El Patronato de Estudios Alhameños rinde emotivo homenaje a Sabina Ciruela Ochoa

Ahora se cumplirá un año del fallecimiento de quien fuera la joven secretaria general de esta entidad histórico-cultural.

 Todo estaba preparado en el Museo Brazam, en el histórico Hospital de la Reina de Alhama, el primer hospital del Reino de Granada. La imagen de sabina, sobre un atril con flores presidia el acto, en lugar destacado sus padres, Francisco y Mari Ángeles, detrás el rótulo de la entidad que le rendía homenaje, el Patronato de Estudios Alhameños, sobre la mesa el diploma y la medalla que se le otorgaba a título póstumo, las paredes cubiertas con las obras del artista del que el museo toma su nombre circundando el recinto, una luz tenue pero que sirve para iluminar lo verdaderamente importante, el ambiente frio de un enero que de deja notar y que sirve para conservar también todos los sentimientos que transmiten las personas que van llegando, mientras, muy cerca, el reloj de la torre del campanario hacen sonar las campanas de las doce del mediodía de un sábado llamado 4 de enero de 2025, un año recién estrenado, un año de la partida de alguien que sigue muy presente, un momento para recordar a quien todavía hará derramar alguna lágrima emotiva en los presentes. María Peula, maestra de la ceremonia, hace la llamada convocando al inicio. Ha comenzado el acto.  

 Un acto con el que el Patronato de Estudios Alhameños rindió un emotivo homenaje a Sabina Ciruela Ochoa, quien fuera secretaria general de esta entidad, fallecida el 17 de enero de 2024 a los 37 años debido a una enfermedad. Con la presencia de autoridades, familiares, amigos y miembros del Patronato comenzaban las intervenciones, poniendo de relieve los sentimientos expresados por los intervinientes.

Apertura del Acto

 La tesorera del Patronato, María Peula Moreno, fue la encargada de hacer de maestra de ceremonia, dio inicio al acto con unas palabras de bienvenida y agradecimiento a todos los asistentes. Destacó la importancia del Museo Brazam como escenario del homenaje, subrayando que el arte y la cultura que emanan de sus obras reflejan los valores que Sabina siempre defendió. María Peula destacó que el acto estaba estructurado en tres partes: la sesión extraordinaria de la Junta General del Patronato, las intervenciones y testimonios dedicados a Sabina, y una actuación musical especial. Agradeció a todos los colaboradores y asistentes por su presencia y apoyo en este día tan significativo.

Intervención del presidente del Patronato Raúl Gálvez Morales

 Raúl Gálvez Morales, presidente del Patronato, comenzó su discurso con una emotiva reflexión sobre la labor y el compromiso de Sabina con la entidad. Resaltó su dedicación como secretaria general y su incansable trabajo, a pesar de su enfermedad. Raúl recordó la esperanza y el optimismo de Sabina, así como su capacidad para transmitir alegría y serenidad a todos los que la rodeaban.

 "Sabina siempre estuvo presente, siempre ofreciendo lo que las circunstancias le permitían y estando pendiente de cualquier entrante que podía hacer o gestionar," dijo Gálvez Morales, destacando su responsabilidad exquisita y su colaboración ejemplar. Recordó con emoción los momentos en que Sabina, a pesar de su enfermedad, seguía trabajando con una visión real y a la vez con un sentido de grandeza desde la humildad, la colaboración y el respeto.

 Raúl también expresó su sentimiento de impotencia, recordando cómo Sabina, con una sonrisa, siempre transmitía bondad y serenidad. "No hacía falta ser amigo o amiga de Sabina para percibir desde el primer instante la bondad en persona que no solamente quedaba patente en la conversación, en esa sensación de serenidad y paz que siempre nos transmitía," dijo, destacando su amor por Alhama y su compromiso con la cultura y la historia.

