Un jubilado de Jayena expone cerca de 300 fotografías de los rincones, flora y fauna de esta sierra.
José Morales Aguado es un vecino de Jayena de 68 años. A lo largo de su vida ha desarrollado diversas profesiones (cabrero, porquero, leñador, albañil, conserje,…) y ha mantenido intactas dos pasiones: la fotografía y el senderismo. El pasado viernes se inauguraba en los antiguos depósitos del agua de su localidad la muestra “El Parque Natural y la esencia de un pueblo: Jayena” de casi 300 fotografías de los rincones más bellos de la sierra Almijara y Tejeda, junto con imágenes procedentes de su álbum familiar. Morales también fue emigrante durante cuatro años en Alemania, tras los que regresó por motivos familiares. Después trabajaría como albañil y durante 27 años ejercería de conserje en el Parque del Genil. Sus hijas, Lucrecia y Nani, se muestran muy orgullosas de su padre al tiempo que señalan que “con esta exposición ha visto cumplido su sueño de poder mostrar sus fotos, resumen del trabajo de toda una vida”.
Si Játar ha reconvertido los viejos depósitos en museo micológico, los muy singulares de Jayena son ahora un singular centro de interpretación con dos salas circulares que durante los próximos meses darán albergue a una colección de paneles, cada uno con una veintena de fotos realizadas por este jayenero aficionado a la fotografía que cuando emigró a tierras germanas en 1968 compró, con los primeros ahorros, una cámara de fotos y una máquina de escribir y, eso que, durante su infancia no pudo asistir a la escuela, pues tenía que dedicarse a guardar el ganado de la familia.
Algunas fotos familiares, con el típico color sepia, junto a colecciones de sus salidas senderistas en solitario o en grupo es lo que los visitantes pueden ver en este singular edificio. La muestra se completa con un vídeo y las presentaciones de imágenes digitales en sendas pantallas que ha realizado en colaboración con el Centro Guadalinfo y el ayuntamiento de Jayena. Imágenes tomadas con su vieja Dacora o con su Minolta que podríamos calificar de históricas, pues permiten contemplar el pino de las cinco ramas a finales de los 70, antes de que alguien quisiera llevar la contraria al nombre, el viejo alambique en el que se extraían las esencias de las plantas aromáticas, los hornos de miera o mujeres lavando en el río Grande (su madre y hermana), también por esa época cuando su cámara era la única que había en Jayena.
Apasionado
Si Játar ha reconvertido los viejos depósitos en museo micológico, los muy singulares de Jayena son ahora un singular centro de interpretación con dos salas circulares que durante los próximos meses darán albergue a una colección de paneles, cada uno con una veintena de fotos realizadas por este jayenero aficionado a la fotografía que cuando emigró a tierras germanas en 1968 compró, con los primeros ahorros, una cámara de fotos y una máquina de escribir y, eso que, durante su infancia no pudo asistir a la escuela, pues tenía que dedicarse a guardar el ganado de la familia.
Algunas fotos familiares, con el típico color sepia, junto a colecciones de sus salidas senderistas en solitario o en grupo es lo que los visitantes pueden ver en este singular edificio. La muestra se completa con un vídeo y las presentaciones de imágenes digitales en sendas pantallas que ha realizado en colaboración con el Centro Guadalinfo y el ayuntamiento de Jayena. Imágenes tomadas con su vieja Dacora o con su Minolta que podríamos calificar de históricas, pues permiten contemplar el pino de las cinco ramas a finales de los 70, antes de que alguien quisiera llevar la contraria al nombre, el viejo alambique en el que se extraían las esencias de las plantas aromáticas, los hornos de miera o mujeres lavando en el río Grande (su madre y hermana), también por esa época cuando su cámara era la única que había en Jayena.
Apasionado
Profundamente apasionado por “la música del agua”, las cimas y los cortijos recoge en sus sencillas imágenes los puntos más elevados del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama (Piedra Sillada, Cabañeros, Monticana, Cerro Lucero,…), así como, las antiguas viviendas rurales, llenas de vida hace unas década y ahora en estado ruinoso: Rica Posá, la Toba, la Ceniza, Dimas, Cabañeros, Almijara, Umbría, Quinteros, Haza del Agüero, la Loma, Córzola, El Pincho, Turillas, Cebolleros, la Fuente del Viejo, la Monticana, Cueva Funes, las Monjas y Panaderos, entre otros.
Además también hay imágenes de representaciones teatrales de la Asociación de Mujeres, donde está muy implicada su mujer, de la romería de San Antonio, ocho años atrás, cuando el matrimonio fue romero, de su etapa militar, de rutas senderistas (La Resinera-Frigiliana (Málaga), o Eurorando), de excursiones a las chorreras de río Verde que por aquí llaman las Cabrerizas y, por supuesto, de la flora y fauna de estas sierras. También dedica algún que otro panel a la nefasta mano del hombre como autor de incendios intencionados, talas indiscriminadas y depositario de basuras en plena naturaleza.
En un lateral muestra una agovía (alpargata) de esparto que se encontró en la sierra, y que podría tener más de un siglo de antigüedad. En el centro ha montado su nuevo alambique con el que extrae las esencias de la lavanda, salvia, tomillo, romero y mejorana que los visitantes pueden adquirir por 1,50 euros. Con motivo de las fiestas patronales, la exposición estará abierta este fin de semana, luego los jueves y sábados de 19 a 21 horas. A la inauguración asistieron tanto el alcalde de la localidad, Antonio Moles, como la Delegada de Medio Ambiente, Sandra García, muy ligada a esta localidad por razones profesionales ya que aquí ejercía de Agente de Desarrollo Local antes de su entrada en política.