El discurso hermoso y lleno de contenido del director del IES Alhama y la exquisita música de jazz del Grupo VoZ y JazZ Trío sirvieron para recordar nuestro romance más conocido y el paso de Cervantes por Alhama.
Sábado 13 de agosto, segundo sábado de este mes, la Plaza de los Presos, volvía a acoger la que hace el numero veinte de las ediciones de la Velada de los Romances, iniciativa, que, como recordó el anfitrión de la noche Andrés García Maldonado, se inició en 1997, siendo alcalde José Molina y concejal de cultura María José López Muñoz.
Como ya es habitual fue Andrés el que se dirigió en primer lugar a la gente, que sentada en ese zibanco común que es la Plaza de los Presos, esperaba disfrutar un año más de esa sencilla reunión en la cual el Patronato de Estudios Alhameños, el Ayuntamiento de Alhama y Alhama Comunicación, rinden homenaje a ese romance “¡Ay de mi Alhama!” que ha llevado el nombre de nuestro pueblo mucho más allá de nuestras fronteras, porque para la poesía, el arte y la cultura, no existen tales barreras.
Recordó, Andrés, que son ya cinco siglos los que lleva nuestro romance nombrando a Alhama y nadie le ha dado la importancia que merece “ahora es el momento de reconocer esa deuda”; de reconocerla porque pagarla es imposible, es una deuda impagable la que tenemos contraída con ese romance. Prosiguió el Presidente del Patronato de Estudios Alhameños recordando y nombrando a los sucesivos alcaldes y concejales de cultura que han dado cobijo municipal a esta iniciativa a lo largo de sus veinte ediciones, casi un cuarto de siglo ya: José Molina y María José López Muñoz, Sandra García, Sonia Jiménez, concejales de cultura con Francisco Escobedo y en la actualidad Jesús Ubiña y Ángel Muñoz, todos ellos han mantenido las veladas en las que nos reunimos, “como en el salón de la casa”.
Y en esta velada, que coincide con el quinto centenario del nacimiento de Cervantes, lo hacemos para conmemorar ese hecho y para recordar que el autor de “Rinconete y Cortadillo” estuvo en Alhama, al menos en dos ocasiones, como demostró con datos y hechos ciertos y comprobables Andrés García Maldonado en su intervención como anfitrión de la velada, ejerciendo sus funciones como recaudador de contribuciones y como comisario para abastecer a las flotas y a la Armada Española. No sólo visitó nuestro pueblo, sino, que como es público y notorio, escribió sobre el.
Pasó luego Andrés a glosar las virtudes que hacen de Miguel Santaella Leal persona merecedora de ser el Invitado de Honor, “persona adecuada, cuyo espíritu es como el de los hombres del Renacimiento y persona que sabe hacer equipo y trabajar en equipo”. En 2011 fue nombrado director del IES de Alhama, al que llegó en 2005, done ha desarrollado su proyecto de dirección con gran eficacia, contando con el respeto, aprecio y reconocimiento de alumnos, padres y la ciudad y Comarca de Alhama, lo que le mereció el Premio Alhama 2015 por unanimidad y, también por unanimidad es el Invitado de Honor.
Miguel Ángel Santaella Leal, tras las iniciales y protocolarias palabras de agradecimiento pronunció un discurso lleno de belleza en el estilo y de amplio contenido cultural y humano en el contenido, que recordó que tras la llamada de Andrés para comunicarle que iba a ser el Invitado de honor y, tras decírselo a su mujer, comenzó a considerar qué méritos concurrían en él para compartir un honor que han recibido gentes de la cultura, la educación y los medios de comunicación.
Fruto de esa reflexión fue considerar que eran dos los motivos:
En primer lugar, la generosidad y amabilidad de Alhama de Granada, y en este sentido recordó su primer contacto con nuestro pueblo, cuando con seis años viajaba con su padre y madre de madrugada y entre Santa Cruz y Alhama el coche se averió, el padre comenzó a andar en dirección a Alhama, dejando al resto de la familia en el vehículo. Durante el trayecto fue visto por un Alhameño, que no sólo lo llevó a nuestro pueblo, sino que despertó a un mecánico que fue hasta el coche averiado a arreglarlo. Ese fue su primer contacto con Alhama y la generosidad y amabilidad de sus gentes.
