Nos pusimos en contacto ya hace unos meses con el club senderista Navachica de Jayena, fue a través como no de internet, esa puerta por la que se puede acceder a toda la información la que nos dio acceso a las actividades que este club desarrollara durante esta temporada a través de su blog, comprobando gratamente que una de sus rutas familiares se iba a hacer por Alhama.
Y surgió la chispa, esa que hace que la familia senderista se ponga en marcha y que los caminos y las rutas tengan ese carácter que da al caminante ese “toque” solidario que nos caracteriza, pues dos tomas de contacto sirvieron para quedar con ellos y estos hacerme el honor de ser su guía durante cuatro horas por el sendero del cañón de los Tajos de nuestro rio.
Este legendario sendero que es un auténtico libro abierto a nuestra historia, a nuestras costumbres ,a nuestras gentes, al paisaje, a la geología, a la flora, a la fauna, a las leyendas, en definitiva al conocimiento de un pueblo y una forma de ser tan particular, que a cada paso que se anda por sus tres kilómetros y medio de longitud desde su comienzo hasta su final son en definitiva una hermosa y única experiencia porque este sendero te lleva y te enseña lo auténtico del ser “jameño”.
Puntuales en esta primera mañana del cambio de hora al horario de verano, treinta y dos participantes entre mayores y pequeños de este club, que lleva ya sobre dos años de vida como tal y que es el segundo que en nuestra comarca esta federado, junto al club “La Maroma” de Alhama y Zafarraya, estaban prestos en el sitio de reunión acordado a eso de las nueve de la mañana y tras las presentaciones de rigor, dimos comienzo a nuestra ruta.
La ruta del cañón de los Tajos del rio Alhama o Marchan catalogado como Paraje Natural por la Junta de Andalucía en el año 2012, comienza en el mirador de la Huerta de Santa María, en la explanada del ferial, se adentra al cañón por el paraje de la Fuente de La Teja, donde se pueden ver ya las primeras pilas de lavar hechas en la piedra aprovechando los tajones cercanos al rio y comenzando a asociar las costumbres populares con los oficios asociados al rio, como el de la lavandera y el de cantero, en este paraje se pueden apreciar dos construcciones que ha llegado hasta nuestros días , aguantando el paso del tiempo , por un lado la cueva del “Alcudete”,como aprisco de ganado y las ruinas de la vieja fábrica de la luz, que estuvo en activo hasta principios de los años setenta del siglo pasado.
El sendero sigue su sentido, dando vista al camino medieval de las erillas o de la mina y por supuesto a las enigmáticas “escalerillas del diablo”, con su imposible talla en el mismo tajo.
Nos adentramos así, en el paraje conocido como “el Enchinar”, lugar donde el rio pasa mansamente, en otros tiempos aprovechando esta circunstancia, los pastores aquí les daban descanso y agua a sus cabras y sus ovejas, así el pastoreo aparece como otro de los oficios asociados al curso del agua.
Pasado este paraje, e iluminadas por una cálida luz aparecen frente a nosotros las primeras imágenes de las casas colgadas en el precipicio, presididas por la Parroquia y el mirador de ”la arve”, impresionantes a esta hora de la mañana, no sin antes detenernos frente a la subida de “la mina”, desde el rio hacia las mazmorras.
Así ,entre acequias perdidas, tajos donde los canteros sacaban el material para sus trabajos, y donde se pueden apreciar las técnicas que estos utilizaban para extraer la piedra como era la técnica de la “saca por rozas”, tramos del camino de los molinos, cuevas de ganado y por supuesto más y más restos de pilas de lavar , llevan al caminante hasta el primer molino harinero de nuestro popular barrio molinero , el molino de Nuestra señora del Carmen, que estuvo en activo hasta comienzos de los años setenta del pasado siglo, fue el último en cerrar sus puertas.
Tras cruzar el puente de hierro del molino se transforma el camino hacia nuestra izquierda, en tramo del sendero de gran recorrido GR-7, sendero que pasa por el cañón de nuestro rio y que para el senderista es todo un símbolo, ya que tiene unos seis mil kilómetros de recorrido, naciendo en el sur de Grecia, y cruzando Europa, llega hasta el pueblo gaditano de Tarifa, está señalizado por unos hitos de madera con los colores blanco y rojo, señal característica de este tipo de senderos, aprovecho este párrafo para pedir que se respeten dichas señalizaciones ya que si se perdiesen , perderíamos esa categoría que nos da a los alhameños de que ese sendero internacional pase por nuestros parajes.
