Salvador Raya publica una edición facsímil de las principales leyendas alhameñas.
Prologado por el arzobispo, la recaudación por su venta se destina a la restauración del patrimonio artístico de la parroquia.
Enero 2001.- Gracias a la labor investigadora y editora de Salvador Raya Retamero los alhameños tienen la ocasión de conocer otra importante y curiosa obra de su legado histórico. Su deseo de facilitar el acceso a las fuentes originales ha conseguido que, mediante financiación anónima, se edite la obra “Recuerdos Marianos o Alhama y su Madre” publicada en Barcelona el 3 de enero de 1865 por el abogado, arcipreste y párroco de Alhama, Federico Antonio Sánchez de Gálvez. Dicha obra cuenta con un prólogo del arzobispo de Granada, Antonio Cañizares Llovera y de un estudio preliminar del historiador alhameño.
Según explicó Raya a ALHAMA COMARCAL “de esta obra sólo se conoce la existencia de dos ejemplares originales”. Uno de ellos es propiedad desde hace varias décadas del anterior bibliotecario de Alhama, Manuel Melguizo Santander, quien lo ha cedido para esta reproducción facsímil y cuyos ingresos por su venta se dedicarán en su totalidad a la rehabilitación de elementos históricos y artísticos de la parroquia alhameña.
En su prólogo el arzobispo afirma que le gustaría ser el “guía mudo” que se limita a señalar con el dedo la obra para que ella hable y se manifieste por sí misma, “e invitarle a que lo la lea y se adentre en la realidad de la que es portadora”. A continuación Raya analiza la obra que describe como “recopilación de una serie de leyendas y tradiciones populares (...) lo que Sánchez de Gálvez no recogió se perdió para siempre: religiosidad popular y costumbrista, en cuanto a festejos y tradiciones; así como la forma de entender el pueblo de antaño el compromiso diario que con la vida tiene cada ser humano ”. Aclara que tanto las leyendas como a su autor de quien afirma es un contestatario, hay que situarlas en su momento histórico. Al parecer Sánchez de Gálvez , “de hábil oratoria” nació en 1829 y estuvo al frente de la parroquia alhameña entre 1850 y 1887. El estudio incluye la firma autógrafa del párroco y una posible fotografía del mismo celebrando un bautizo de campaña tras el trágico terremoto de Andalucía.
Historia y curiosidades
El opúsculo está dividido en trece capítulos. Los doce primeros recogen las leyendas más populares de Alhama, tales como “Nuestra Señora de los Ángeles” conocida también por “El salto del caballo” o la de la “Virgen de la Peña de Francia”, así como otras dedicadas a la Virgen de Dona, Virgen de Jamilena, Virgen de los Remedios, Virgen del Carmen, etc. En el último capítulo describe la historia y leyenda de otras imágenes de la devoción mariana.
Contrariamente a lo que podría pensarse estas leyendas religiosas no sólo son interesantes para los devotos de la Virgen ya que están salpicadas de datos históricos extraídos de los archivos municipales y de la parroquia, como la terrible sequía de 1723 y 1724, la epidemia de 1860 “que hizo de Alhama un hospital y habría hecho un panteón, sin el auxilio eficaz de san Francisco de Paula” o la invasión francesa acaecida el 2 de febrero de 1810. También desvela gran número de curiosidades indispensables para conocer la idiosincrasia de los alhameños. Así, por ejemplo, los lectores encontrarán la explicación de topónimos como Llano de Dona, Badillo, cortijo san Elías o Jamilena, y el origen en Alhama de fiestas como la Candelaria, y de otras ya desaparecidas como la denominada de Piñonate en honor a la Virgen de la Cabeza, la romería de san Sebastián o la representación de fiesta de moros y cristianos, en torno al 8 de diciembre. Así mismo, se puede saber por esta obra el origen de la Cruz de Hachuelo, erigida en el lugar donde fue asesinado don García Obregón y Carvajal por haber cometido el “delito” de amar locamente a María Hernández Guillén.
Otras curiosidades que se pueden encontrar en la obra es el origen del balcón natural de Alhama picado por los frailes carmelitas; la llegada a Alhama, el 25 de agosto de 1607, del cadáver de don Rodrigo Bazán Maldonado, bienhechor de la creciente comunidad; el origen del supuesto Cristo sin faz de Alonso Cano y la celebración de la Noche buena en esta ciudad, “una de las más sublimes de cuantas he visto”.