En 2005 llegó como profesor de automoción al Instituto de Alhama, si bien ya conocía bien nuestro pueblo, no solo por esa primera visita, sino porque a través del ¡Ay de mi Alhama! “que se ha escrito en tiza blanca en las pizarras, y con tinta y pluma en las escuelas, su nombre es conocido de todos”. También a través de Cervantes y ese personaje de Cenotia, inspirado en Elena de Céspedes, primera mujer cirujano en España “se despertó mi curiosidad hacia Alhama”. Prosiguió contando que su mujer conoció Alhama gracias al romance aprendido en la escuela. Del mismo modo “todo el que visita por primera vez Granada, conoce al menos dos de sus puertas, “desde la Puerta de Elvira, hasta la de Bibrrambla”, también gracias al romance. Continuó el director del IES de Alhama desglosando y comentando alguno de los aspectos de ese poema que investigó por su cuenta, así descubrió que un “zacatín” era un antiguo mercado de tejidos y, por extensión un barrio de artesanos o que cuando el alfaquí, entre los musulmanes doctor o sabio de la ley, llama al rey, con ese nombre, rey y no con el de sultán o califa, cabe preguntarse por el origen del autor anónimo del poema, como en su día lo hizo un profesor, del cual, lamenta no recordar su nombre, o si no sería que dado el sincretismo cultural y la convivencia entre diversas culturas de la época, no sería que ambos nombres, rey o sultán o califa se aplicarían indistintamente.
A fin de cuentas, continuó Miguel Ángel con su intervención, los poemas son lecciones de vida y el enfrentamiento reflejado en el romance entre los “Abencerrajes, que eran la flor de Granada y los Tornadizos de Córdoba la nombrada” y el asesinato de los primeros por parte del sultán de Granada, no es sino la antelación de otros hechos similares en la historia de Inglaterra o, más recientemente, en la serie Guerra de Tronos.
Tras ese repaso y glosa sobre algunos aspectos del Ay de mi Alhama, que verdaderamente se prestan a la reflexión, continuó sobre el segundo motivo, de los dos que comentó al inicio de su intervención para haber sido designado como Invitado de Honor de la Velada de los Romances y ese motivo, recalcó, es “el continuo compromiso de Alhama con la cultura y con su historia “las sociedades sin memoria no tienen futuro”, citó Miguel Ángel las palabras de Salvador Allende, para continuar en el sentido de que el importante patrimonio cultural que Alhama posee es de gran importancia para un turismo sostenible.
Dio fin a su, interesante y repleta de temas de interés para la reflexión intervención comentando que “Alhama resuena en la historia de todos, porque la historia de Alhama es la historia de todos”, ”Sigan siendo así y gracias por su invitación”.
Nuestro compañero en las tareas informativas y recientemente galardonado poeta José Ignacio Molina Benítez, pidió un fuerte aplauso para Andrés y felicitó especialmente a Miguel Ángel por su intervención y dio paso a la también compañera en Alhama Comunicación Alina Strong, quien tras un resumen del acto dirigido a los presentes de habla inglesa cedió atril y micrófonos a su marido Lawrence Strong que, también en la lengua de Chesterton, repitió las palabras del Invitado de Honor.
Turno de Marina Arrebola para presentar al Grupo Voz y Jazz Trío que nos ofreció un repaso, necesariamente breve por las páginas del Quijote, iba a escribir por algunas de las mejores páginas del Quijote, pero lo dejo en de las más conocidas, porque cada una de ellas podría ser la mejor, sin duda. El inicio del Quijote, la lucha de este contra los Desaforados Gigantes, sus amores con Dulcinea y su final en la voz de Víctor Burgos Salinas, actor y narrador, junto a la guitarra de Pedro Andrade y los saxos tenor y barítono y clarinete de Arturo Cid pusieron la nota quijotesca.
