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Cecilio Barroso, vuelve a Zafarraya históricamente para quedarse para siempre

El Ayuntamiento le dedica una calle y un tótem al que descubriera y diera nombre al “Hombre de Zafarraya”

“Cecilio Barroso, el arqueólogo” ha vuelto y quedado para siempre en Zafarraya. El ayuntamiento de de la histórica villa, comenzando por la entrega de su alcaldesa Rosana Molina y su equipo municipal y de personas que ella mismo ha elegido, ha hecho posible este retorno simbólico pero perpetuo por todo lo alto con los actos que se celebraron el pasado sábado con muy buena asistencia de público y satisfacción total de los vecinos de la población.

 La primera parte de los actos era la “Inauguración de la calle que Zafarraya dedica  a “Cecilio Barroso Ruiz”, creo que la más importante de la población y la que desde casi las afueras te lleva al mismo corazón de la población, al mismo Ayuntamiento.

 A la hora prevista, con un poco de retraso porque se esperaba a la alcaldesa Rosana, se inició el acto. Pero resultó, como informó al asistente el concejal delegado de Cultura Miguel Ángel Palma González, que la alcaldesa se encontraba con una gran indisposición que le impedía asistir. Para ella era un acto soñado desde que falleció, y hasta años antes, a Cecilio Barroso, y resultaba que no podía asistir, aunque deseando que todo saliese bien y pidiendo disculpas por la situación difícil de superar que se le había presentado.

 Los numerosos asistentes dieron un aplauso dedicado a Rosana, y Miguel Ángel Palma, presentó  a Andrés García Maldonado, resaltando su importante currículo y su afecto hacia Zafarraya desde hace tantos años, siendo Hijo Predilecto de Alhama, indicó que el escudo y la bandera de Zafarraya es obra de él, como la misma placa que Alhama dedicó a Zafarraya con motivo del segundo centenario.

 Andrés García Maldonado agradeció las palabras de Miguel Ángel, y ante todo deseo un rápido bienestar de Rosana, sintiendo esta indisposición porque ha vivido en estos últimos meses el dinamismo y trabajo que ha desarrollado para que el acto que se celebraba fuese muy especial por Cecilio Barroso, por su misma familia comenzando por  Francisca Medina Lara, su esposa, e hijos, por Zafarraya y todos sus habitantes y la Cultura en general. El aplauso del público fue calurosísimo.

 

Acto seguido, todo ello junto al tótem que se iba a inaugurar,  Andrés pronunció las siguientes palabras:

Tras miles y miles de años llegó Cecilio Barroso Ruiz, nacido a la otra orilla de este Mar Nuestro, y mundializó la palabra Zafarraya

Cecilio Barroso Ruiz. Aquí, como en otras muchas distintas geografías, “Cecilio, el arqueólogo” o “Cecilio Barroso”. Y en todas partes saben de su sapiencia de arqueólogo y doctor en Paleontología, que en él llegó a elevarse a unos niveles insospechados, con una sorprendente vocación y una excepcional adquisición de experiencia desde sus años más jóvenes. Como nos expondrá el eminente doctor don Bienvenido Martínez Navarro y nos lo confirma ello, entre tantos hechos y logros, el que, siendo estudiante de la Universidad de Málaga, en su ejemplar entrega de su amor por la arqueología, ya halló las representaciones pictóricas de barcos antiguos del Mar Mediterráneo, al resguardo rocoso de la gaditana Jimena de la Frontera.

Pero aquí, un día de 1979, de una forma muy singular, vino a quedarse y dejar en claro su categoría singular de arqueólogo, a la par que su calidad humana, llana y difícil de igualar.

Recorrió todo este lugar, toda esta Dehesa, intuía, sabía, que la misma que tanto ha guardado y guarda de la existencia de los seres que nos precedieron hace tantos milenios, como del paso de las culturas más remotas, tenían que dar su fruto, y ese día en el lugar que había descubierto y denominado él para la Ciencia y el Mundo “Cueva del Boquete de Zafarraya”, “Cueva de Zafarraya” encontraría la prueba esencial del “Hombre de Zafarraya”. Ello en tierras que se hermanan desde la Noche de los Tiempos y vivirían aquella des glaciación que se cuenta que rompió creando “El Boquete” y haciendo desaparecer la gran laguna que era el Llano. En tierras milenios después de la vecina y apreciada Alcaucín y toda la Dehesa de Zafarraya, en nuestros siglos recientes del límite administrativo de Granada y Málaga y de Málaga y Granada.

El ímpetu y sabio temperamento de Cecilio, hace posible, durante años, las primeras excavaciones arqueológicas oficiales de la Cueva de Zafarraya y el consiguiente reconociendo de toda esta extensión de la Dehesa de Zafarraya, en este orden de cosas. Y como todo debe tener su premio cuando se hace con tanto ahincó, sabiduría y paciencia, descubre restos del neandertal, entre ellos los del inigualable fémur y mandíbula con más de 35.000 años de antigüedad, a los que les da la denominación de “Zafarraya 1” y “Zafarraya 2”.

La cueva con su nombre se hizo rápidamente internacionales. Ello conllevó, a partir de 1990, que un equipo hispano-francés efectuase una transcendental excavación y estudio bajo su dirección, adquiriendo cada vez más renombre, pues pronto queda confirmado que se trata de la de mayor número de restos de neandertales de la Península Ibérica.

Ello, con todo su enorme bagaje científico a lo largo de cuantos años vive, experimenta y asume, le supone ser considerado un prestigioso arqueólogo internacional, y también, para nuestro orgullo y satisfacción, su vinculación con esta tierra y sus buenas gentes, especialmente las de Alcaucín y Zafarraya, donde tanto se le quiso y respetó y donde jamás será olvidado. Ha quedado en el corazón de tantos como “Cecilio, el arqueólogo”, sí, pero también para cuantos lo trataron como “Cecilio”.

