Jornada de puertas abiertas con motivo del 75 aniversario del CEIP Virgen del Rosario de Jayena

 

Tuvo lugar el pasado 26 de mayo, fue un acto lleno de emociones, recuerdos y reencuentros. Emotivo resultó el acto homenaje a directores, Maestros y Maestras docentes de varias etapas del Centro.

 

 El CEIP Virgen del Rosario de Jayena, celebra en este curso académico 2022-23 su 75 aniversario. Con motivo de ello, y dentro de las actividades que el centro educativo de Jayena, viene realizando a lo largo de este curso escolar, el pasado viernes 26 de mayo tuvo lugar una jornada de puertas abiertas. Vecinos del pueblo, antiguos alumnos y alumnas, antiguos docentes y familias, así como escolares del tiempo actual, se dieron cita en una jornada entrañable, abundante en emociones agridulces y reencuentros cordiales y afectivos.

 Jesús Pérez | JAYENA 

 Todo aquel que quiso pudo hacerse una foto para el recuerdo, en el photocall, instalado en el hall, y con ello tener un recuerdo del día. Muy interesante resultó la exposición fotográfica de actividades llevadas a cabo entre el periodo 1998-2023, y que hacia un recorrido histórico de las diferentes etapas educativas en ese tiempo. Los asistentes también pudieron hojear ejemplares de los anuarios y la revista escolar que se está realizando estos últimos cuatro cursos, dentro del Proyecto Lingüístico de Centro, denominado Chayyana Comunicación.

 Dentro de la amplia exposición que se repartía en las tres plantas del edificio, que componen el centro educativo, especial atención atrajo, a muchos de los visitantes la zona de documentos históricos del centro. Componían esta parte de la exposición documentos de pruebas para obtener el certificado de estudios primarios para adultos, con fecha del 1966, relación del claustro de 1974, presupuesto del 1968, estadísticas de promoción cultural, escrito de la inspectora del año 1961 y del director D. Esteban Rojas Jiménez, de la Agrupación Escolar Mixta de Jayena (antiguo nombre del centro) de 1966.

 Pero sin duda el momento más emotivo y destacado de la jornada fue el acto homenaje a directores, y docentes y maestros, que se desarrolló en el patio del colegio. El acto fue abierto por el director actual, José Antonio Martínez Haro, quien tuvo palabras de agradecimiento a los asistentes. En su discurso subrayó la trascendencia que el centro educativo, ha tenido en la localidad de Jayena como motor cultural y educativo, de la necesidad de participación e implicación de todos los agentes en la comunidad educativa de Jayena, y de la disminución que ha ido sufriendo la ratio en el centro, durante estos últimos años. Tuvo un especial recuerdo a los directores que a lo largo de estos 75 años de historia han ejercido en el centro, especialmente resaltó a José Luis Godoy Ruiz, director y docente muy querido y venerado en la localidad, que falleció estando en el cargo en el año 2000, (mencionar a este respecto que el acto contó con la presencia de su señora y de una de sus hijas.

 A continuación, los antiguos directores presentes en el acto Miguel Álvarez, Manuel Villena, Miguel Calles y Gregorio Morales, intervinieron, dejando constancia de sus experiencias, emociones, anécdotas y recuerdos de su paso por el centro. Todos los docentes presentes, recibieron un presente que consistió en un llavero con el logo del centro, para que tuvieran un recuerdo de su colegio. La presidenta del AMPA San Antonio también intervino. En nombre del Claustro actual, tomó la palabra Jesús M. Rodríguez, maestro más veterano en el centro en la actualidad con 13 años ejerciendo en él, dando con ello por finalizado el acto de los docentes. Después fue el momento del alumnado, donde Nico, Jimena y María Rivera, leyeron los escritos que habían preparado con el título: “Cómo es mi Cole”.

 Por último, José Antonio Martínez Haro hizo la clausura del acto institucional, agradeciendo la asistencia de los presentes e invitando a continuar la convivencia en el ágape que el Ayuntamiento de Jayena había preparado a todos los participantes.