Lectura del acuerdo por la vicepresidenta Marina Arrebola

 Marina Arrebola Altea, vicepresidenta del Patronato, leyó el acuerdo que otorgaba a Sabina la medalla de honor de la entidad. El acuerdo fue aprobado por unanimidad y destacó la entrega y vinculación de Sabina con el Patronato y su Alhama. Marina recordó la triste e irreparable pérdida de Sabina, subrayando su entrega desde su juventud a la entidad y a su pueblo. El acuerdo recogía el otorgar la medalla de honor y la entrega de un diploma a sus padres, Francisco Ciruela y María Ángeles Ochoa en el acto que ahora se celebraba.

Entrega del diploma y la medalla del Patronato a los padres de Sabina

 Tras la intervención de la vicepresidenta se procedió a hacer entrega a los padres de Sabina, Francisco y Mari Ángeles de la medalla y el diploma, entre un fuerte aplauso del centenar de personas asistentes, Francisco Ciruela, padre de Sabina, agradeció emocionado el homenaje y la medalla de honor otorgada a su hija. Con voz quebrada, expresó su gratitud al Patronato y a todos los presentes, mencionando que no tenía palabras por la emoción del momento. Su intervención fue breve pero cargada de sentimiento, reflejando el dolor y el orgullo de un padre que ha perdido a su hija, pero que ve como era querida por todos.

Francisco Ciruela, hermano de Sabina, habló en nombre de la familia

 Francisco Ciruela Ochoa, hermano de Sabina, también tomó la palabra para recordar a su hermana y agradecer el apoyo recibido durante su enfermedad. Destacó la huella que Sabina dejó en Alhama y en todas las personas que tuvieron la suerte de conocerla. Recordó un momento personal muy significativo durante el entierro de Sabina, cuando vio la multitud de personas que asistieron y el aplauso espontáneo que rompió el silencio respetuoso. "Ese aplauso reflejaba esa gran admiración que creo que todos teníamos y que ella se había ganado por parte de todos nosotros," dijo, destacando el impacto duradero de Sabina en sus vidas.

Intervención del presidente de Honor, Andrés García Maldonado

 Andrés García Maldonado, presidente de honor del Patronato, destacó la importancia simbólica del acto y el legado de Sabina. Recordó su amor por Alhama, su compromiso con la cultura y su capacidad para inspirar a todos los que la conocieron. García Maldonado mencionó que Sabina siempre combinaba su conocimiento de Alhama con su amor por las bellas artes, dejando un legado que siempre la recordará.

 "Sabina fue una de las personas que, en sus años de historia, desde su albor del patronato allá por 1971 y en su segunda etapa a partir de 1991, más jóvenes ingresó en el mismo," dijo, destacando su preparación y madurez. Recordó cómo Sabina, al tomar posesión como miembro del Patronato, pronunció unas acertadas palabras en las que se refirió a su amor hacia Alhama y la cultura, comenzando por la bella arte.

Intervención de Alicia Bedmar Marchant, la médica que la trató hasta sus últimos momentos 

 

 Alicia Bedmar Marchant, médica de cuidados paliativos, compartió su experiencia con Sabina durante su enfermedad. Destacó su fortaleza, serenidad y empatía, así como su amor por Alhama. Alicia recordó momentos especiales con Sabina y agradeció a su familia por su apoyo y valentía.

 "Cuando cogí yo esa interconsulta me llamó mucho la atención el nombre," dijo Alicia, recordando su primer encuentro con Sabina. Destacó cómo Sabina, a pesar de su dolor, siempre transmitía dulzura y simpatía. "Es verdad hablamos poquito, simplemente me presenté, soy Alicia Sabina, estoy aquí para ayudarte en lo que pueda," dijo, recordando cómo Sabina se convirtió en alguien más en su vida.

