La Junta General del Patronato de Estudios Alhameños, en su sesión del pasado viernes, acordó por unanimidad solicitar al Ayuntamiento, por medio de su alcaldía, el que la torre de la Iglesia de Santa María de la Encarnación, ante las acertadas obras de nueva pavimentación y mejora que se están llevando a cabo en la Plaza de los Presos, recupere nuevamente el estado e imagen que tuvo prácticamente durante más de cuatro siglos desde su construcción y terminación, en el sentido no tener elemento alguno añadido o pegado a ella como es la fuente que anula la vista de su base y, desde hace tan sólo unos años, las piedras labradas que se le agregaron con ocasión del V Centenario de la Muerte de Isabel la Católica..
En el acuerdo trasladado al Ayuntamiento, el Patronato destaca el acierto de las obras de pavimentación llevadas a cabo como las se están realizando en esta parte de la ciudad monumental alhameña, concretamente en la referida Plaza de los Presos o Real, en la misma plazoleta que da entrada al templo, casa parroquial y otras viviendas, las que continuaran igualmente en calle Baja Iglesia. Lo que va a suponer un gran embellecimiento para la parte más importante, en lo que a monumentalidad se refiere, de toda nuestra ciudad.
Así, se indica y propone que precisamente aprovechando la mejora que se está consiguiendo, no se da justificación alguna para que se atienda la petición que se formula de que permanezca la referida fuente. Se entiende que sería un verdadero absurdo que la Plaza conserve una fuente que, además de ser ya durante tantos años un punto de suciedad permanente, quita vista e imagen, por lo tanto grandeza, al conjunto de de la torre, la que se recuperaría eliminando de ahí la fuente y los elementos indicados conmemorativos. Elementos que se deseaba que fueran tan sólo las iniciales de los Reyes Católicos a forma de firma, con piedra apropiada al efecto, por lo que se consideró desde su misma colocación en 2004 que no eran apropiados a ese lugar, recomendándose ya su traslado a otro lugar más adecuado.
Insiste el Patronato en que la torre, hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, creemos que a partir de los años sesenta, sólo ha tenido pegado a ella el caño pequeño que se situó junto a ella por necesidad del abastecimiento a la población de agua, al no existir red de distribución domiciliaria, estaba en el extremo izquierdo mirando la torre de frente. En fotos de los terremotos se observa sus pequeñas dimensiones y como se encontraba totalmente en el indicado extremo.
Si se observan, por ejemplo, fotografías del lugar y de la torre en concreto, en los meses de los Terremotos de 1884 se verá que no existe añadido o elemento alguno en la torre, ni junto o cercano a ella, salvo el pequeño caño indicado. La torre debe quedar limpia de elementos y, sin lugar a dudas, mejorara, además de quedar como realmente se deseo desde su construcción y durante todos estos siglos, desde el XVI.
A todo esto hay que añadir que, además de que pocos han visto a esta fuente con agua corriente, en la Plaza de los Presos existen dos fuentes más. Por supuesto, no se trata, ni mucho menos, que de la que hablamos sea una fuente histórica o de unas características artísticas especiales, en lo más mínimo.
Por si todo este razonamiento y realidad fuesen pocos, debemos informar que existe el requerimiento de la Junta de Andalucía, por medio de su Consejería de Cultural, de que la torre debe quedar libre de todo esto.
Así, es el momento de retirar la fuente y la decoración existente en la torre y dejarla como se construyó y ha permanecido durante tantos siglos, contándose ahora en su pie con una pavimentación que contribuirá, aún más, a su mayor realce.
El Patronato respeta toda opinión y criterio, no faltaría más, e igualmente exige que también se respeten los suyos y, más aún, cuando siempre los fundamente, concreta y razona, guiándole únicamente lo que considera el interés general de Alhama en los órdenes que constituyen sus fines y objetivos. .