La relación de directores 1966-2023

Sr. D. Esteban Rojas Jiménez (1966), según el primer libro de actas que se encuentra en el centro, Sr. D. José Almenzar Gallego (1974), Sr. D. José Luis Molina Castillo (1975), Sr. D. Jaime Puertas Hernández (1982), Sr. D. Gregorio Morales Valero (1985 y 1991), Sr. D. Francisco Martín Martín (1986), Sra. Dª María Dolores Ruiz Gómez (1989), Sr. D. José Luis Godoy Ruiz (1994), de gran calado y recuerdo entre toda la comunidad educativa, Sr. D. Miguel Calles Ruiz (2000), Sr. D. Manuel Villena García (2000), Sr. D. Pedro Polo García (2004), Sr. D. Julio Recio Moles (2008), Sr. D. Miguel Álvarez Vílchez (2009) y el actual director, D. José Antonio Martínez Haro (2018).

Enlace:
https://blogsaverroes.juntadeandalucia.es/ceipvirgendelrosario/75-aniversario/

Intervención de Miguel Calles Ruiz

 Empecé en este colegio en el olímpico año de 1992, el 1 de septiembre. Mi primer destino definitivo y con 28 años, mucha ilusión y muchas ganas de hacer cosas.

 Ese curso llegamos tres maestros definitivos:  Manuel Durán Manuel Villena y yo para la E. Física. Un trío muy peculiar.

 Nos encajamos en coches compartidos para venir al colegio. D. Manuel Durán y yo quedamos sin coche donde meternos por lo que nos tuvimos que hacer compañeros de viaje desde el primer minuto. Más de una vez echo de menos esos largos viajes al colegio Virgen del Rosario, viajes que al poco tiempo se hicieron más fáciles y Jayena ya no nos parecía estar tan lejos.

 Nuestro colegio tenía por entonces unos 190 niños y niñas. El equipo directivo nos recibió muy bien. La directora era la Srta. Mª Dolores, pequeñilla pero muy bien puesta, una buena directora y, sobre todo, una buena persona. Daba música y dados sus problemas de rodillas y lo alto de los escalones del colegio, se manejaba mejor por la parte de abajo; el jefe de estudios don Gregorio: un hombre con experiencia de director que se fue al curso siguiente al Padul y posibilitó que yo entrara a formar parte del equipo directivo; y el secretario, D. José Luís, un hombre aaalto, con un vozarrón y un temple enorme y muchas otras virtudes.

 El resto del claustro eran maestras y maestros con años de experiencia en la profesión y que ya llevaban algún tiempo en Jayena o eran de aquí mismo como la Srta. Paqui, o que habían vivido en las casas de maestros del pueblo pero que ya se iban a Granada o al Padul. También la Srta. María José de P.T..

 Recuerdo los consejos que el jefe de estudios nos daba los primeros días sobre cada uno de los grupos que íbamos a tener. A mí me hablo de todos los de EGB que entonces tenía el ciclo superior también, o sea, 6º, 7º y 8º.

 En este colegio me dieron el mejor gimnasio que he tenido en toda mi carrera y eso que en él no había más que una mesa, una silla y un par de armarios viejos, algún material de psicomotricidad, dos balones viejos, y un potro averiado (cojo) que pronto puse en marcha.

 Algunos niños y niñas del ciclo medio y del ciclo inicial me regalaban cromos de futbolistas que salían en los phosquitos que era lo que comían muchos en los recreos y los pegaba en el armario. Alguien nos dijo que, con esos cromos, si juntabas el álbum completo te regalaban un balón. Así que juntamos tres. ¡Ya teníamos balones y gratis! Así que los cuidaban como no os podéis imaginar.

 En cuanto al alumnado “mayor”, …tuvimos unos pequeños desencuentros desde el principio. El 1º trimestre lo dedicamos a “conocernos”. Ya sabéis, la novedad del maestro nuevo de EF, la juventud de todos y bueno, ¡Qué saltaron chispas algunas veces!

 La cuestión es que hasta entonces se había trabajado con un concepto de la E.F. muy distinto del que yo consideraba oportuno y eso de hablar en la clase de EF como si fuera el recreo y que los ejercicios se hacían como cada uno entendía… pues NO iba a ser así.

 Mi pobre madre seguro que estuvo en muchas bocas ese curso. Hoy ha venido para conoceros, y que la conozcáis. Y mi padre también. Por si la cosa se pone fea, me dijo.

