Rafael Branchat y Vime de Prada. Un médico alhameño para la historia



 Nació en Alhama de Granada en 1848. Casi siendo aún niño ingresó en el Colegio de San Bartolomé y Santiago donde cursó el Bachillerato en artes, pasando luego a la Facultad de Medicina en la que obtuvo sucesivamente los grados de Bachiller con la calificación de sobresaliente el 1º. De junio de 1866; Licenciado con la calificación de sobresaliente el 17 de julio de aquel mismo año, y Doctor, también con la calificación de sobresaliente, el 3 de diciembre de 1875.


  Antes de ser Bachiller en Medicina, el 22 de julio de 1861 fue nombrado por el Director General de Beneficencia y Sanidad, Practicante numerario de Cirugía del Hospital de San Juan de Dios, con el haber de seis reales diarios.

Por: Francisco Silverio Gálvez Moyano

 El 21de octubre de 1868 fue nombrado por el Claustro de la Facultad de Medicina sustituto para actuar en las ausencias y enfermedades de los Catedráticos, con arreglo al artículo 14 del decreto del 21 del mismo mes y año. En 1868, por oposición, alcanzó la plaza de Profesor Clínico de la Facultad de Medicina; pasando en 1871 en comisión de servicio a impartir las enseñanzas de la Cátedra de Obstetricia y Patología General, Enfermedades de la Mujer y de los Niños, comisión que mantuvo asta 1875.

 El 16 de octubre de 1878, fue nombrado Catedrático Supernumerario de la Facultad de Medicina, estando en el desempeño del cargo hasta que el 27 de noviembre de 1879, por oposición, alcanza la plaza de Catedrático numerario de Higiene Privada y Pública de la Universidad de Granada.

Era un higienista convencido de que predicaba con el ejemplo

 El día 5 de octubre de 1870 y el 20 de diciembre de 1878 fue nombrado vocal y presidente, respectivamente, de las Juntas de Sanidad de las parroquias de San Gil y San José, de Granada. El 7 de marzo de 1872, fue nombrado socio consultor de la Academia Escolar de Medicina y Cirugía de Granada; el 2 de marzo de 1874, la Sociedad Histológica de Madrid, le nombró socio corresponsal de la misma; el 15 de junio de 1874 se hizo cargo, por designio de la Junta de Gobierno del Asilo de Huérfanos de San José de esta ciudad, Médico para la asistencia gratuita de dicho establecimiento, y el 8 de octubre de 1879 fue nombrado socio honorario del Ateneo Científico Literario de Granada.

 En el año 1880, el día 1.º de enero fue nombrado vocal del número de la Academia Provincial de Bellas Artes de Granada; el día 27 del mismo mes y año, fue nombrado Vicepresidente de la Sección de Ciencias Físicas y Naturales de la Academia Científica del Liceo de Granada; y el 6 de junio del mismo año, fue nombrado vocal secretario del tribunal de oposiciones a tres plazas de alumnos Internos, vacantes en la Facultad de Medicina de Granada.

 En 1881, el día 4 de julio, fue nombrado vocal secretario, por el Ministerio de Fomento, vocal del tribunal de oposiciones a las Cátedras de Fisiología Humana, vacantes en las Universidades de Valencia y Valladolid.

 En 1887 fue elegido Diputado Provincial por la ciudad de Granada y nombrado por unanimidad Vicepresidente de la Comisión permanente, cuyo cargo lo desempeñó durante el tiempo reglamentario, y el 21 de octubre de 1888 fue nombrado por la Excma. Diputación provincial para estudiar las bases de la construcción de un manicomio modelo; y el 9 de noviembre de aquel mismo año, fue nombrado por la Exma. Diputación Provincial, Visitador del Hospital Provincial de San Juan de Dios de Granada.

 El 27 de enero de 1888, aprobó la Diputación el servicio de pesadas periódicas para los niños en lactancia y el 26 de julio de aquel mismo año, la Diputación aprobó las reformas propuestas del Dr. Branchat, en las cartillas de lactancia y la inspección de las mismas.

 El 9 de diciembre de 1889, acordó la Diputación aprobar el Reglamento formado por el Prof. Branchat para las lactancias internas y externas de los Establecimientos Benéficos de la provincia granadina, dándosele por dicha Corporación, con este motivo, un expresivo voto de gracias por el celo e interés desplegados en la redacción del mismo.

 Persona extremadamente modesta, pertenecía a este pequeño grupo, que existen en todas las Facultades, de profesores que eran casi por completo desconocidos fuera del establecimiento donde ejercen la docencia y de la ciudad donde habitan, pero que no por ello carecen de méritos suficientes para ser considerados, al lado, y a veces por encima, de otros cuyo nombre figura con mas o menos frecuencia, cuyos actos o trabajos son ponderados o justipreciados por la información de los medios de comunicación.

