Monachil es una población que se encuentra situada a 8 kilómetros hacia el sureste de la ciudad de Granada, en la parte del centro-sur de la comarca de la Vega en nuestra provincia. Pertenece a la Mancomunidad del río Monachil. El municipio monachileño está formado por los núcleos de Monachil, Barrio de la Vega y Sierra Nevada (Pradollano). En esta localidad se encuentra la Estación de Esquí de Sierra Nevada. Su nombre procede del árabe, Monastir, término de origen latino que significa "monasterio. El término municipal se halla regado de este a oeste por el río Monachil. Es en este entorno donde se encuentran Los Cahorros. Siendo estos un lugar ideal para hacer senderismo o practicar escalada..
El cañón del río Monachil es uno de los mayores atractivos turísticos con los que cuenta el municipio de Monachil
El itinerario de Los Cahorros marcha circundando el río Monachil. Este nace en el barranco de Cauchiles, a 3.000 metros de altitud, en la cara noroeste del pico Veleta, donde forma borreguiles de alta montaña. Posee una longitud de tan sólo 26 kilómetros, uniéndose al Genil junto a Granada. Este curso de agua ampara uno de los cañones más bellos de Sierra Nevada. Un conjunto natural de desfiladeros y despeñaderos que toman el nombre de los Cahorros. El río Monachil es el gran autor y creador del asombroso panorama que en este paisaje se presenta; altas montañas que han sido excavadas durante siglos por sus aguas. Es un espacio preparado para el paseo, de fácil recorrido, que además se ha convertido en una de las mejores escuelas de escalada de Andalucía y España. Los senderistas, excursionistas, montañeros o deportistas circulan, transitando entre las paredes en ocasiones bastante estrechas. Se puede optar por realizar la vía de Los Cahorros Altos o la de los Bajos, o ambas; cada una con sus propios atractivos. Los senderos se adentran en el corazón de este paraje donde colma la vegetación de ribera (con la presencia especial de Almez, que es muy difícil de encontrar en estado natural, no plantado por el hombre); y el matorral propio de tajos y cortados, en los que anidan aves rapaces de pequeño porte y ciertas especies de córvidos. Es esta una ruta primordialmente diseñada para las familias y quienes quieren disfrutar de una jornada en la naturaleza, junto al agua, en un espacio cargado de biodiversidad.
Para alcanzar hasta el inicio de la ruta, se sale desde el pueblo de Monachil en dirección El Purche, a unos 500 metros, a la altura del bar El Puntarrón, se puede dejar el coche. A partir ahí comienza un sendero hacia la derecha que se introduce por una zona de cortijos con árboles frutales que nos conduce hacia nuestro periplo. Se llega hasta dos eras llamadas Los Regenerales, aquí se puede optar por seguir el camino de Los Cahorros Altos o los Bajos. Dado que no existe casi desnivel en la mayor parte del recorrido, las dificultades no son grandes. Nosotros optamos por abordar primero los Cahorros Bajos y volver por Los Altos.
En el paisaje armonizan las montañas con el río y sus cascadas. Un distintivo y rasgo de esta ruta lo compone la presencia de los puentes colgantes, que hay que ir salvando cada tanto, para desazón de los transeúntes con vértigo. Uno de los puentes sobre el río mide nada menos que 63 metros, cuenta con una antigüedad cercana al siglo, se construyó con cuerdas y travesaños de madera, fue remodelado en 1970 para una mayor seguridad, adquiriendo su actual aspecto metálico.
Superado el pequeño "reto" de los puentes colgantes, el camino se convierte en un estrecho muro de hormigón construido en el cauce del río para facilitar el acceso al interior del desfiladero, (aquí hay unas anillas en las paredes para poder sujetarse, y hacer frente así a lo estrecho del sendero). Seguimos la ruta y atravesamos el pasaje de la Cueva de las Palomas un túnel natural del barranco fruto de la unión de las dos paredes del desfiladero formando una cueva. Su bóveda está formada por grandes rocas desprendidas de la montaña. Al cabo de un rato, el desfiladero se abre. Seguimos hasta llegar a la antigua presa de la central eléctrica de la Vega. Antes de llegar podemos repostar agua en la fuente de Las Chorreras, está señalizada.
Cada época y cada tiempo en Los Cahorros tiene su encanto, suponiendo si cabe el único inconveniente la subida del caudal del río en temporada de deshielo y lluvias. El otoño provee este lugar de una contemplación especial por el hechizo de los colores, pero también ir en verano tiene su magia, o en primavera, todo el camino a la vera del río con el deshielo una maravilla.
Podemos clasificar Los Cahorros como un sitio ideal para escalar o para hacer senderismo, de fácil recorrido, se recorre en una mañana, aconsejable llevarse comida para aprovechar bien el día. Un lugar excelente para disfrutar de la naturaleza con la familia. Las vistas son muy bellas, espectaculares y asombrosas.
El paseo por los Cahorros nos permitirá ver vegetación de ribera mezclada con cultivos y vegetación rupícola. Al igual que en casi todos los parajes de Sierra Nevada, es fácil encontrarse con cabras montesas, además de algún zorro. Hay jabalíes, ginetas, tejones y gran cantidad de pequeños roedores, además de conejos, pero en su generalidad son muy difíciles de observar, ya que poseen costumbres nocturnas o crepusculares.