 Así que los 10 minutos corriendo, los ejercicios sin casi tiempo para respirar… sube, baja, salta, cuclillas, cuadrupedia, el pino…. y EL POTRO!!!

 Y encima, como alguna alumna de entonces me han referido no hace demasiado tiempo:
¡Y RELIGIÓN, D. MIGUEL! ¡También nos dabas RELIGIÓN! ¡Un infierno! - nunca mejor dicho
¡Pa’ reventar! ¿Verdad Rocío?

 Un día durante ese curso me llevé a los de 4º (o 5º no recuerdo bien) al campo de fútbol. Un día como estos que estamos teniendo esta semana. Pensé que entre que vamos y demás tampoco nos íbamos a mojar tanto. Total, ¡por cuatro gotas!

 Acabamos chorreando todos. Dejamos las picas y bloques allí en el campo de fútbol y salimos pitados para el colegio. Las protestas de las madres y los padres no fueron pocas. ¿Qué os voy a decir? ¡Yo no sabía que los niños y niñas se encogían con la lluvia!… En fin… Un error mío que los niños se tomaron como una aventura pero que a las familias les gustó poco y que a mí me lo hizo pasar mal.

 Os cuento esto porque ahí intervino nuestra directora que supo dar respuestas a las familias. Después, me cogió en el gimnasio porque me vio regular y me dijo:

- No te preocupes. Esto pasa pronto. ¿Qué vas a hacer ahora?
Le iba a responder, pero ni me dejó. Y me dijo:
- ¿Estás seguro de lo que haces?
- Hombre, Mª Dolores, … hoy no es el día de responder eso, pero, Pues si…. pero me cabrea equivocarme.
- Todos nos equivocamos. ¿O es que tú no te has mojado también?
Y siguió:
- Mira Miguel, se van a perder un buen maestro de EF. Adelante con todo.”

 Y adelante seguí. Así que, gracias a ella, y por eso lo refiero, hice todo lo demás durante aquellos años y que muchos ya sabéis.

 De ahí que, un día de aquellos, durante la clase de 6º me fijé en cómo corría en el patio, cómo casi se deslizaba, una niña (Patricia Gil Moles): delgadilla, pelo corto, bien plantá, corriendo que enamoraba y con un corazón (que eso lo descubrí mejor después) de oro.

 Y en 5º ocurrió lo mismo con un niño, Sebastián Navas Guzmán: ¡Corría con un estilo! La cadera alta, la mirada lejana, el braceo perfecto… ¡todo! y me dije: “Ya está. Este es el deporte más barato y fácil de hacer en un pueblo como este.” ¡El campo a través! ¡Y nos pusimos a correr!

 Les propuse a ellos, a sus familias, al alcalde de entonces, Fernando Moles, ir a carreras del circuito de la diputación y empezamos compitiendo contra los otros pueblos de la comarca.

 Pocos de los que nos vieran en esas carreras imaginarían a donde llegaríamos: corrían con pantalón largo de chándal y jersey de cuello alto.

 En esas carreras no quedamos tan mal y empezamos a hacer entrenamientos más en serio: todos los días bajábamos al camino de Turillas al salir de clase al mediodía. En un folio dividido en cuatro partes iguales, les escribía a mano el entrenamiento de cada día de lunes a viernes. Les enseñé a interpretarlos porque los lunes y martes, que teníamos clase por la tarde, me bajaba con ellos a entrenarlos, pero los demás días lo hacían ellos solos. Luego me devolvían el folio para corregirlo y en base a ello diseñaba el de la semana siguiente.

