escrito.
Por la transmisión oral, el fandango fue cogiendo en cada pueblo unas particularidades. "Este que os presentamos esta tarde es el nuestro, es el de Alhama de Granada. La música que vais a escuchar tiene mucho aire, se parece a los verdiales de Málaga también por proximidad".
"Federico le dijo a mi padre que el fandango de Alhama no tiene partitura"
Maribel contó una anécdota simbólica que define la esencia del fandango. Su padre hizo una partitura del fandango de Alhama y se la presentó a Federico en los tiempos del programa "Tal como somos". "Federico le dijo que el fandango de Alhama no tenía partitura. ¿Por qué? Pues porque se transmitía de uno a otro tocando. Nadie podía hacer una partitura de algo que tenía tantas variaciones cuando los músicos, cuando los cantantes cantaban o cuando bailaban. Esa es la música del fandango de Alhama también en libertad".
El baile también era en libertad. "No era 'se dan tres pasos a la derecha y otros tres pasos a la izquierda'. No, antiguamente de lo que veían se iba aprendiendo". Existían dos tipos de baile: el fandango que era por pareja, y luego estaba el zángano, que era un hombre y dos mujeres, otra forma de bailar el fandango.
El fandango se bailaba en los cortijos porque era el eje fundamental de la diversión de aquellos tiempos. En los años sesenta hubo un resurgimiento. "Gracias a Federico y gracias a Antonio Peula se formó un grupo de baile de fandango, se hicieron ensayos, tuvo su subvención del Ayuntamiento, se compraron sus trajes, iban a los pueblos a tocar, incluso quedaron segundos en un certamen provincial".
"Me caí bailando y dejé a Gerardo Molina bailando el pobre solo"
Luego, en 1991, cuando Alhama participó por primera vez en el programa "Tal como somos" de Canal Sur, se decidió llevar el fandango como representación de la cultura del pueblo. Tiraron de Federico y del padre de Maribel, que había montado en el colegio una rondalla con los alumnos y llevó a algunos que sabían tocarlo, entre ellos su hermano Raúl. "Ahí se hizo una representación del fandango de Alhama con su baile incluido. Yo estaba ahí pero de público".
Aquello tuvo tanta repercusión que en el colegio se creó un grupo de fandango. "Yo aprendí a bailar gracias a Juani Molina que está aquí presente. Aprendimos a bailar muchos niños y niñas de la época. Yo recuerdo bailar en veladas de fin de curso. Recuerdo una vez que mi pareja era Gerardo Molina y yo me caí bailando y lo dejé ahí bailando el pobre solo. Él se acordará también del rato que le hice pasar".
Después de eso se volvió a perder. "¿Qué es lo que se pretende ahora? Pues al menos que se conozca, que se sepa que tenemos en Alhama un fandango que es propio de aquí, que hay una recopilación de letrillas maravillosa. Por respeto a esa gente, por respeto a nuestras tradiciones, a nuestro patrimonio inmaterial, yo creo que debemos de conocer esto y de transmitirlo a nuestras siguientes generaciones".

Luis Hinojosa: "Goyete nos dijo que podría cantar tres meses sin repetir ninguna letra"
Luis retomó la palabra para hablar de las letras recopiladas, cerca de doscientas, que ha clasificado por temáticas. Agradeció las aportaciones de Alfonso Moreno, cantaor de solera que proporcionó muchas, de su suegro Miguel Arias, de Juani Molina que recopiló con los usuarios del antiguo bar del pensionista, y especialmente de Paco Trescastro, Goyete. "Cuando con grabadora en mano lo abordamos nos dijo: 'Si yo estuviera cantando una semana o tres meses no me oiríais cantar una coplilla dos veces'. Y efectivamente nos lo demostró. Todas las que yo tenía recopiladas y más, él me las cantó aquella mañana, no me las recitó". Goyete está ahora un poco regular de salud y le llevaron de parte del Patronato un libro que agradeció muchísimo.
Las coplas de fandango son estrofas de cuatro versos de ocho sílabas con rimas asonantes en los versos pares, aunque en ocasiones se añade un quinto verso. Son anónimas, populares y de transmisión oral. "Comienza una fiesta, algún espontáneo se arranca con alguna coplilla que conoce. Con suerte a este cantador le sigue otro y otro, y casi siempre surge la improvisación y a veces también el pique entre cantadores. Entonces nos encontramos con las coplas de preguntas-respuestas".
Su temática es variadísima. En primer lugar están las coplas dedicadas a mujeres, que siendo en la mayoría de los casos un hombre quien cantaba, es lógico que sea el grupo más abundante. En él hay piropos, nombres de mujeres, recriminaciones, quejas por su ausencia o por no ser correspondido, y también coplas de tipo jocoso.
Alfonso Moreno, acompañado de los músicos Raúl, Pablo, Manolo, Cristina y Nico, interpretó varios fandangos que emocionaron al público con letras como "Ayer tarde estuve haciendo castillitos en la arena y al mismo tiempo pensando en tu carita morena" o "María sé que te llamas y por apellido Luna, alúmbrame con tu luz que está la noche muy oscura".