 Alicia también mencionó cómo Sabina, a pesar de su enfermedad, siempre hablaba de Alhama y de su amor por su pueblo. "Fijaros, estando tan malita no paraba de hablar de Alhama," dijo, destacando su fortaleza y su capacidad para inspirar a los demás. Recordó con emoción uno de los momentos más duros de su profesión, cuando Sabina llegó al hospital y ella tuvo que darle la noticia a sus padres. "Creo que es de las actuaciones que yo peor lo he pasado, cuando yo llegué y me senté a su lado y le cogí la mano a los dos, ellos fueron los que me ayudaron a mí," dijo, destacando la valentía y el apoyo de la familia de Sabina.

Óscar Repullo Lopera intervino en nombre de los amigos de la universidad

 Óscar Repullo Lopera, en representación de los amigos de Sabina, recordó momentos vividos con ella y destacó su alegría, inteligencia y compromiso con la cultura. Resaltó su capacidad para hacer felices a los demás y su amor por Alhama.

 "Quiero nombrarlo a todos. Mercedes, Evali, Juanjo, Sara y Salva, Alberto y Reyes, que no han podido venir, Dani, Antonio y Marta, y por supuesto Jesús," dijo Óscar entre otros nombres, recordando a los amigos de Sabina. Destacó cómo Sabina siempre sonreía y se entusiasmaba al hablar de Alhama, algo que hacía con mucha frecuencia. "Era una anfitriona perfecta. Las veces que la visitamos aquí siempre aprovechaba para deleitarnos con su sabiduría y su sensibilidad," dijo, recordando su hospitalidad y su amor por su tierra.

 Óscar también mencionó cómo la pena por la pérdida de Sabina es pura y sagrada, y cómo su recuerdo les da la fuerza para, a través del arte, purgar todo el dolor y la rabia de su pérdida. "La pena es pura y es sagrada. Y esa frase la saqué justo por casualidad en un libro que cayó en mis manos poco después de su muerte," dijo, destacando cómo el recuerdo de Sabina les ayuda a reinventarse y a seguir adelante.

Palabras del que fuera su pareja, Jesús Guerrero Arrabal

 Jesús Guerrero Arrabal, pareja de Sabina, compartió su experiencia personal y destacó su amor por la vida, su valentía y su capacidad para inspirar a los demás. Recordó momentos especiales con Sabina y agradeció el homenaje realizado por el Patronato.

 "Para los que no me conocéis, soy Jesús, vecino de Alhama, y tuve la suerte de conocer a Sabina, de ser su pareja, de aprender de ella y de recibir su amor," dijo Jesús, recordando cómo conoció a Sabina. Destacó cómo Sabina siempre transmitía alegría y positividad, y cómo su amor por la vida y su valentía eran una inspiración para todos.

 Jesús también mencionó cómo Sabina, a pesar de su enfermedad, siempre encontraba la manera de disfrutar la vida y de transmitir alegría a los demás. "Acabo con parte de sus palabras, de su última publicación, hace justo un año. Esa tarde fui a visitarla al hospital, casi como a diario, y me impidió dar un paseo," dijo, recordando uno de los momentos más especiales con Sabina. "Quizás este no habría sido el post con el que más me hubiera gustado comenzar mi 2024, pero al menos lo he empezado," dijo, destacando su valentía y su capacidad para inspirar a los demás.

Intervención de Pilar Carrascosa Martín de la Unidad de Gestión Clínica de Alhama

 Pilar Carrascosa Martín, en representación de la Unidad de Gestión Clínica de Alhama, agradeció al Patronato la oportunidad de rendir homenaje a Sabina. Destacó su amor por la vida, su valentía y su capacidad para inspirar a los demás.

 Pilar, recordando cómo conoció a Sabina a través de su padre. Destacó su amor por la vida y su valentía, y cómo su recuerdo siempre les da fuerza y les inspira.

 Pilar también mencionó cómo Sabina, a pesar de su enfermedad, siempre transmitía alegría y positividad. "Y ahí te conocí de verdad, Sabina, en esencia pura. Siempre atenta, cariñosa, empática, muy fuerte y muy valiente," dijo, destacando su capacidad para inspirar a los demás. Recordó con emoción cómo Sabina siempre dibujaba una sonrisa al recordar a alguien, y cómo su legado siempre les da fuerza y les inspira.