 Al principio bajábamos al carril dos niños o tres y el maestro. Pero poco a poco se sumaron otros: Francis Navas, Mario Navas (su primo), nuestro añorado Jorge Medina, Dori Villarraso, su hermana Agustina, las hermanas Rojas Capilla, Belén y Ant. Jesús Villaverde, etc. etc. y más y más niños y niñas. Hasta Mª Jesús, Lorena, Romina, José Fco. y los que me dejo… Más tarde Lidia Pérez y Jacqueline Noguera, Fernando Moles, los hermanos Manuel y Encarni Muñoz, y Patricia Ruiz, Cristofer, y Sergio y Jose Manuel Rivera, Carolina Gil, Rubén, Jesús, Nadia, Paqui, ….y muchos más. Me perdonaréis los que no os cite pero, fijaros, que en mi último año en el Colegio tenía a 82 atletas de edades desde 3º a bachiller (estos últimos ya no estaban en el colegio pero si en el pueblo). Y todos fuisteis importantes porque en una pirámide hay muchos en la base que sustentan a los de arriba. Y arriba hay unos pocos que se apoyan pero que también sirven de inspiración a los demás.

 Llegó un momento en que había que hacer entrenamientos diferentes para cada categoría: benjamines, alevines, infantiles, cadetes,… todos en masculino y femenino… Pero como ganaban; como salían en los periódicos, como se clasificaban para finales de Granada, luego para finales de Andalucía, incluso hasta de España hemos tenido, y para el Cross Internacional de Itálica,… pues seguíamos. No os voy a negar que hubo momentos agotadores. Porque casi todos los sábados teníamos viajes a carreras en Granada, pero también a Sevilla, a Málaga, o a Sabadell… 

 Durante muchos años seguidos las niñas y niños del CP Virgen del Rosario de Jayena eran los atletas a batir en Granada en campo a través y en pista. Fueron campeones de Granada, pero también lo fueron de Andalucía o cogieron medalla en esos campeonatos. Algunos consiguieron ser la mejor marca nacional en pista de su categoría, ser seleccionados para un stage de atletismo en Santiago de Compostela como promesas nacionales del atletismo. Compitieron también en campeonatos de España y ganaron el Memorial Núñez Blanca.

 Los niños y niñas del CP Virgen del Rosario de Jayena, pueblo con mil y pico habitantes y muchos trabajando fuera, se las veían con niños y niñas de clubes (no ya colegios) de Granada, de Motril, de Baza, y de otras capitales de provincia, y lo mejor, les ganaban o se subían al podio. Recuerdo en Málaga, en el Campeonato de Andalucía de pista; Prueba de 500 m lisos masculino: Francis Navas, acude con la mejor marca y corre tanto, tanto que gana y es mejor marca nacional de la prueba durante más de medio año. En el podio por megafonía le asignaron que era… de Villanueva del Rosario porque allí no había colegios. Había ciudades y pueblos y él llevaba en su camiseta “V. de Rosario”, nuestro colegio.

Todos nos echaban cuentas.

 Quiero recordar que yo no quería que llegara el verano porque se paraba la competición hasta el curso siguiente y como cada sábado ganaban medallas y premios, pues no quería.

 Las madres y padres de aquellos niños y niñas, de los atletas, fundaron el Club de Atletismo Jayena. Y ayudaron con toda su alma. Las carreras eran una fiesta para nosotros. Íbamos como un equipo y todo el mundo se alegraba de la actuación de los demás.
¡Increíble, de verdad!

 Hasta los comerciantes nos regalaron bicis, relojes, etc. para hacer rifas y subvencionar aquel club.

 Y desde el ayuntamiento siempre tuve el apoyo de todos los alcaldes y concejales de educación de aquellos años. Fernando Moles, José Félix Moreno, Fernando de Cara, y también de Serafín y Diego, como concejales de deportes… Gracias por facilitarnos tantos viajes deportivos sin poner nunca trabas.

 En fin…¡Ni planeado sale mejor! Y todo aquello salió del colegio.

 Quiero acordarme también de la prensa porque fuimos importantes y salíamos en los papeles: Jesús Pérez, del ALHAMA COMARCAL, que nos sacaba en su periódico con sus crónicas mensuales y Antonio Arenas, del Ideal, maestro y director del cole de Fornes.

 Para mi, aquellos años fueron inmensamente felices en lo profesional y en lo personal.