Ni un instante descansó en su vocacional entrega, fue el alma arqueológica también de la Cueva del Ángel, Lucena, uno de los descubrimientos más sorprendentes y valiosos de la Prehistoria, llegando a ser equipara a la de Atapuerca, hasta el punto de que comenzase la gestión de la declaración de “Patrimonio Mundial”, allí encontró el resto humano más antiguo de Córdoba, un diente mular de hace más de 100.000 años, cuando se cumplían sus 25 años de estrega a ésta.

Por lo tanto, trasladando el profundo sentir del amor a esta tierra en lo que a mí me afecta:

- Gratitud, honor y gloria perpetua a Cecilio, ya coronado para la Ciencia para todo la Eternidad por lo realizado; tristeza y pesar porque, aquel 4 de febrero, del pasado año era muy pronto para marcharse, le quedaba siempre, como a los grandes hombres de ciencia, mucho por hacer y seguir aportando al saber humano-científico.
- Reconocimiento a la eficaz alcaldesa Rosana, y a todo su magnífico equipo municipal, como Miguel Ángel Palma González, Cultura; Samuel Ortigosa Moreno, teniente-alcalde; y a todos cuantos han hecho posible este histórico acontecimiento también ideado, como bien van a observar y vivir todos ustedes, con tanto amor para dejar ya también a Cecilio en la Dehesa de Zafarraya, como también lo está, en este orden de cosas, en Alcaucín y tantos otros lugares e importantes yacimientos arqueológicos.

 Tras miles y miles de años, Cecilio Barroso Ruiz, tomó el camino de las eternas excavaciones, desde Rincón de la Victoria, elevando cada vez más y para siempre el nombre de Zafarraya por los cinco continentes.

 
Descubrimiento del tótem

  Se procedió a continuación a la inauguración del tótem, original y uno de los mejores recuerdos-homenajes que se le podía efectuar a Cecilio Barroso Ruiz, descubridor de la Cueva del Boquete de Zafarraya y cuanto tan justamente se ha afirmado. Intervinieron en la inauguración miembros de la Corporación junto a la viuda de Cecilia, Francisca Medina.

 Miguel Ángel Palma efe actuó una excelente descripción de la buena obra que se ha llevado a cabo, describiéndola y exponiendo el sentido de la misma, al mismo tiempo que habló sobre las aportaciones científicas del arqueólogo, muy en especial de su cariño hacia Zafarraya y de su enorme calidad humana, siendo querido por todos los habitantes de Zafarraya y quedándose para siempre en este monumento dedicado a él así como en la calle de la que se descubría su rotulo, Calle Cecilio Barroso Ruiz, 1955-2023”.

Foto bajo el nombre de la nueva calle

Acto en el “Centro Cultural Enrique Morente”

 Acto seguido, en el “Centro Cultural Enrique Morente”, todo abarrotado, continuó el homenaje a Cecilio Barroso. El teniente-alcalde Samuel Ortigosa Moreno, pronunció unas palabras en las que oficialmente dedicaba el homenaje exponiendo los méritos y razones que  concurrían en Cecilio Barroso Ruiz para ser distinguido y considerado como una personas de proyección internacional relacionada ya para siempre con Zafarraya, estando en los mejor de su historia y habiendo mundializado el nombre de la misma.

 A continuación presentó al insigne arqueólogo Bienvenido Martínez Navarro, profesor de Investigación ICREA en el Instituto Catalán de Paleontología Humana y Evolución Social, de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, quien pronunció una amena e interesante conferencia en homenaje a Cecilio bajo la denominación “Cecilio Barroso Ruiz, pionero y visionario de la Prehistoria de Andalucía”. 

 La disertación fue seguida con interés por los muchos asistentes, siendo de tal pedagogía que llegó a todos y puso bien de relieve la importancia y proyección del homenajeado en los órdenes científico y humano.

 Acto seguido se ofreció “Los cuentos del Hombre de Zafarraya”, seguido con interés por todos y lograda la representación artística y culturalmente, interviniendo en la dramatización: Lucia Alfaro y Fernando Gil, actores del colectivo Sociarte de Vélez-Málaga; Salvador Gabriel Palma y Manuel Ignacio Frías, pintores del Taller Artístico Municipal de Zafarraya, todo sobre un logrado texto del que es autor Juan Miguel Ortigosa Palma, con adaptación y dirección de Angélica Gómez del Colectivo indicado de Vélez-Málaga.

 La representación fue seguida con interés por los asistentes  y muy aplaudida y comentada. Cerrando el acto, tras unas palabras de gratitud por parte del representante del Ayuntamiento, con la entrega de un bello recuerdo de Zafarraya a cada uno los intervinientes y asistente en el homenaje y, en especial, a la viuda de Cecilio, Francisca Medina Lara. 

El Patronato de Estudios Alhameños, presente en el acto

Miguel Ángel Palma, concejal de Cultura, fue el maestro de ceremonias

La viuda de Cecilio ante el tótem recién descubierto
Miguel Ángel explica las cuatro inscripciones del tótem
Descubrimiento de la placa que da nuevo nombre a la calle

La nietas de Cecilio posan en el tótem que recordará a su abuelo
La asociación de mujeres de Zafarraya también estuvo representada 

La policía local reguló la normalidad del tráfico ante la calle que se desarrollaba el acto
Los empleados municipales tuvieron un invitado inesperado, el viento, que creó algún problema añadido que supieron resolver

Vídeo del acto