 En nombre de los miembros de la Unidad, entregaron un ramo de flores y un recuerdo a los padres.

Manuel Juan García Ruiz, sentida espinela 

 Manuel Juan García Ruiz, miembro del Patronato, dedicó una oda en espinela a Sabina, destacando su legado y su impacto en la comunidad.

Aunque yo no te conocí personalmente, 
he oído hablar tanto y también de ti,
de tu legado eterno, 
que a tu figura de excelencia dedico
esta oda en espinela:

Partiste luz que no muere,
en flor temprana segada,
y tu alma de fe sembrada
late en cada ser que quiere.

La humanidad, cuando espere
el amparo de tu mano,
sentirá el eco lejano
de tu voz, fervor y canto.
Tu vida un soplo de encanto
es faro en el mar humano.

 Este mismo día del acto, en Radio Alhama en Internet difundía también, con cada hora, la siguiente:

El mundo llora tu ausencia,
mas no hay muerte en lo vivido,
que'l prójimo al que has servido,
tiene viva tu presencia.
La entrega, hecha existencia,
se alza al umbral de lo eterno,
y en el recuerdo más tierno
la humanidad se sostiene,
pues de quien da, siempre viene,
el aliento sempiterno.

Monsalud Moreno Palomo, la transmisión de un poema

 Monsalud Moreno Palomo, con patente emoción expresaba:"Yo voy a hablar poco porque ya la poesía lo dice todo," dijo Monsalud, recordando cómo una poesía siempre le da fuerza y la inspira.

Cuando miro al cielo, te veo a ti. 
Si un lucero hace un guiño, sé que eres tú.
Aunque Dios te eligió para estar con él,
tu presencia la siento cerca de mí.
Mi dolor es inmenso, lo sabes bien.
dentro de mi amargura, yo soy feliz.
mi ángel de la guarda, hijo, eres tú
y me estás ayudando para vivir.

 Sabina nunca morirá, porque siempre estará en nuestros corazones, dijo, destacando su presencia eterna en los corazones de todos los que la conocieron. 

 El poema que recitó fue el que recibió cuando ella también perdió a su hijo, y ahora quería trasladarlo a los padres de Sabina.

Actuación Musical

 El acto concluyó con una actuación musical a cargo del Alhama Wind Quartet, con la colaboración especial de la soprano alhameña Isabel Guerrero Martínez. Interpretaron obras de Morricone, Barber y Fauré, en memoria de Sabina y su amor por el arte y la música.

 Este homenaje reflejó el profundo impacto que Sabina Ciruela Ochoa tuvo en su Alhama, en su familia, en sus amigos y en todas las personas que tuvieron la suerte de conocerla. Su agrado, bondad, fuerza y simpatía perdurará en los corazones de todos los que la recordamos con cariño y admiración.

Cuarteto de Viento de Alhama, "Alhama Wind Quartet"

- Carmen Atero, flauta 
- Beatriz López, clarinete 
- Rafael Molinero, clarinete bajo
- Pablo Peula, saxo alto
Con: Isabel Guerrero Martínez, soprano

Programa
1. La misión, Enno Morricone
2. Adagio, Samuel Barber 
3. Pie Jesu (del Requiem), Gabriel Fauré


Vídeo íntegro del acto


 

 

Texto íntegro de las palabras del que fuera su pareja, Jesús Guerrero Arrabal

Hola a todos, buenas tardes.

 Gracias al patronato por la medalla que le otorgáis a Sabina y a todos los presentes que con vuestra presencia la honráis.

 Para los que no me conocéis, soy Jesús, vecino de aquí de Alhama y tuve la suerte de conocer a Sabina, de ser su pareja, de aprender de ella y de recibir su amor.

 No soy dado a discursos ni a hablar en público, pero os contaré brevemente algo sobre como inició nuestra relación.

