Jayena en imágenes (II)


A la salida de la iglesia

 Aportamos hoy estampas jayeneras, de un tiempo lejano en la memoria pero reciente en la historia.


Grupo de vecinos en la calle Tesoro

 Fotografías cedidas por dos cordiales y afectuosas vecinas que han querido poner su granito de arena solidario en esta ganada intención de historiar mes a mes nuestra villa de Jayena en imágenes. Recuperando para la historia momentos cotidianos que tejen entre tránsitos y andanzas las crónicas de un pueblo.

 Así Consuelo y Josefa, al calor de una noche de verano, con el entusiasmo de quien recuerda con agrado, fueron desmenuzando foto a foto conversación y tiempo, en su narración de íntimas crónicas amontonadas que han ido hilvanando toda una experiencia de vidas tan ricas y extensas como extraordinarias. Conversadoras exquisitas he de reconocer que me dejaron con hambre y apetencia de oyente.

 En las imágenes que hoy aquí se traen a pesar de su índole personal, se pueden apreciar instantes y momentos que en otro tiempo fueron frecuentes y acostumbrados, cincelados de luces y sombras en un tiempo no siempre propicio. Un grupo de vecinos en la calle, un grupo de teatro disfrazado, (por cierto la obra que representaron tenía como título Doña Clarines) jovencitas en un antiguo abrevadero de la villa, hoy ya desparecido, mujeres jornaleras en la cogida de la remolacha, una hortaliza que en otro tiempo fuera pilar económico de la vega jayenera, alguna que otra celebración familiar, o simple y llanamente una pausa merecida al suspiro de un buen trago de vino.

 Presencias de una época acaso difícil y espinosa, pero a la vez esperanzadora donde sus protagonistas supieron salir ventajosos, no sin cicatrices y quebrantos. Aquel cine a cinco pesetas, con sus sillas de anea y censuras inútiles, o las representaciones de teatro auspiciadas por el maestro de turno o el párroco progresista, las primeras minifaldas, los primeros guateques, la recordada Tuna de Jayena, o aquel ensayo de grupo musical llamado Inspiración…etc.

 Para ultimar me quedo con las pretensiones sencillas y francas de Consuelo, cuando ilustrándome desde su excelente memoria, evocadora y alusiva me comentaba que se hace necesario conservar de alguna manera aquellos hechos y momentos, aquellos tiempos que forman parte de nosotros y nuestra historia, de nuestros pueblos y nuestro origen; para referencia y conocimiento de las generaciones presentes y futuras.


Celebración familiar


Actores de una obra de teatro


Vecios de la calle Tesoro


Vecino cerca del Río Grande y la fuente de el Quejigo


Vecinas en la recogida de la remolacha


Grupo de amigas en el antiguo abrevadero