 Trabajó siempre en el secreto recogimiento que le inspiraba la seriedad de la ciencia, mostrándose enemigo de cuanto supusiera el más mínimo realce para su conducta, viviendo constantemente apartado de los sinsabores con que el público solía -y suele hoy también- pagar, ya el interés de la observación y el descubrimiento, ya el estímulo de la competencia.

 El Prof. Branchat era constantemente madrugador, lo mismo en las épocas en que su padecimiento crónico se exacerbaba, que en aquellas otras en las que el carecía de ocupaciones diferentes de la labor diaria de su Cátedra; le gustaba cumplir con ésta en las primeras horas de la mañana. Consideró siempre el Magisterio como un sacerdocio y su primordial obligación, y hasta en las menudencias de la forma, no quiso aparecer jamás con el más leve indicio de morosidad para el cumplimiento de su capital deber. Bondadoso en extremo y maestro en la ciencia que estaba encargado de enseñar, era muy querido y respetado de todos sus alumnos, que escuchaban siempre con atención sus sabias lecciones y eran iniciados, con arte sencillo y natural deleite en los complejos problemas que encerraba la Higiene de aquellos tiempos.

 Entusiasta profundo de su asignatura, practicaba rigurosamente las reglas más incontrovertibles de la Higiene privada y hacía una vida metódica y ejemplar, en la que resaltaba su morigeración absolutamente para todo; pues, hasta en las excursiones cinegéticas, a que era un tanto aficionado, procuraba hermanar los preceptos higiénicos con las exigencias antihigiénicas que, a veces, podía ofrecer una muy honesta distracción.

 El Prof. Branchat fue juez de oposiciones para la provisión de cátedras y plazas de Médicos de la Beneficencia; miembro asociado de la Sociedad de Higiene de Francia, desde el 15 de diciembre de 1879 y el 16 de mayo de 1884, fue nombrado socio correspondiente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Sevilla, y el 31 de junio de aquel mismo año, fue nombrado socio de mérito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de la Provincia de Granada.

 Branchat hizo también vida política, pero la hizo a su modo; armonizando sus buenas cualidades con sus conocimientos y con el deber que le imponían los cargos de concejal y diputado provincial que desempeñó en distintas épocas y siempre a satisfacción de sus electores. Aunque huyó continuamente de la popularidad, fue autor de obras que enaltecen mucho su reconocida competencia y su gestión municipal. A su iniciativa se debe la creación del Instituto Municipal de Vacunación,  redactó una Cartilla popular de Instrucciones higiénicas, la primera que se hizo en Granada. Defendió en todo momento al personal facultativo de la Beneficencia Municipal y Provincial, procurando siempre, con su opinión y con su voto, introducir reformas favorables en la organización de los cuerpos médico-farmacéuticos cuya alta inspección le estuvo encomendada.

 Igualmente fue digna de aplauso su gestión municipal cuando estuvo encargado de otras inspecciones directamente relacionadas con sus especiales conocimientos de salubridad pública.

 Diputado provincial, concejal y Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Granada, Político honrado que administró siempre bien los bienes comunales, logrando conservar puro su nombre, aun en boca de sus adversarios, cosa que era muy difícil en los tiempos que corrían.

 Gran publicista, ameno conferenciante, escribió entre otros muchos trabajos: Estudio sobre la profilaxis de la viruela (Granada, 1883); Plan ordenado para la canalización de las aguas potables de Granada, arreglo del alcantarillado y sistemas de pavimento para las calles de esta ciudad de Granada. Trabajo que fue presentado a la Real Sociedad Económica de Amigos del País, para el concurso del año 1887, obteniendo el premio especial e imprimiéndose la memoria a expensas de dicha Sociedad. (Granada, 1887); Cartilla sanitaria para la profilaxis del cólera morbo (Granada, 1884); Origen, propagación y profilaxis del Sarampión (Granada, 1885); La gravedad como agente modificador (Granada, 1886), y El mal de las montañas (Granada 1887).

 Durante mucho tiempo no le prestó gran importancia a la Medicina Clínica, que la ejerció en el último tercio de su vida. Para él la Terapéutica quizá estuviese llamada a desaparecer, ya que en el grado de certidumbre científica y de escrupuloso rigor que iban adquiriendo entonces los conocimientos higiénicos, permitían acariciar la esperanza de que la ciencia de curar fuera en mucha parte sustituida por la ciencia de precaver; y Branchat, de acuerdo con esta opinión y dotado de un temperamento excepcionalmente impresionable, excusaba hasta el emitir un juicio terapéutico sobre cualquier enfermo.

 Branchat que aún no era viejo cuando murió, pues tenia 54 años, poseía tal solidez en su contextura física, que en los últimos tiempos de su vida, sorprendía a compañeros y amigos el profundo destrozo de su vigoroso organismo, y sin embargo no era menor que aquella su arquitectura moral, pues a los méritos del hombre de ciencia unía los menos brillantes, pero más válidos tal vez, de una  humanidad incomparable. Un Alhameño para la historia.

Fuente: Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada: Académicos numerarios que fueron José Gutiérrez Galdó.