Andrés García Maldonado: "Propongo unir el Verdial y el Fandango para hermanar la Axarquía y Alhama"
Andrés García Maldonado, presidente de honor del Patronato, recordó con emoción que “pasado mañana se cumplirían 54 años de la creación de la entidad en ese mismo solar”. "Su función esencial ha sido y sigue siendo luchar por Alhama en todo lo que pueda, según sus medios y posibilidades, pero sobre todo recoger de la comarca" este tipo de patrimonio.
Vivió el auge del fandango en los años sesenta cuando tenía once o doce años. Recordó cómo hicieron un gran escenario en el patio del cuartel utilizando lo que era el estercolero de los caballos de la Guardia Civil, porque se había olvidado hacer la cuadra. "Lo primero que se hizo aquel junio de 1964 fue precisamente que actuara el grupo de Fandango de Alhama". Destacó la calidad artística de Alfonso Moreno y su vecino Nicolás, y recordó anécdotas como la competición cordial que hubo en la boda de su padre entre el fandango y la ópera, cuando su tío Felipe, un buen tenor, preguntó por una persona que había cantado el fandango porque consideraba que tenía una voz extraordinaria.
Hizo una propuesta concreta: organizar en Alhama un encuentro entre el Verdial y el Fandango para unir las comarcas de la Axarquía y Alhama. "Al escucharlo me he dado cuenta de que tiene mucho y muchísimo. Puede ser esa proyección de que el Fandango no se quede aquí en este gran arranque y logro que habéis alcanzado, sino que anualmente tengamos un día o dos para que algo tan propio y con raíces tan profundas en nuestra tierra se extienda". Se ofreció personalmente a hablar con el delegado de Cultura de Málaga y el presidente de la Diputación, porque vive allí y son casi vecinos. "La unión entre dos provincias y dos comarcas, que a pesar de que estén las tierras que están por medio, resulta que las tierras lo que hacen es unirlas a lo largo de la historia, no separarlas".

Pilar Caracuel: "En un tiempo en que lo oral pasó a lo virtual, esta historia de aprendizaje entre padre e hija es confortable"
Pilar Caracuel Sánchez, diputada de Cultura, se mostró emocionada recordando los verdiales y la cercanía entre Málaga y Granada como provincias hermanas. Destacó que le parece fundamental recoger los saberes tradicionales porque desgraciadamente la tendencia es a la pérdida. "Se está perdiendo porque son saberes y formas de cultura ligadas a una cierta forma de vida. Si se pierde una, la otra tarde o temprano también se perderá".
Se fijó en un detalle que le resultó especialmente llamativo: que los autores sean padre e hija. "Dado los tiempos que corren, no me lo parece tanto que sean padre e hija. Lo que esto nos está diciendo es que la materia descrita en este libro se ha transmitido de una generación a otra, de una familia, como se han transmitido o como se transmitía toda la vida de Dios los oficios y los saberes de padres a hijos".
Reflexionó sobre la diferencia con el mundo actual: "Imagínense ustedes un tutorial en YouTube sobre el fandango de Alhama. Yo sí me lo imagino. ¿Y eso daría lugar a una experiencia cultural viva? Pues yo creo que no. En un tiempo en que la transmisión del conocimiento ha pasado de lo oral a lo virtual, resulta confortable escuchar esta historia de aprendizaje tradicional entre personas de carne y hueso que se ven, se hablan y se tocan. Porque no solo es patrimonio lo que se transmite, también lo es la forma en la que se transmite".
Por eso cree que es obligación de la Diputación participar en este tipo de trabajos que fomentan la pervivencia del patrimonio local, poniendo en esta ocasión a disposición de los autores su servicio de imprenta.

Jesús Ubiña: "Este salón de plenos se ve lleno pocas veces"
Jesús Ubiña, alcalde de Alhama, agradeció especialmente a Luis y Maribel y destacó que un salón de plenos lleno "se da pocas veces. Reconoció al Patronato como un pilar fundamental de la cultura de Alhama y anunció que van a vincularlo mucho más con el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura. Recordó que su madre de 96 años le cuenta que la vinculación con los verdiales viene del intercambio de trabajadores del campo que venían de la costa en verano.

Manuel Juan García Ruiz: "Luis y Maribel, vuestro afán deja huella sin otro interés que vuestra pasión sincera"
Manuel Juan García Ruiz dedicó dos espinelas al fandango y a los autores del libro. En la primera definió al fandango como "raíz que alumbra ennoblece, del campo esencia encendida, festejo que da la vida". Cuando el cansancio decrece, "renace de su melodía la humana filosofía del gozo y el sentimiento. Fandango, puro argumento de amor, de fe y poesía".
En la segunda espinela, dedicada a Luis y Maribel, los llamó "luz del saber en largura, voz culta de la memoria" que al fandango dan la gloria. "Luis, profesor en la andadura. Maribel, fiel heredera. Vuestro afán deja huella de los latidos de Alhama, sin otro interés ni fama que vuestra pasión sincera".

Alfonso Moreno: "Con los sonidos del campo me he dormido, con el frío me he despertado tiritando"
Alfonso Moreno cerró emotivamente el acto explicando que iba a cantar un fandango hecho por él a raíz de la vida que tuvo desde pequeño. "Viviendo en un cortijo, viviendo en un pajar". Y cantó: "Con los sonidos del campo, cuantas veces me he dormido. Con los sonidos del campo y otras veces con el frío me he despertado tiritando, qué mala niña he tenido".
Vídeo completo del acto
Un cante que resume, en primera persona, aquella vida en los cortijos que el libro de Luis y Maribel rescata del olvido para que las generaciones futuras sepan que en Alhama hubo un tiempo en que la música, el baile y la vida se transmitían al calor, y a la luz, de un candil.

Imágenes para recordar darle vida al fandango de Alhama