En las pozas y sus cercanías consiguen verse ranas. En cuanto a los reptiles se pueden llegar a ver, lagartijas y culebras de escalera y viperina. Atractiva resulta una importante presencia de especies de mariposas diurnas.
También en el municipio de Monachil tiene gran interés paisajístico el valle del arroyo del Huenes , afluente del río Monachil que transcurre a los pies del Trevenque y la Cortijuela.
El itinerario de Los Cahorros marcha circundando el río Monachil. Este nace en el barranco de Cauchiles, a 3.000 metros de altitud, en la cara noroeste del pico Veleta, donde forma borreguiles de alta montaña. Posee una longitud de tan sólo 26 kilómetros, uniéndose al Genil junto a Granada. Este curso de agua ampara uno de los cañones más bellos de Sierra Nevada. Un conjunto natural de desfiladeros y despeñaderos que toman el nombre de los Cahorros. El río Monachil es el gran autor y creador del asombroso panorama que en este paisaje se presenta; altas montañas que han sido excavadas durante siglos por sus aguas. Es un espacio preparado para el paseo, de fácil recorrido, que además se ha convertido en una de las mejores escuelas de escalada de Andalucía y España. Los senderistas, excursionistas, montañeros o deportistas circulan, transitando entre las paredes en ocasiones bastante estrechas. Se puede optar por realizar la vía de Los Cahorros Altos o la de los Bajos, o ambas; cada una con sus propios atractivos. Los senderos se adentran en el corazón de este paraje donde colma la vegetación de ribera (con la presencia especial de Almez, que es muy difícil de encontrar en estado natural, no plantado por el hombre); y el matorral propio de tajos y cortados, en los que anidan aves rapaces de pequeño porte y ciertas especies de córvidos. Es esta una ruta primordialmente diseñada para las familias y quienes quieren disfrutar de una jornada en la naturaleza, junto al agua, en un espacio cargado de biodiversidad.
Para alcanzar hasta el inicio de la ruta, se sale desde el pueblo de Monachil en dirección El Purche, a unos 500 metros, a la altura del bar El Puntarrón, se puede dejar el coche. A partir ahí comienza un sendero hacia la derecha que se introduce por una zona de cortijos con árboles frutales que nos conduce hacia nuestro periplo. Se llega hasta dos eras llamadas Los Regenerales, aquí se puede optar por seguir el camino de Los Cahorros Altos o los Bajos. Dado que no existe casi desnivel en la mayor parte del recorrido, las dificultades no son grandes. Nosotros optamos por abordar primero los Cahorros Bajos y volver por Los Altos.
En el paisaje armonizan las montañas con el río y sus cascadas. Un distintivo y rasgo de esta ruta lo compone la presencia de los puentes colgantes, que hay que ir salvando cada tanto, para desazón de los transeúntes con vértigo. Uno de los puentes sobre el río mide nada menos que 63 metros, cuenta con una antigüedad cercana al siglo, se construyó con cuerdas y travesaños de madera, fue remodelado en 1970 para una mayor seguridad, adquiriendo su actual aspecto metálico.
Superado el pequeño "reto" de los puentes colgantes, el camino se convierte en un estrecho muro de hormigón construido en el cauce del río para facilitar el acceso al interior del desfiladero, (aquí hay unas anillas en las paredes para poder sujetarse, y hacer frente así a lo estrecho del sendero). Seguimos la ruta y atravesamos el pasaje de la Cueva de las Palomas un túnel natural del barranco fruto de la unión de las dos paredes del desfiladero formando una cueva. Su bóveda está formada por grandes rocas desprendidas de la montaña. Al cabo de un rato, el desfiladero se abre. Seguimos hasta llegar a la antigua presa de la central eléctrica de la Vega. Antes de llegar podemos repostar agua en la fuente de Las Chorreras, está señalizada.
Cada época y cada tiempo en Los Cahorros tiene su encanto, suponiendo si cabe el único inconveniente la subida del caudal del río en temporada de deshielo y lluvias. El otoño provee este lugar de una contemplación especial por el hechizo de los colores, pero también ir en verano tiene su magia, o en primavera, todo el camino a la vera del río con el deshielo una maravilla.
Podemos clasificar Los Cahorros como un sitio ideal para escalar o para hacer senderismo, de fácil recorrido, se recorre en una mañana, aconsejable llevarse comida para aprovechar bien el día. Un lugar excelente para disfrutar de la naturaleza con la familia. Las vistas son muy bellas, espectaculares y asombrosas.
El paseo por los Cahorros nos permitirá ver vegetación de ribera mezclada con cultivos y vegetación rupícola. Al igual que en casi todos los parajes de Sierra Nevada, es fácil encontrarse con cabras montesas, además de algún zorro. Hay jabalíes, ginetas, tejones y gran cantidad de pequeños roedores, además de conejos, pero en su generalidad son muy difíciles de observar, ya que poseen costumbres nocturnas o crepusculares.
En las pozas y sus cercanías consiguen verse ranas. En cuanto a los reptiles se pueden llegar a ver, lagartijas y culebras de escalera y viperina. Atractiva resulta una importante presencia de especies de mariposas diurnas.
También en el municipio de Monachil tiene gran interés paisajístico el valle del arroyo del Huenes , afluente del río Monachil que transcurre a los pies del Trevenque y la Cortijuela.
Enlace blog Club Senderismo Navachica:
http://clubnavachica.blogspot.com.es