El breve, pero muy hermoso espectáculo, estuvo compuesto también por el Romance del Moro Alcaide, el soneto a Galatea y, no podía ser de otro modo, el romance “Ay de mi Alhama” pusieron fin a la noche poética.
Quiero dejar una breve pincelada sobre el preámbulo y el interludio musical que la guitarra y los instrumentos de viento nos dejaron, dos piezas de elegantísimo y exquisito jazz, también acompañaron durante toda la actuación al actor Víctor Burgos, haciendo las delicias de los aficionados a este género musical que tan pocas veces podemos disfrutar en directo en nuestro pueblo.
Grupo Voz y JazZ Trío:
- Víctor Burgos Salinas, actor y narrador
- Pedro Andrade, guitarra
- Arturo Cid, saxos soprano y tenor, clarinete.
Las palabras del alcalde de Alhama, Jesús Ubiña agradeciendo el trabajo de quienes han hecho posible la continuidad de estas veladas a lo largo de veinte años, desde su creación en 1997 y la felicitación a Miguel Ángel Santaella Leal y las palabras de agradecimiento del Invitado de Honor dejaron paso a la entrega de los diplomas que dejan constancia y recuerdo del acto, con lo cual la velada llegó a su fin, en una noche fría por fuera y cálida y llena de emociones y arte por dentro, en ese lugar, el corazón donde todos los alhameños de todas partes, llevamos a nuestro pueblo, nuestro romance y estas veladas de reconocimiento al “Romance de la pérdida de Alhama”.
Dirección y coordinación de la velada: Andrés García Maldonado y Raúl Gálvez.
- Presentación: José Ignacio Molina Benítez y Marina Arrebola.
Organizan:
- Ayuntamiento de Alhama de Granada, concejalía de Cultura.
- Patronato de Estudios Alhameños.
- Alhama Comunicación.
La presentación de Andrés
La intervención de Miguel Ángel Santaella
La traducción de Alina o Lawrence Strong, para una velada que pretende internacional
Marina presenta al grupo Voz y JazZ Trío
Palabras del alcalde de Alhama
Reconocimiento al invitado y a los músicos de la velada
Miguel Ángel recibió el reconocimiento de sus compañeros y del público en general
Redacción gráfica: Pablo Ruiz.
La intervención de Miguel Ángel Santaella
Sr Alcalde y Concejales del Excmo. Ayuntamiento de Alhama, Sr. Presidente y miembros del Patronato de Estudios Alhameños. Señoras y señores. Muy buenas noches.
En primer lugar quiero trasmitirle al Patronato de Estudios Alhameños, al Ayuntamiento de Alhama, a Alhama Comunicación y a ustedes Alhameños y Alhameñas, mi más profundo agradecimiento por la invitación a participar en esta Velada de los Romances que hoy alcanza su vigésima edición.
Hace unos días recibí la llamada de D. Andrés García Maldonado, en la que me comunicaba la amable distinción que esta noche me ha traído aquí. Cuando colgué el teléfono, y tras hacer lo que supongo cualquiera de ustedes haría que fue contárselo a mi mujer, comenzó en mi interior, casi de manera subliminal una búsqueda de qué razones había para formar parte de la ilustre lista de invitados a esta emotiva Velada. Por este atril han pasado en los últimos 19 años personalidades de la cultura, de la educación, del arte, de los medios de comunicación, cuyo trabajo y merecido reconocimiento creo están muy por encima del de un humilde profesor de secundaria, que cómo tantos otros, sólo intenta hacer su trabajo lo mejor posible. Creo haber encontrado dos motivos, que desde luego no me igualan en méritos a mis antecesores, pero con los que me siento identificado y que acrecienta la satisfacción personal y profesional que me une a ustedes.