 También, quiero acordarme y darles las gracias a aquellas maestras y maestros, compañeros de mi etapa en el Virgen del Rosario de Jayena, que apoyaron lo que hacía con nuestros alumnos y alumnas. La Srta. Paqui, D. Fco. Martín, D. José (Jimmi), la Srta. Pilar, y luego Encarni, Mª Carmen, Maribel (la primera maestra de inglés del colegio), la Srta. Merche, y la seño Antonia de Religión, y otros más…

 Pero, especialmente mi abrazo grande y especial de entre mis compañeros es para D. Manuel Durán Vélez, mi amigo y compañero desde que llegamos al centro, quien me propuso celebrar el Carnaval el primer año y allá que fuimos a pesar de ciertas reticencias desde arriba; el que le enseñó el himno de Andalucía a todos los niños, maestro inteligente y muy particular y a quien sus alumnos y alumnas adoraban; y, allá donde esté, mi abrazo para D. José Luís Godoy Ruiz, que fue secretario, jefe de estudios y nuestro director y que impulsó hasta su último día la buena marcha del CP Virgen del Rosario en todos los sentidos. Él atendió mis requerimientos sobre el firme del patio de recreo y apoyado en los buenos resultados deportivos de nuestros niños y niñas consiguió que ese patio ahora esté tan liso. También es responsable de rescatar el escudo de Jayena que andaba perdido por entre los libros. A él le debemos la celebración del 50º cincuentenario y la famosa “que son las dos, que son las tres,”. D. José Luís, con su amabilidad, su temple, su carisma, su saber hacer, los viajes de estudios que principalmente organizaba él, y tantas cosas, nos envolvió a todos, niños, maestros y familias para que viviéramos una de las mejores épocas del CP Virgen del Rosario. Siempre estará en muchos de nuestros corazones. Y hoy nos acompaña en nuestras mentes y, también, nos acompaña su familia: su hija Ana, sus nietos, para quienes os pido un fuerte y cálido aplauso.

 Y volviendo a los viajes de estudios, ¿que os puedo decir?

 En aquel entonces yo era secretario y luego Jefe de Estudios y buscábamos como subvencionar el viaje. Así algunas cosas que hacíamos serían imposibles ahora:

- Vendíamos tortas del panadero de Santa Cruz en los recreos,
- Hacíamos camisetas (algún diseño fue obra de Cristina Godoy, hija de D. J. Luís) y
- Repartíamos y vendíamos el ALHAMA COMARCAL.

 Todo ello se orquestaba desde y en el gimnasio. Pero aquellos viajes de 5 noches y 6 días a Galicia, a Cantabria, o por toda Andalucía, merecían la pena el esfuerzo. ¡Con qué ilusión los vivíamos!

 Aquí encontré a niños y niñas trabajadores, dispuestos a hacer lo que se les mandaba, deseosos de dar clase (no te digo al principio, pero luego si, en cuanto cogieron forma física), gente buena y agradecida, familias que ayudaban en todo lo que podían. Yo ya casi creía que era uno más de ellos, uno de aquí.

 Pero como todo, mi estancia en el CP Virgen del Rosario tuvo también un final. En el año 2000. Cuando me fui, lo hice porque quería acercarme a mi casa, gastar menos tiempo y dinero en gasolina para ir a trabajar. Y a pesar de lo bien que estuvimos, fue el año que murió D. Jose Luís. Para mí, que tuve que asumir la dirección desde el 20 de febrero hasta el 30 de junio, fue duro. Todos los días entraba en su despacho, veía sus notas, su letra,…

 Recuerdo que “no recuerdo” algunas cosas de entonces. Por ejemplo, que le hicimos un acto de homenaje y que yo hablé en un discurso más corto que este, la verdad. Lo sé porque el otro día encontré en papel el discurso con mi letra y lo leí y no recordaba ni un momento de su lectura.
En aquellos días, les pedí a los alumnos que ayudaran con su comportamiento. No imagináis que los cursos bajaban al gimnasio, se ponían en un punto de los que había pintados en el suelo, de pie, callados y cuando llegaba yo corriendo, tarde, desde el despacho de D. José Luis no se oía una mosca. Me veo ahora mismo, corriendo por el pasillo, llegando azorado y al entrar al gimnasio mirando al suelo pensando lo buena gente que eran, que son.

 Mi salida fue dolorosa, triste y durante años no quise volver a Jayena.
 Era el 29 de junio de 2000.

