A mi tío Paco Porrina

 Mi tío Paco, o Chacho Paco, como le llamábamos sus sobrinos, era un ejemplo para la familia y también para todo aquel que lo conoció, por su sencillez, su nobleza, su entrega pensando siempre en el bien común. Desde que hace más de cincuenta años comenzó colaborando con el fútbol en Alhama, en la UD Alhameña posteriormente y su época más dorada. Después participando e impulsando el Carnaval de Alhama, siendo una de las figuras destacadas como siempre ha quedado reflejado, por su buen humor para ser una autentica máscara. Pudiendo disfrutar de esta fiesta hasta el pasado mes de marzo, cuando lo veía en el paseo cargado de ilusión por ver a la gente disfrazada y las comparsas llevando el compás. Hasta comprometerse con la Agrupación musical de Alhama o Manos Unidas, con entrega constante.

 Y como también ha sido patente, su implicación activa en la Hermandad de la Virgen de las Angustias, siendo protagonista en la XII Exaltación celebrada el pasado 4 de abril, pasando por diferentes cargos y siempre buscando colaboración para todo aquello que pudiera beneficiar a la Patrona de Alhama, con ese “viva la Virgen de las Angustias” que siempre he escuchado el Viernes de Dolores, cuando ya finalizaba la procesión en la Iglesia del Carmen y que aún escucho esa exclamación de la última Exaltación en la que él fue el pregonero.

 Hoy hace quince días, que algunos sobrinos nos reunimos en su casa para preparar el encuentro familiar que próximamente íbamos a celebrar. Como siempre era habitual en él, se le dibujó una sonrisa cuando nos vio entrar a todos juntos a su casa, que no dejaba de ser la casa de todos los Porrinas o el salón de bodas de Porrina.

 Ahora, al decirte adiós, me llevo el recuerdo de esta foto, la conversación que tuvimos aquella tarde, con la prima Juani de Logroño, o al día siguiente con los primos Juan, Antonio y mi hermano Silverio. Pero también, querido tío Paco, aún mantengo esa ilusión por ir a tu casa cuando era pequeño, porque era motivo de celebración, había una boda o un bautizo y siempre en la puerta me saludabas y comentábamos cómo iba el Athletic de Bilbao en la liga.

 También en navidades, para ver tus manualidades dedicadas a Alhama en tu portal de Belén, o bien porque jugaba en aquellos salones inmensos con mi primo Javier, mi prima Carmen, mi prima Lina y la pequeña Isabel. Luego de más mayor, las grabaciones para la televisión que siempre me encargabas que hiciese o los anuncios de la hermandad para que saliesen rotulados, siempre recordándome que no se me olvidara. O el día que iba a subir con Juan Cabezas a tomar café y charlar, pero siempre me advertía que lo avisase un día antes, para que estuviera todo a punto, como a él le gustaba.

 El abuelito, como así lo llamaban sus nietos, nos deja un legado lleno de ejemplo en la vida, cómo persona íntegra y servicial. Una persona que ha sido guía para su familia, amigos de sus amigos, y para con todos servicial, pero sobre todo una buena persona, un hombre bueno.

Francisco Palacios realizó el pregón de la Virgen de este año