La primera es la generosidad y amabilidad que siempre muestra el pueblo de Alhama y su comarca con los que llegamos aquí para poco o mucho tiempo.
Generosidad y amabilidad que inspira a todos los que trabajamos o han trabajado en el IES Alhama, y que hoy, si ustedes me lo permiten, también están aquí junto a mí en este atril.
Generosidad que ya estuvo presente en los primeros hechos que permanecen en mi memoria sobre Alhama. Tenía entonces unos 6 años de edad. En uno de los viajes de mi familia, nuestro coche tuvo la estupenda idea de averiarse a varios kilómetros de Alhama, entre esta localidad y Santa Cruz. Imaginen la estampa, un joven matrimonio con sus dos hijos, uno de seis años y otro de tres, fin de semana, noche avanzada en un mundo sin teléfono móvil y nosotros a kilómetros de casa. Mi padre nos dejó a mi madre, a mi hermano y a mí en el coche y decidió venir andando hasta Alhama. En el camino le recogió un vecino de aquí y no sólo le trajo hasta el pueblo, sino que le acompaño a casa de un mecánico, al que sacaron de la cama a unas horas que no son de recibo. El mecánico acudió en nuestra ayuda, reparó el vehículo allí mismo, que bien podía haber dicho que ya lo haría mañana, y pudimos retomar el viaje.
Ese es el primer recuerdo y contacto que yo tuve con este pueblo, y en él ya estuvo presente la amabilidad de la que les hablaba al principio.
Desde entonces, mi relación con Alhama fue la de escuchar de mis padres, siempre con una sonrisa en la boca, la historia de la avería cada vez que pasábamos por aquí en nuestro viejo Renault 5 y alguna que otra visita al Robledal para subir a la sierra.
Esto cambió en 2005, año en el que Alhama se volvió a cruzar en mi camino, o yo en el suyo como ustedes prefieran. Ese año ocupé una plaza en el instituto, y curiosidades del destino, la mecánica también formó parte de la historia. En este caso porque como ustedes saben, parte de mi tiempo como docente lo dedico a impartir clases en el Ciclo de Automoción de nuestro instituto.
Pero pensándolo bien, entre esos dos puntos del tiempo, 1972 y 2005, Alhama ha estado presente en mi vida, y en la de muchos otros jóvenes, sin que fuésemos conscientes de ello, sin haber pisado estas tierras. Y esa presencia pienso que tiene mucho que ver con la razón que esta noche nos trae aquí.
Alhama, es un pueblo de Romance, de leyenda, de literatura, de historia. Decimos que la historia de un lugar se ha escrito con letras de oro, para destacar su valor o importancia. Alhama puede presumir de un nombre y una historia perpetuada en un material de nobleza y valor superior. Alhama y su historia se han tallado en tiza blanca sobre innumerables pizarras desde hace varios siglos, en tinta con plumier sobre pupitre, se ha bordado en el aire de las aulas de las escuelas, en el saber de nuestros alumnos y alumnas.
Los que lucimos canas o las pintamos, recordaremos que en las clases de Lengua de la E.G.B, conocimos Alhama cuando al hablarnos de Miguel de Cervantes y sus obras, nos presentaron a Zenotia personaje de la obra “Los trabajos de Persiles y Sigismunda”. “Nacida y criada en Alhama, ciudad del Reino de Granada y capaz de quitar los rayos al sol y asombrarlo con nubes, hacer temblar la tierra, pelear los vientos, alterar el mar…” y otros innumerables poderes que ya quisiera para sí Harry Potter. Y si emocionante era para un niño imaginar el control de tales fuerzas, más aún lo fue para mí descubrir, ya siendo un adolescente y viviendo en Vélez Málaga, que ese personaje estaba inspirado en la historia de la Alhameña Elena de Céspedes. Su condición de primera mujer cirujana y su circunstancia de transexual oculta en un mundo de hombres en pleno siglo XVI y con la inquisición pisándole los talones, he de confesar que despertó en su momento mi curiosidad e hizo presente de nuevo el nombre de Alhama de Granada en mi recuerdo sin haber vuelto a pisar sus tierras.
