Como ya comentábamos en un artículo anterior la exposición se amplió unos días más debido al éxito obtenido.
A la hora prevista, las ocho de la tarde del viernes 3 de octubre, la pintora recibía a sus amigos y gentes interesadas en el arte, en la Galería del Carmen, para dar por acabada esta iniciativa pionera en nuestra Comarca; la de dar a conocer no sólo la obra expuesta, sino también “exponerse” ella misma mientras crea su obra. De esta forma en los días que ha durado la exposición han estado a la vista del público visitante toda la panoplia de útiles de pintura y dibujo, los bocetos previos, las fotos en las que se ha inspirado Barbara para recrear con su visión el mundo taurino, o una parte de ese mundo, por unos amado y denostado por otros.
Compartiendo con ella y sus amigos una copa de vino pudimos disfrutar de ese mundo de colorido, volumen y espacio que recrean el capote, el torero y el toro en ese primer tercio de la lidia en el cual el espada recibe al toro con el capote, antes del tercio de varas, que es en el que se empieza a derramar la sangre. Antes de esto, solo toro y torero y entre ellos, el capote que traza y esculpe en el aire las figuras que han llamado la atención de esta pintora nacida en los Estados Unidos pero europea de vocación, y, últimamente, alhameña.
Sabemos que está satisfecha del resultado de esta ambiciosa experiencia, que ha podido acabar algunos de las obras que deseaba acabar, tal vez no tantas como hubiera deseado, pero si incluso más de las que esperaba. El trato con los niños ha sido otra fuente de satisfacciones para Barbara, niños a los que ha mostrado parte de nuestro patrimonio cultural y que incluso han colaborado con ella aportando sus consejos para mejorar la obra, cuando no retocándola ellos mismos.
En cuanto a la obra culminada tiene toda la fuerza e intensidad a que nos tiene acostumbrados la pintora, que esta vez no ha podido jugar con el color como a ella le gusta, los colores del capote son los que son y lo mismo pasa con el toro. Pero si ha sabido captar esas formas caprichosas que el aire, el movimiento que el torero imprime al percal y las evoluciones del toro crean en un segundo, para descomponerlas en el siguiente. Saber captar y trasmitir toda esa belleza efímera y conservarla para quienes deseen contemplarla es el trabajo que ha querido realizar Barbara Price para todos nosotros. Un trabajo, por cierto en el que la figura del torero a veces queda desdibujada, cuando no ausente, porque se ha querido centrar en esos momentos en el que el capote y sus caprichosas evoluciones tejen y destejen en el aire esa música silenciosa que es el primer tercio de la tauromaquia con toda su belleza, colorido, formas, volúmenes, espacios… justamente lo que tan magníficamente han sabido atrapar para siempre los pinceles de Barbara Price.
Como alhameños estamos orgullosos de que haya sido en esta tierra donde haya decidido crear, exponer y compartir su obra.
La clausura
Redacción gráfica: Prudencio Gordo (dos primeras Barbara Price)