 Aunque vivió muchos años en Inglaterra, no era difícil verla por Alhama. El amor por su familia, sus abuelos, su pueblo y su carnaval, la traían de tanto en tanto por aquí. Y yo siempre supe de ella, aunque quizá ella no de mí, al tanto, que incluso, no me recordaba de una campaña de aceituna que y o la pasé con su padre y ella estuvo por allí algún día trabajando también.

 Nuestra relación tiene un primer momento justo después de su etapa en Londres. Fruto de una embriagadora luna en la noche de San Juan, tuvimos nuestros primeros besos. A partir de esta noche, comenzamos a hablar, aunque no de manera muy continua ni prolongada, eso sí, siempre por iniciativa suya.

 El verano pasó y yo puse distancia al trasladarme a Algeciras. No hablamos más.

 Ese invierno ella lo pasa entre Granada, enseñando la ciudad y su Alhambra, y el pueblo, colaborando con su padre en el campo y unos animales que tenían, ¡Cuánto trabajo dieron esas ovejas!

 Estamos en la primavera de 2020, se vino el COVID y el confinamiento, y yo vuelvo al pueblo. Tras esa pandemia y cuarentena que todos padecimos, comenzó en junio lo que se llamó "Nueva Normalidad". 

 Coincidimos en cruzarnos una noche de este verano, de nuevo al efecto de San Juan, aunque esta vez sin feria. Ella venía huyendo del sofocante calor de Granada, y yo de una ruta en bicicleta. Suficiente para retomar conversaciones y quedar en vernos.

 Después de este encuentro, no le faltaron eventos a los que invitarme o excusas para quedar conmigo, a las que no siempre yo acudía. Su interés por mí era notable y yo aún no la supe valorar.

 Pasó el verano y el otoño, con encuentros y citas furtivas o confidentes, manteniendo una relación que solo conocían nuestros más cercanos.

 De esta manera, llegamos al primer día en que entra ella en mi casa y no precisamente invitada por mí. Es el cumpleaños de mis sobrinos que lo celebran conjunto a su primo Germán, y es su madre, Teresa, quien la invita. Aunque claramente ella venía por mí.

 El día se dio genial, ella conoció por primera vez a mis sobrinos y mis sobrinos a ella. La adoraron, Paula no se despegó de ella en toda la tarde.

 Cuento hasta aquí, porque a partir de este día nuestra relación deja de ser solo nuestra y ya es más conocida por los demás.

 Siempre he creído que ella estuvo enamorada de mí desde el principio, aunque no siempre se lo puse fácil. A mí me costó un poco más. Me enamoré de ella a través de los ojos con que la miraban otras personas, de las historias y anécdotas que me contaban quienes habían vivido  o compartido con ella antes, de los fascinados que quedaban sus turistas, no por lo que les enseñaba, sino el por como lo hacía, por la felicidad que le generaban las cosas simples, por su riqueza en recuerdos de allí donde había estado, por la cantidad de amigos que la consideraban a ella un tesoro, y por supuesto de sus ganas de disfrutar la vida, que hacer que cada día cuente, de su positividad, también de su torpeza, de su valentía y coraje. Cualidades no le faltaban.

 Algo que aprendí de mi tiempo con ella y del proceso que sufrió, es persistir en lo que quieres, como ella lo hizo en mí, en levantarse y volver a levantarse cuando los golpes vienen mal dados en vez de dejarse derrotar, en tratar de ser feliz.

 Acabo con parte de sus propias palabras en su última publicación de redes sociales hace justo un año. Esa tarde fui a visitarla al hospital casi como de diario y me pidió dar un paseo. Salimos del pabellón, cruzamos el pasillo y nos metimos por un ala del hospital que de día tiene consultas, pero por la tarde está vacío. Ella seguía caminando con cierta dificultad, pero mucha decisión. Llegamos a una recepción de un sitio de consultas que yo no conocía y ella empezó a abrir puertas hasta que una abrió. Seguimos caminando hasta llegar a una ventana por la que entraba el último rayo de sol del día.  Estas son sus palabras.