Y qué decirles del Romance que nos reúne esta noche. ¿En cuántas escuelas e institutos ha sonado el nombre de Alhama de Granada gracias a la historia del moro que perdió Alhama?. Yo creo que en todos.
Hablando con mi mujer sobre este evento, ella me ha comentado que conoció Alhama de Granada mucho antes de venir a vivir a Málaga, en la Escuela de la Dominicas de Aranda de Duero. Con las monjas fíjense, ahora que está tan de moda lo de discutir si aprenderse las cosas de memoria es recomendable o no, ella aprendió de memoria el poema, lo recitaban en clase y hoy todavía es capaz de recitar alguno de sus versos. De hecho, cuando vino a vivir a Vélez Málaga con 16 años, uno de las primeras cosas que le llamaron la atención es que el pueblo ese del que hablaba el Romance estaba cerca y vino a visitarlo.
La primera vez que uno visita Granada, de las puertas de su muralla medieval, todos conocemos al menos dos. La de Elvira y la de Vivarrambla porque en la escuela leímos que el rey moro se estaba paseando por la ciudad de Granada desde la Puerta de Elvira hasta la de Vivarrambla cuando recibió la triste noticia.
Y seguro algún profesor nos explicó que un Zacatín era un Mercado donde se vendían textiles y tela en épocas árabes y que alrededor también se encontraban toda clase de artesanos: plateros, curtidores, tintoreros, zapateros, porque esa palabra no la entendíamos al leer
Descabalga de una mula, — y en un caballo cabalga;
por el Zacatín arriba — subido se había al Alhambra.
—¡Ay de mi Alhama!—
Recuerdo incluso, una reflexión que nos planteó un profesor de historia sobre qué pensábamos acerca del origen del anónimo autor. Analizábamos la estrofa en la que el alfaquí interpela al rey para reprocharle que lo sucedido es consecuencia de sus desacertados actos como mandatario y le dice aquello de “Bien se te emplea, buen rey…bien se te empleara”.
Mi profesor, del que lamento no recordar el nombre, nos llamaba la atención sobre el uso de la palabra rey. Nos decía que es cuanto menos curioso, que un alfaquí, que entre los musulmanes es un doctor o sabio de la ley, utilizase la palabra rey para dirigirse a su soberano. Sería más apropiado califa o sultán. ¿Por qué lo llamaba rey?, ¿Quería decir eso que el escritor anónimo era cristiano y por eso utiliza un término que le es familiar? ¿O quizás había otra razón que nos estaba enseñando el poema? ¿Aprovecha el autor para hablarnos acerca del sincretismo entre pueblos?, ¿de la capacidad de fusión y asimilación de elementos culturales o religiosos entre culturas diferentes cuando conviven juntas?. Decía mi profesor, que no era difícil imaginar que en la vida real de las calles y de los pueblos de Andalucía, entre ellos Alhama de Granada en esa época, tras muchos siglos de convivencia, raro sería el cristiano que no tuviese influencia árabe y raro el musulmán que no estuviese impregnado de la cultura cristiana. Y que siendo así, bien podía haber usado el término rey un cristiano o un musulmán, simplemente porque lo tenía asumido en su vocabulario.
¿No les parece un tema que da juego para enseñar en nuestras aulas muchas cuestiones que llaman a la puerta de nuestros noticiarios todos los días?
El lamento ¡Ay de mi Alhama! lleva muchos años resonando en las aulas de las escuelas de España, de Europa y América. Cincuenta años entre las paredes de nuestro instituto, gracias al esfuerzo y tesón de la gente de esta Comarca que hicieron posible que los brillantes jóvenes de esta tierra no tuviesen que marcharse para continuar sus estudios o en el peor de los casos abandonarlos por falta de medios.