 Con el tiempo, fui superándolo y a los 12 años (en el 2012) volví, pero a la Romería de San Antonio de la mano de Manolo Muñoz, el Chispas, un alumno, pero sobre todo un amigo que siempre me visitaba en cuantos colegios he estado.

 Y, lamentablemente, volví un poco después a despedir prematuramente a buenas personas y buenos alumnos que nos dejaron: nuestro Jorge Medina, ¿qué os puedo decir de este tipo? Bueno como él solo; a Javi Núñez, a los pocos días. Y en la distancia viví como se nos fue Sergio Rivera, Sandra Almenara y sus padres… Todo eso me hizo sentirme como un jayenero porque sentí ese dolor por ellos, el mismo que vosotros también.

 Cierto es que desde que me fui nunca dejé de tener comunicación con muchos alumnos y alumnas de aquellos años. Y que hasta en la pandemia me llamaban para ver cómo estaba algunos de esos ex alumnos que sabían de mí y tenían mi teléfono: Jesús (Papús) y Eveline, José Manuel Rivera y Mª José Corbera, Rocío Jaldo, Víctor, su hermano… amigos ya, mucho más que ex alumnos.

 Cierto día Susana Moreno, me invitó a la cena anual de sus quintos con Carolay, Natalia, etc… y ya no me pierdo una. (GRACIAS SUSANA Y MUCHO ANIMO. TODO VA A IR BIEN).

 Sin darme cuenta me estaba haciendo mucho más jayenuzco de lo que podía imaginar.
He hecho amigos del colegio: Carlillos, la López, Rocío, y los que no eran de mi etapa en el colegio como Pepe, su marido, Mónica y Enrique que ahora lo están pasando mal y que poco a poco van a ir adelante con su hija, en fin…tantas buenas personas tanta buena gente que solo puedo tener palabras de cariño y agradecimiento a todos.

 Y luego, Madrid. ¿Qué tiene que ver Madrid con el colegio de Jayena? Pues, veréis: Estaba en la capital acompañando a mi hijo, que también estuvo en este colegio, en su primer destino como Policía Nacional en Madrid. Por suerte para mí, había dejado de ser director de mi actual colegio después de 8 años. Allí me reencontré con una exalumna del colegio de Jayena que yo creía conocer porque la conocía desde que era niña en este colegio. Lorena. Su soltura y rapidez para desenvolverse en la gran ciudad me causaron asombro. ¡Con el lío que es Madrid para todo! Y poco a poco me vi en el trance de pensar lo bien que estaba las pocas veces que quedamos allí y empecé a comerme la cabeza.

 Tuve que pedir ayuda y opinión a personas de Jayena muy especiales para mí: a Patricia, a Manolo Muñoz, a Rivera, a la Corbera,… Ellos me apoyaron, me dieron aliento y ánimos, me brindaron su amistad y sus casas y formar parte de sus vidas.

 En fin, que con permiso de ella y de su madre y de su padre que me han abierto las puertas de su casa y de sus corazones, me la voy a quedar. O ella se va a quedar conmigo.

 Para terminar desde lo más profundo de mi corazón os agradezco el haberme tenido en cuenta y hacerme participe de vuestras conversaciones y de vuestros recuerdos, de que hayáis contado conmigo para resolver dudas que se os han planteado. Espero que ya hayáis podido superar aquello de las gafas de sol negras del maestro de Gimnasia. (EF, mejor).

 Y a ti, José Antonio, te agradezco como director de nuestro colegio, la organización de esta celebración y por darnos la oportunidad de reencontrarnos todos así como de contar alguna de mis vivencias en el colegio. Te aseguro que he revivido cada uno de los pasajes descritos con intensidad y añoranza y que me han hecho llorar, emocionarme y reír mientras los escribía. Para el centenario me guardo lo de los paseos en Asturias con Isaac, Joselillo y Jesús o la visita a Medina Azahara con Alvaro de la mano, o las carreras al camping en 8º y el pollo asado en hornos construidos por los niños y niñas.

¡Solo han pasado unos 25/28 años desde aquellos días!

Os agradezco vuestra atención.

Espero que con esta intervención hayáis revivido conmigo a aquellos maravillosos años.

Un abrazo gigante para todos y cada uno de vosotros.

Muchas gracias. Y… ¡Viva nuestro colegio!