 "Quizá este no habría sido el post con el que me habría gustado comenzar mi 2024 pero al menos lo he empezado.

 Estoy en el hospital por enésima vez, este 2023 he pasado 7 veces por quirófano... y por si fuera poco las uvas también me las he tenido que comer aquí. Pero eso no me ha impedido que me marque mis propósitos, entre ellos ver el atardecer todos los días, así que con bastantes calmantes y dolores he conseguido encontrar una esquinita desde la que poder ver el atardecer, estaba un poco lejos y a medio pasillo ya iba agotada, pero yo sabía que llegaría, porque a cabezona no me gana nadie".

 Gracias.

 

 

 

Texto íntegro de la intervención de Raúl Gálvez Morales, presidente del Patronado de Estudios Alhameños
 
 

 Me vais a permitir que hoy me dirija en esta sesión especial con un discurso leído por varios motivos, el primero la emoción que me llena y creo que nos llena a todos los presentes, y el segundo por no extenderme más y por tanto mostrar el respeto a todos aquellos que quieren intervenir en este acto de reconocimiento y así puedan poseer el tiempo necesario para dedicarle a la que ha sido nuestra secretaria general y miembro de esta entidad desde el 2011, nuestra querida Sabina.

 Con sentimientos encontrados me dispongo hoy a iniciar esta sesión por el cual se otorga la medalla de honor a la que ha sido la secretaria general del patronato y miembro destacado de esta entidad. Y es que celebrar un acto de reconocimiento es motivo destacable y en apenas dos años ya hemos hecho más de un acto a personas que sin duda desarrollaron en su larga vida una gran actividad en esta entidad y también en favor de nuestra tierra. Pero hacerlo en las circunstancias en la que hoy lo llevamos a cabo desde luego que se hace difícil y con sentimiento de dolor y también impotencia por todo lo que se ha quedado por hacer.

 La relación que ha tenido sabina con esta entidad ha sido de un modo activo y comprometido, tanto que ha sido la secretaria de esta entidad en los últimos años y me vais a permitir que la destaque como se merece, porque siempre ha estado en la organización de los actos, escribiendo artículos y poniendo de relieve todo lo relacionado con la cultura para ponerlo al servicio del Patronato y de Alhama. 

 Decía al principio que tenía un sentimiento de dolor e impotencia, dolor porque hace justo dos años, me decía que el Patronato tenía muchas posibilidades y se ofreció a llevarlas a cabo y fue cuando conformamos un equipo nuevo, ella como secretaria general, al mismo momento que me trasladó conocimiento de su grave enfermedad y a la vez la esperanza por acabar el tratamiento en poco tiempo y ponernos manos a la obra y así llevar a cabo, las ideas, proyectos y novedades que compartimos en aquellos días. Y así fue como comenzamos, trabajando en desde el patronato en iniciando nuevos objetivos para la colaboración con nuestra tierra, hasta que todo se agravó de nuevo. Sin embargo, en todos esos meses y hasta sus últimos momentos, siempre estuvo presente y siempre ofreciendo lo que las circunstancias le permitían y estando pendiente de cualquier trámite que podía hacer o gestionar. Con una colaboración ejemplar, además que ejerció su función como secretaria general hasta el final con una responsabilidad exquisita. 

 Con frecuencia hablábamos y con gran fuerza me transmitía, sus ganas para estar ya al cien por cien y  cada semana intercambiábamos ideas e inquietudes por hacer y trabajar desde el patronato con una visión como la que ella proyectaba…una visión real y a la vez con un sentido de grandeza desde la humildad, desde la colaboración y el respeto, del saber estar y siempre desde la conciliación, sin desmerecer a nadie… gestos y actitudes que son tan extraordinarias que precisamente no había que buscar fuera a la gente que como eruditos y con talento parecen que son lo único que permiten el desarrollo y que en ella era lo normal y además de manera tan cercana. 