Los Romances copian a la vida, son lecciones de vida. Esto hace que sus textos y tantos otros se sigan utilizando en nuestras aulas para estudiar hechos históricos, pero también para analizar la actualidad. Y permítanme que les ilustre con otro ejemplo. Leemos
Mataste los Bencerrajes, — que eran la flor de Granada,
cogiste los tornadizos — de Córdoba la nombrada.
—¡Ay de mi Alhama!—
En este verso aprendemos que Abencerraje era el apellido de una familia de la nobleza de la época que tenían como rivales políticos a los Zenete. Éstos deciden acabar con sus oponentes y montan una conspiración en la que se inventan una relación entre la sultana y un Abencerraje. El sultán cegado por los celos y la ira, toma a los Abencerrajes por enemigos suyos y con ocasión de una fiesta hace decapitar sobre una fuente a los 37 caballeros que llevan ese apellido. Pero también lo utilizamos para introducir otros oscuros ejemplos de la historia, como la Cena Negra de 1440 en la que el canciller de Escocia invita al clan de los Black Douglas o la Masacre de Glencoe de 1692 de similares características. Y si son aficionados a Juegos de Tronos, tan de actualidad por innumerables cuestiones, no me negarán que el pasaje de la Boda Roja del libro Tormenta de Espadas, en la que los Frey se vengan de los Stark, bien podía ser una lectura de actualidad de la historia que cita nuestro Romance.
Al principio de mi intervención, les he contado que había encontrado dos motivos con los que me identificaba esta noche. Sobre el primero ya les he hablado. El segundo, a mi entender, es su continuo compromiso con la cultura, la historia, su patrimonio y la educación, compromiso que desde mi trabajo he podido comprobar tanto en las familias como en las instituciones.
Salvador Allende escribió que “Los hombres y pueblos sin memoria, de nada sirven; ya que ellos no saben rendir culto a los hechos del pasado que tienen trascendencia y significación; por esto son incapaces de combatir y crear nada grande para el futuro”.
Para cualquier persona, pero especialmente para los que nos dedicamos a la docencia es muy gratificante ver como una sociedad valora estas cuestiones. Sus esfuerzos por transmitir sus tradiciones, por hacer comarca, desde el Carnaval hasta los Romances, desde sus aguas termales hasta su imponente Tajo, declarado monumento Natural de carácter Geológico.
¿Hay algo mejor para el estrés que un paseo por su parque natural seguido de un refrescante baño en las cristalinas aguas del cerezal en un cálido mes de junio?.
Decía el filósofo Marcelino Menéndez Pelayo que “El pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio…, pero serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche”
Cicerón escribió que “Quién olvida su historia está condenado a repetirla”, yo añadiría que no hay que olvidar porque quién olvida no aprende, no crece, no mejora. El patrimonio cultural es una fuente de conocimiento, de memoria colectiva, pero también es un potente motor para el desarrollo local, comarcal y regional. Siempre desde el fomento del turismo cultural sostenible basado en el patrimonio material e inmaterial de la comunidad.
Gracias por invitarme a participar en su propósito de poner en valor lo suyo, lo propio, lo local, lo que les hace únicos, pero no en defensa de que lo de aquí es lo mejor, sino como propuesta de un imaginario común que une a los que no nacimos en esta tierra con el nombre de Alhama, con nuestra historia común. Alhama resuena en la historia de todos porque la historia de todos pasó por Alhama. Alhama fue perdida por el rey Abu I Hasan Alí pero ganada por muchos de nosotros.
Esta noche no sólo sirve para homenajear al Romancero Alhameño. También impulsa la riqueza cultural y económica y permítanme que les felicite por ello.
Alhama es una Ciudad de Romance, de gente generosa y amable con los suyos y con los que acoge. Con pasión por su historia, su educación y su cultura. Cuyo nombre e importancia ha sido tallado con tiza en nuestro conocimiento y saber. ¿Qué más puede uno pedir? Que sigan siendo así y nada les cambie.
Buenas noches y muchas gracias por su invitación.
Fotos: Pablo Ruiz.