Mirada de verano. Fiesta de los donantes de sangre

 Alhama se consolida como de las más altruistas en donaciones, y no solamente en la comparativa provincial, también en la comparativa nacional, aunque se echa en falta las donaciones de la gente joven y las específicas de plasma.

 La entrega altruista a los demás se puede manifestar de muchas maneras y todas son de agradecer; unos entregan su tiempo en actividades solidarias, otros su dinero y los donantes de sangre lo hacen a través de la donación anónima de la sangre, que, en mi opinión es el grado más elevado de altruismo y solidaridad.

 Y en este tipo de solidaridad andamos en Alhama, no diré que sobrados, pero sí que con unos niveles altísimos según se puedo ver en la fiesta de donantes de sangre que tuvo lugar en el Patio del Carmen el pasado sábado 1 de septiembre, en la cual, y con datos ofrecidos por Antonia Jiménez, presidenta del Grupo de Transfusión sanguínea de Granada y Almería estamos muy por encima de la media nacional y autonómica en cuanto a donaciones:38.62 por mil habitantes de media nacional, 34,52 en Andalucía, 48,9 de media provincial y en Alhama de Granada se alcanza la cifra de 82,57 donaciones por cada mil habitantes. Las cifras hablan por sí solas de la generosidad y altruismo de las gentes de este pueblo en el cual lo mejor es su paisanaje; su gente.

 A lo largo de la velada, que estuvo presentada por Mari Carmen Arrabal, se dieron los diplomas y medallas a las personas que mas donaciones habían efectuado a lo largo de los dos años transcurridos desde la última asamblea de donantes, las asambleas se celebran cada dos años y en la entrega de diplomas se pudo ver que vivimos entre héroes anónimos, que no ganan ligas de fútbol, ni torneos de tenis, ni carreras de coches, pero que con el sencillo gesto de donar un poco de su sangre consiguen salvar vidas cada día, y ayudan a que esa otra forma última de solidaridad que es la de ser donante de órganos se materialice en los trasplantes que precisan de una buena cantidad de reserva de sangre para poder ser realizados.

 Terminada la parte más formal de la velada, los asistentes nos reunimos alrededor de una sangría y algunas cosas para picar, amenizados por la música, y allí con el vaso en una mano y una patata frita en la otra continuó la labor solidaria de los donantes a los que puede escuchar animar a donar a alguna persona algo reticente a hacerlo, sobre todo en el sector juvenil. También el trabajo de convencer a los demás es otro ejemplo de solidaridad y entrega.

 Los amigos que me leen saben de mi amor por Alhama que tantas satisfacciones, y algún que otro disgusto nos da a sus hijos, amor que por supuesto es también amor a sus habitantes, que con tosas las virtudes y defectos ha demostrado una vez más que cuando hace falta sabemos estar a la altura de las circunstancias y que si hay que donar se dona, y se rompen las estadísticas.