 De ahí también el sentimiento como decía al principio y esta vez de impotencia que nos inunda a todos los que con ella trabajábamos. porque se entregaba de verdad por su pueblo, sin utopías ni floritura, como ella decía, sino como yo la describí en el artículo que le dediqué en el Anuario con UNA SONRISA, eso es lo que precisamente nos daba ella, porque para avanzar y proteger, en lugar de cascos, aunque busquen la paz los hay de todos los gustos y colores, es lo que hace falta SONRISAS.

 Porque no hacía falta ser amigo o amiga de Sabina, para percibir desde el primer instante la bondad en persona que no solamente quedaba patente en la conversación, en esa sensación de serenidad y paz que transmitía, porque así lo era. También en el amor a su Alhama y a todo lo que tuviese que ver con la misma, en especial, con la Cultura y, dentro de ésta, la Historia y el Arte, en general. Sabina destacaba por su compromiso con su actividad profesional, marcando un estilo propio que ha quedado patente en su pueblo y a tantos turistas venidos desde todos los rincones del mundo que fueron guiados aquí en Alhama y por la ciudad de Granada. No hacía falta ni siquiera ser conocido suyo para darse cuenta de su gran calidad humana, su inteligencia, buen humor, nobleza y extroversión, todo ello solo parejo a su gran belleza que además proyectaba, sin olvidar su predisposición a colaborar con todo aquello que fuese a favor de los demás y de un mundo mejor, solidaria en una palabra y siempre con la sonrisa que le caracterizaba.

 Su partida nos dejó tristes al PES la entidad que presido y a todos y a cada uno de sus miembros, en la que había marcado un proyecto común e integrador, con muchas iniciativas, que ahora estamos llevando a cabo. Recogemos y cumplimos con todas esas ideas que hablábamos, para llevarlas a cabo, no solo en su memoria, sino en el planteamiento que siempre exponía. 

 Con La fuerza, la esperanza y el sentido de lucha que nos transmitió en esos meses duros, son la guía para hacer honor a su labor y memoria. Para el Patronato, como para tantos alhameños y amigos de Granada y otras poblaciones, la partida de Sabina nos deja desamparados de una excelente amiga, de una mujer sensible y cordial que sabía el valor de la dignidad de las personas y, por lo tanto, de la amistad. Han quedado tantas cosas por hacer, tantos momentos por compartir. Ha quedado pendiente casi toda una vida, pero lo que le ha dado tiempo a vivir, lo ha hecho para que YA sea imborrable. 

 Quiero dar las gracias a la familia, al ayuntamiento, cuarteto, miembros del Patronato, colaboraciones...

 Por último, querida secretaria general, me queda darte las gracias por toda tu labor, pero sobre todo por ser como has sido.
Trataremos de sonreír como tú, Sabina.

 

 

 

Texto íntegro de la intervención de Andrés García Maldonado, presidente de Honor del Patronado de Estudios Alhameños


                                                      
Señor presidente, señores miembros del Patronato, 
Señor alcalde y miembros de la Corporación Municipal, 
Estimados Paco y María Ángeles, Francisco y Ángel, Jesús,
Señora presidenta de la Mancomunidad de Municipios,
Representaciones y autoridades de Alhama y la Comarca,
Señoras y señores,

Entrañables amigos de Sabina:

 Quisiera, muy brevemente, hacer llegar el alto significado de este acto, en el sentido simbólico, en este primer Hospital de Sangre de Isabel la Católica, construido a pie entre los siglos XV y XVI.

 A la par que agradecerlo por la parte que me corresponde y más aún en los difíciles momentos que atraviesa mi hermano Juan Manuel. Nuestro presidente, quien ha tenido la idea y lo ha hecho posible, sabía y bien del interés y atención que Sabina tenía por la larga marcha de años, demasiados, de su siempre pendiente conclusión.