A la subida del barrio molinero, donde se encuentra el remozado y restaurado molino de La Purísima, los que aún se pueden ver están lamentablemente en ruinas, y dan una visión sobre la importancia de los molineros como actividad económica y como oficio asociado a nuestro rio.
Un descanso delante del molino de San Francisco, para tomar fuerzas y seguir descubriendo los rincones y las curiosidades de nuestro cañón, que continuamos por la acequia alta hablando de las lavanderas y de sus historias, hasta llegar a la altura de la ermita de la Virgen de la Peña de Francia, que fue patrona de los molineros , hasta cuya ermita en otros tiempos estos llegaban en romería, cayendo dicha ermita en el más deplorable olvido desde que en 1936 fue destruida y convertida en cuadra de animales. Nuestra ruta sigue en subida hasta el entronque de esta vereda con el camino de loa Ángeles, aquí se pueden admirar las paredes verticales más altas del cañón, algunas de ellas pueden alcanzar los ochenta metros de altura, se pueden divisar también los derrumbes ocasionados por el terremoto de 1884 y como no bajo nuestros pies la huerta de la peña con ese aire morisco que aún guarda.
El camino continua hasta la mismísima ermita de los Ángeles, con la leyenda del salto del caballo y la visita a la piedra donde están sus huellas, y un poco más adelante el tajón donde se puede ver una cruz de piedra tallada y fechada en 1810, que nos puede llevar perfectamente hasta la ocupación de Alhama por las tropas francesas en nuestra guerra de la Independencia.
De esta forma llegamos por el camino de Perrute, hasta la Pantaneta, donde haremos un merecido descanso mientras admiramos este humedal artificial catalogado como Humedal
Andaluz en el año 2010. Estamos ya en la mitad de la ruta, tras la comida y con un tiempo primaveral de lujo seguimos por el sendero de la Pantaneta, hasta el mirador de su dique, donde el paisaje se abre hacia la cumbre de La Maroma ( 2065 msnm), aun con algún nevero que otro, el pico de la peña del Sol de unos (1.887 msnm), el cerro de los Roaeros (1.200 msnm) el Pico del Malas camas(1.794 msnm) y el de la Chapa(1824 msnm) y donde también se pueden ver la gran variedad de aves acuáticas que pueblan este ecosistema, tales como las fochas, los patos porrones, las gallinetas, las ánades, los cormoranes, etc.
De nuevo vuelve nuestro sendero al camino de los Ángeles, pasamos por el paraje del Chiringuito , que fue un antiguo merendero y lugar de baños en los veranos de la década de los ochenta , el camino sigue hasta la vereda de subida hasta el alto de la cuñilla, desde esta perspectiva el paisaje del cañón cambia radicalmente, ahora lo apreciamos de arriba hacia abajo, las imágenes del pueblo entre los almendros son de postal las máquinas de fotos de nuestros compañeros/as, echan literalmente humo ante tales vistas, así ,poco a poco vamos descendiendo en dirección hacia el cortijo de Ponche y tras la visita a la cantera cercana de la cueva de los siete pisos, entramos a Alhama tras casi cuatro horas de camino por el Callejón de la Parra.
De esta manera y tras tomarnos un merecido refrigerio, para esto último tenemos la gran suerte de que nuestros bares son únicos por sus tapas y su ambiente, dimos por concluido este día de convivencia senderista, con los compañeros y compañeras del club Navachica de Jayena, deseándoles que la ruta les haya sido de su agrado y agradeciendo a su presidente José Gutiérrez y a los participantes el detalle para con el guía y por supuesto invitándolos para que cuando quieran, de nuevo echemos otro día como el vivido el pasado domingo 29, andando y compartiendo los senderos de nuestra comarca y de nuestro parque Natural que son muchos y por supuesto son únicos.
Redacción gráfica: Jesús Pérez Peregrina.