
Fue el poeta francés Théophile Gautier, en el siglo XIX, quien describió Alhama de Granada como un lugar "colgado sobre una enorme roca como un nido de águila". Por aquel entonces ya se había convertido en el lugar preferido de muchos viajeros que pasaban varios días en la localidad granadina. Alhama procede del arabismo Al-Hamma cuyo significado es fuente de agua natural caliente y en la que sus aguas termales curativas disfrutaron épicos viajeros del siglo XIV como Battuta, el mayor viajero del mundo de la Edad Media, durante su ruta por Al-Ándalus. En la actualidad la ruta tiene una longitud de 149 kilómetros y a pocos metros de sus fuentes termales se encuentra la Cueva de la Mujer, un asentamiento geológico, de los primeros humanos en la zona, y que data de hace miles de años.