 Ella, con su conocimiento de Alhama en el sentido Histórico en General y por su amor a las Bellas Artes, combinaba como así es, el legado Brazam, el Hospital de la Reina y, en suma, su Alhama natal. Y esta realidad será algo que nos la recordará siempre, poniendo de relieve su afán y entrega por todo lo alhameño y su lamento constante por algo que aún no se le ha sabido dar la importancia que tiene. No sé si lo veré yo, Sabina lo estará observando desde ese lugar donde todo debe ser posible, no existiendo el tiempo, y hasta lo comentaran con ella nuestros compañeros Ana Espejo, Juan Castro, Cristóbal Velasco y Rafael Ortigosa.

 Gracias señor presidente, así se hace pueblo y comarca siguiendo y soñando lo posible y no quimeras imposibles que brotan de lo trasnochado.

 Y brevemente, al recibir a título póstumo la Medalla de Honor, concedida por cuantos constituimos el Patronato por unanimidad, con tristeza porque era consecuencia de su marcha a la Otra Orilla, pero con alegría porque, también por nuestra parte, se ponía en evidencia sus cualidades, preparación y buena disposición, así como que contaba con el cariño de cuantos tuvimos la suerte de tratarla y, de este modo, ha comenzado su eternidad en lo mejor de nuestros corazones.

 Esto no necesita explicación o elogio alguno porque cuantos estamos aquí lo es por el afecto que le teníamos y le tendremos hasta la Eternidad a la noble y siempre sonriente amiga Sabina.

 Sabina fue una de las personas que, en sus años de historia desde sus albores, 1971, y luego su segunda etapa, 1991, del Patronato más joven se incorporó. Elegida en enero de 2011, tomó posesión la Víspera del Día Histórico de ese año, el 27 de febrero. Y nos sorprendió a todos por su preparación y madurez. Fue el primer miembro que al tomar posesión pronunció unas acertadas palabras en las que, ¿Cómo no?, se refirió a su amor hacia Alhama y la Cultura, comenzando por la Bellas Artes, y nos trajo un elevado mensaje de inteligencia, preparación y madurez a pesar de su juventud. Como presidente tuve el honor de imponerle la correspondiente Medalla de Miembro de Número y darle la bienvenida. Jamás lo he olvidado, ni lo olvidaré.

 Y, a ella que le agradaba y comentaba todo lo que de la historia se podía sacar, creer o simbolizar, yo me permito una licencia histórica dedicada en especial a sus padres Paco y María Ángeles y Hermanos y novio, y, en definitiva, amigos y personas queridas.  Y es imaginar en este día y momento que sentido le podemos dar a las armas que constituyen el escudo del Patronato, basado lógicamente en el de nuestra ciudad, en recuerdo y símbolo permanente hacia Sabina:

- El castillo: La fortaleza que, ante la más dura de las adversidades, como es sentir que llega la hora de la partida, ha demostrado y nos ha dado inigualable lección.
- Las los brazos: con las llaves: La buena disposición que en todo momento tuvo para atender, ayudar a los demás con lo que tenía y podía, queriendo una sociedad y una Alhama abierta a todos y mejor.
- La Granada: Su amor y satisfacción por haber nacido en esta provincia y concretamente en este pueblo.
- Las tres escalas: Los elementos y la vocación necesaria para, no quedándose atrás, llegar a donde se proponía, haciéndolo de una forma generosa y justa para todos.
- Los veintiún eslabones de la cadena: El rigor y la firmeza de que con flexibilidad y tolerancia se puede alcanzar todo y, sobre todo, la concordia y la convivencia entre las personas.
- La corona: Su orgullo y saber por esta tierra representada en el amor que le dedicó durante su vida la reina más grande que ha existido.
- Los títulos honoríficos: En este caso no vale otra posible interpretación, su nobleza y lealtad a cuanto sentía y quería. 
- Y el escudo en su conjunto: lo dicho, su amor a Alhama y su apego al mismo Patronato de Estudios Alhameños.

Muchas gracias.

 

 

Álbum de fotos de este acto

Texto, fotos y vídeo: Juan Cabezas