Jayena vive su romería más multitudinaria de los últimos años, con mucho calor.



 En su día más esperado los vecinos de Jayena vivieron otro año más con profunda pasión su celebración más carismática y popular, La Romería. Esta que tuvo lugar como es tradición en el paraje del “Bacal”, aglutinó en esta ocasión a un incontable número de vecinos de la villa de Jayena, así como gentes venidas de toda La Comarca de Alhama, y de distintos puntos de la provincia. Es tal la notoriedad que este evento ha consolidado a través de los años que resulta ser cita ineludible en el calendario festivo provincial. Así como cordón umbilical y punto de encuentro necesario y forzoso de todos los hijos del pueblo emigrados, que como hijos pródigos se riegan en su bálsamo rapador.



 La asistencia masiva de foráneos ha sobrepasado en esta edición las perspectivas más optimistas de los jayeneros, que han visto desbordadas todas las previsiones a este respecto. Todos ellos han podido disfrutar de la generosidad local, en una jornada algo calurosa, inundada de fiesta y algarabía. Aprovechando cada uno así, esta celebración para dejar de lado por un instante la adversidad cotidiana que en este tiempo sucede, saturado de miseria económica y desesperanza social.

 No sin gran voluntad los mayordomos o romeros, durante toda la anualidad se esfuerzan en buscar y conseguir financiar esta carismática celebración orgullo de todos los jayeneros.

 El sábado 14 de junio de 2014 tuvo pues lugar después de 32 años de existencia la edición número 31 de la Romería  de Jayena. En el día anterior ya habían ocurrido algunos eventos previstos en el programa, actos lúdicos deportivos así como talleres infantiles de los que disfrutaron sobre todo el público infantil y adolescente.

 Tras la misa de rigor llegó la esperada chocolatada  matutina y tras esta; pasadas las once de la mañana, la comitiva romera se dispuso en camino hacia el área recreativa del “Bacal”. Como otros años los romeros habían establecido multitud de actividades, musicales, gastronómicas, lúdicas-deportivas etc. Por su carácter concreto y local, resaltó entre ellas sin desmerecer otras, las actuaciones de baile de las mujeres y niñas de Silvia, que por ser del pueblo fueron emotivas y muy aplaudidas. La romería llegaría a su fin con la verbena nocturna que animara la velada hasta recalada la madrugada, y la languidez del último noctambulo.

 No se originaron durante la jornada sucesos fuera de lo corriente en dichas situaciones, ni hechos que destacar en este sentido. Por el orden, la salud y la seguridad velaron efectivos de Protección Civil, Cruz Roja y Guardia Civil. También tuvo presencia con respectivos recursos el Dispositivo Contra Incendios de la Junta de Andalucía (Infoca), que mantuvo la presencia de un retén contra Incendios y un vehículo autobomba en las inmediaciones de la zona.

 La Romería de Jayena supone en sí mismo un evento popular típicamente raro, con peculiaridades exclusivas y particulares, que cuando menos la hacen diferente a otros eventos de este tipo. Empezando por su propio nombre, “Romería de Jayena ” nombre por el que es conocida en toda la comarca y la provincia; “La Romería” entre los propios vecinos, muy pocos la llaman o conocen como Romería de San Antonio. No se procesiona a ningún lugar relacionado con hechos religiosos de trascendencia alguna, ni en los primeros tiempos cuando la romería tenía lugar en el Paraje de Bocanina, ni en la actual en el “Bacal”.

 Históricamente su creación es reciente, no se habla nada sobre su existencia en el Catastro de la Ensenada cuando se alude a Jayena, y Madoz en su famoso diccionario tampoco menciona nada de la celebración de una romería en la villa de Jayena. Si  Sabemos con certeza que lo que hoy conocemos como Ermita de San Antonio ya existía como tal ermita en el año 1884, como se puede leer en el libro “Crónicas de Jayena (1879-1887) Colección Documental de Jesús de Castro Martínez, que recientemente ha sido publicado y presentado por el autor en Jayena. En el mencionado libro en la página 33 respecto a una crónica fechada el 29 de diciembre de 1884 referida a los desastres del terremoto de Andalucía que en nuestra comarca tuvo especial virulencia se puede leer “en las inmediaciones de lo que fue el pueblo existe una ermita que permanece en pie y a la que se han trasladado las imágenes y el sacramento, que según dijimos ayer al hundirse la iglesia fueron instalados en las eras.” Si bien no se alude si era San Antonio  Abad santo al que estuviese dedicado dicho templo, así como tampoco se encuentra mención ni constancia, en las crónicas referidas a las fiestas, que tuviera lugar algún tipo de romería con dicha advocación. Se  ha  de reconocer que Jesús de Castro Martínez plasma y recoge uno de los momentos más documentados de las últimas décadas del siglo XIX en Jayena. Por lo que podemos concluir que esta celebración no existía en dicho tiempo. Curioso resulta pues que un siglo después de este acontecimiento, en 1983 es cuando tiene lugar la primera Romería de Jayena. Una Romería donde la hospitalidad, la generosidad, la solidaridad y el afecto de un pueblo se han convertido en señas de identidad inequívocas de sus gentes, de su historia, su tradición su presente.